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Apostar por el turismo sostenible: ¿por qué es tan necesario? Por Ana Rios

Llegan las vacaciones y con ellas, las ganas de viajar. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el 2022 más de 900 millones de personas realizaron viajes internacionales. Este gran movimiento de turistas conlleva una serie de ventajas como; la creación de puestos de trabajo, el aumento de las divisas, el desarrollo de infraestructuras, el intercambio de culturas, la perseveración del patrimonio, entre otras. 

Sin embargo, también es cierto que la actividad turística puede acarrear consecuencias negativas para el medio ambiente. Y es que el turismo genera una gran cantidad de residuos y de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), producidas en gran parte por el gasto energético de las instalaciones turísticas y los medios de transporte. 

Impacto medioambiental del turismo

Alojamientos turísticos

De la misma manera que los hogares particulares generan diariamente emisiones de CO2 por el uso de energía, los alojamientos turísticos también dependen del consumo de electricidad y de energía en kWh para mantener las instalaciones en condiciones óptimas. Concretamente, los hoteles producen unas 274 Mt (megatoneladas) de emisiones de CO2 cada noche.

Trasladado al plano individual, se estima que cada turista emite de 10 a 102 kilogramos de CO2 por noche de estancia. Por ello, cada vez son más los hoteles que se unen al plan del turismo sostenible, llevando a cabo medidas que consigan reducir la huella de carbono y buscar el ahorro de la luz y del agua para poder preservar el ecosistema y sus propios recursos.

Medios de transporte

Coches, motos, aviones, trenes o autobuses; todos ellos medios de transporte comúnmente usados para viajar. Gracias a estos vehículos, el turismo se mantiene vivo año tras año. Sin embargo, son las principales fuentes de emisiones de GEI de la actividad turística. 

Varios estudios han demostrado que alrededor del 8% de las emisiones mundiales de GEI provienen de estos transportes y prevén que la cifra seguirá aumentando de aquí a 2030. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), solamente el tráfico aéreo es el causante del 2% de todas estas emisiones globales.

Por ello, es importante buscar la manera de desplazarse de manera más sostenible y encontrar nuevas medidas y tecnologías que ayuden a disminuir la contaminación. El coche eléctrico, los barcos o trenes, pueden ser una alternativa eficaz para trayectos cortos.

Por orden descendente, los vehículos que emiten más gases de efecto invernadero son:

Avión: su huella de carbono es más elevada en viajes de corta distancia. Un desplazamiento aéreo nacional genera alrededor de 370 g de CO2 por cada km y pasajero. Si el vuelo es de larga distancia, esta cantidad se reduce a unos 102 g. Coche: emite unos 310 g por km y persona si se trata de un vehículo de gran tamaño tipo SUV y lleva todas las plazas ocupadas; en caso de ser un coche pequeño genera unos 250g. De no ir llenos, un viaje de Valencia a Madrid con una sola persona emite más cantidad de CO2 por pasajero que un avión con todos los asientos ocupados.Moto: la huella de carbono que desprende una moto suele rondar los 180 g por km y persona.Autobús: suele emitir unos 170 g de CO2 por km y pasajero, aunque depende de la cantidad de asientos que estén ocupados.Tren: de media, un tren local suele emitir aproximadamente 170 g de CO2 por km y pasajero. Autobús turístico: a diferencia de los autobuses convencionales, los turísticos tienen un menor impacto de CO2 en la atmósfera, emitiendo una media de 50 g de gases por km y persona.Ferry: un barco genera unos 30 g de dióxido de carbono por km y pasajero. Sin embargo, si se viaja en un crucero, la emisión de gases se asemeja mucho a la de los aviones.

Medir el turismo sostenible

La OMT define una serie de referencias para todas las empresas del sector turístico que quieran medir el turismo sostenible. La organización considera que esto es esencial para poder mejorar las medidas políticas que persiguen el desarrollo sostenible.

Los tres puntos clave para poder realizar esta medición son:

  1. Calcular el consumo de luz y energía en kWh por cada m2 de espacio prestado.
  2. Cantidad de agua consumida en litros o en m3 por huésped/noche.
  3. Número de kilogramos y/o litros de residuos por huésped/noche.

Destinado al turista, también existe una manera de saber qué cantidad de CO2 emite por cada viaje realizado: se trata de la calculadora de huella de carbono. Dependiendo del medio de transporte que se use para el itinerario, la calculadora pide una serie de datos y automáticamente después de rellenarlos, indica la cantidad de toneladas de dióxido de carbono generadas en el viaje.

Objetivos del turismo sostenible

  1. Eficiencia de los recursos: reducir el uso de recursos no renovables, buscar la eficiencia energética y la gestión responsable de las sustancias nocivas.
  2. Pureza ambiental: reciclado de los residuos, reducción de contaminación global y uso de medios de transporte más sostenibles.
  3. Viabilidad económica: buscar los beneficios económicos a largo plazo para la prosperidad del sector.
  4. Calidad de los puestos de trabajo: conseguir un modelo profesional libre de discriminación y con unas buenas condiciones laborales. 
  5. Equidad social: apoyar la cantidad equitativa de riqueza generada por la actividad turística para todas las comunidades que la acogen.
  6. Experiencia segura del visitante: evitar la discriminación y promover la satisfacción y seguridad del turista.
  7. Control local: involucrar a los clientes, a las poblaciones locales y al personal profesional a la toma de decisiones turísticas de su área. 
  8. Bienestar de la comunidad: dotar a las comunidades de infraestructuras, servicios y recursos que mejoren la calidad de vida de sus residentes.
  9. Riqueza cultural: conservar la cultura y el patrimonio cultural de las distintas poblaciones.
  10. Integridad del ecosistema: evitar la explotación de recursos naturales para la conservación y mejora de los paisajes.
  11. Prosperidad económica: perseguir una situación de riqueza y bienestar para los destinos receptores de turismo.
  12. Diversidad ecológica: respetar la diversidad de flora y fauna de los ecosistemas e intentar reducir su explotación.

Ana Rios Redactora para Papernest

ana.rios@papernest.com

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