El status de más de 300 mil migrantes venezolanos residentes en Ecuador y su futuro en el país meridional, está en mano de la labor que puedan realizar la cancillería con el propósito de mediar ante la medidas, que el gobierno por ahora del presidente Lenin Moreno, pretende implementar en detrimento o en beneficio de los ciudadanos en situación de movilidad humana.
En tal sentido, desde Ecuador varios migrantes, prefieren el anonimato para evitar represalias, denuncian el porqué actualmente se han dado condiciones desfavorables, para los migrantes venezolanos; por lo que se emplaza a los órganos del Estado, a efectuar sus correcciones ante la eminencia de vulnerabilidad de lo venezolanos con o sin pasaporte.
Mas adelante, al hacer un balance de la casi nula actuación positiva hacia sus connacionales de los embajadores y demás funcionarios nombrados desde que Juan Guaidó, se posesionó como presidente interino de Venezuela, esperan que Dios lo apoye en esta lucha.
Como se recordara, el 29 de enero de 2019, fue designado René De Sola embajador de Venezuela en Ecuador y días después, el 7 de febrero del mismo año, el gobierno de Ecuador lo reconoció como representante diplomático y de paso fue nombrado también Encargado de Negocios por el gobierno de Guaidó.
Hasta aqui todo bien, aunque a pesar de los trámites y diligencias de las Ong y otras organizaciones, la lucha se venia gestado bien, pero cuando se pensaba que gente como el embajador René De Sola iba a contribuir con una mejor calidad de vida y la regularización del status de los migrantes, al parecer todo se desvaneció.
A pesar de la carga o bendición que puedan representar la presencia de venezolanos en Ecuador, el estado como tal conjuntamente con las instituciones gubernamentales, agencias de Naciones Unidas, organismos internacionales, deberán enfrentar el gran desafío de atender a la migración venezolana de manera eficaz en estos tiempos de posible transición política en la región.
Una nueva oportunidad representa David Smolansky
El coordinador del Grupo de Trabajo de la OEA sobre los Migrantes y Refugiados Venezolanos, David Smolansky, es la pieza y casi una de las ultimas esperanzas, que tienen los migrantes, quienes desean soluciones cuanto antes a esta problemática.
Smolansky debe ser la persona que debería atender a los migrantes y refugiados venezolanos, que han tenido que huir del país por la severa crisis económica, política, social y humanitaria.
Finalmente, los migrantes esperan que la comunidad internacional aboque por los venezolanos, que por diversas circunstancias permanecen en suelo ecuatoriano, que ven amenazada su estadía y en peligro hasta de sus vidas por el clima de incertidumbre y de xenofobia, que tienen que soportar en esta latitud latinoamericana.
La comunidad internacional debe asumir de una vez por todas, que el drama de los venezolanos no entiende de visas, ni hambre, violencia, persecución y pobreza, que originan la migración forzada de los venezolanos, que amerita ayuda y protección urgente.
Enrique López Alfonzo
.Periodista Venezolano Independiente
+584245428120
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