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Acusado de lavar dinero venezolano Alejandro Isturiz Chiesa movió sobornos recibidos, según la filtración de los FinCEN Files

Una nueva investigación periodística global, liderada por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), revela que el sistema financiero no es tan efectivo para la prevención de lavado de activos como se cree. En algunos casos son fisuras en las operaciones de comercio, en otros exceso de normas ineficientes, y en muchos otros acciones premeditadas de mirar hacia otro lado y dejar pasar. ¿Por qué los bancos mueven dinero sospechoso? porque es rentable.

Tomado de Alianza El Espectador – CONNECTAS

Una muestra de más de 2.000 reportes de actividades sospechosas sobre transferencias bancarias en Estados Unidos, revisadas por 400 periodistas de ochenta y ocho (88) países, expone el vasto océano de dinero sucio que atraviesa la economía mundial.

De eso se trata FinCEN Files, la nueva investigación periodística global que desde este domingo revela historias que involucran más de dos billones de dólares en transacciones bancarias, y pone al descubierto la negativa de los bancos y gobiernos a detener realmente las actividades de lavado de dinero.

Las transacciones sospechosas revisadas, conocidas como SAR en inglés, son sólo una muestra de las realizadas por bancos de Estados Unidos a la Unidad de Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro norteamericano (FINCEN), entre 1999 y 2017. 

BuzzFeed News compartió los archivos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y la alianza El Espectador–CONNECTAS analizó la información relacionada con Colombia.

Ariel Kaminer, editora de BuzzFeed News, explicó que este nuevo proyecto periodístico colaborativo también trata de mostrar la miseria humana que financia esa economía y por qué es importante detenerla. Aunque los reportes de transacciones sospechosas no son en sí mismos prueba de delitos, sí constituyen alertas a las autoridades de cada país, en este caso las estadounideneses, a fin de establecer si corresponde abrir investigación formal.

Algunos de los archivos de FinCEN Files fueron reunidos como parte de las investigaciones del Congreso de Estados Unidos sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Otros, obtenidos tras solicitudes de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley al FinCEN. Algunos de los archivos reservados y confidenciales, involucran a ciudadanos y empresas colombianas relacionados con transacciones internacionales que bancos de Estados Unidos consideraron sospechosas.

Una de las primeras conclusiones de FinCEN Files es que cinco bancos globales –JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon– continuaron beneficiándose de poderosos y peligrosos personajes incluso después de que las autoridades de Estados Unidos multaran a estas mismas instituciones financieras por anteriores fallos a la hora de contener los flujos de dinero negro. Y otros, incluso después de que funcionarios estadounidenses les avisaron de que se enfrentarían a acusaciones criminales si no paraban de hacer negocios con mafias, estafadores y regímenes corruptos.

Por ejemplo, JP Morgan, el mayor banco con sede en Estados Unidos, movió dinero para personas y sociedades ligadas al saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania. Según muestran los registros, JPMorgan también gestionó pagos por más de 50 millones de dólares durante una década para Paul Manafort, el antiguo jefe de campaña del presidente Donald Trump. El banco movió al menos 6,5 millones de dólares en transacciones de Manafort en los 14 meses posteriores a su renuncia de la campaña en el marco de un sinfín de acusaciones de blanqueo de dinero y corrupción a partir de su trabajo con un partido político prorruso en Ucrania.

Uno de los venezolanos que recibieron ayuda de JPMorgan fue Alejandro ‘Piojo’ Isturiz, un antiguo funcionario gubernamental que ha sido acusado por las autoridades de Estados Unidos como un actor en el esquema internacional de lavado de dinero. Los fiscales alegaron que entre 2011 y 2013 Isturiz y otros pidió sobornos para manipular los contratos de energía del gobierno. El banco movió más de 63 millones de dólares para empresas relacionadas con Isturiz y un esquema de blanqueo de dinero entre 2012 y 2016, según muestran los FinCEN Files.

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