La escena hiela la sangre. Todo ocurrió un fatídico 27 de marzo de 2019, en la ciudad colombiana de Medellín.
En el vídeo se ve al chaval cruzar unas palabras con los dos hombres que van a ser sus víctimas, quienes al juzgar por lo que se aprecia en las imágenes, nunca imaginaron que un niño les dispararía.
El crío aprieta el gatillo en seis ocasiones y trata de darse a la fuga, pero la gente que vio lo sucedido lo alcanza.
La gente estaba irritada con el ‘niño asesino’, que intenta lincharlo, por lo que policías lo tuvieron que rescatar de la turba iracunda.
En un inicio se pensó que al niño sicario no enfrentaría a la justicia por tener 13 años de edad, ya que en Colombia los ciudadanos de esa edad no pueden ser juzgados. Su crimen quedaría impune.
Pero en realidad el niño sicario portaba un documento falso y se descubrió que tres meses antes había cumplido 14 años.
Y que antes de ser capturado, estuvo implicado en otros 20 homicidios.
“Su mirada es fría, descontextualizada del efecto (de sus acciones). Sus héroes son los delincuentes que lo metieron en el mundo de las armas y beneficios materiales. No existen referentes familiares o filiales. Mata por unas zapatillas, un teléfono de alta gama. Cosas imposibles de tener en el ambiente de carencia y pobreza en el que nació”.
La Fiscalía ya tiene evidencia de que el niño de 14 años, que asesinó a dos personas el pasado miércoles, estaba al servicio de la banda criminal ‘La Torre’ de Medellín, que actúa en la Comuna 13.
El menor –quien llevaba la tarjeta de identidad de su hermano de 13 años, para evadir a la justicia– aceptó homicidio agravado y se le impuso medida de internamiento preventivo.
Al tener 14 años se aplicó la ley de Infancia y Adolescencia.
Se trata de una ley que contempla sanciones de carácter “pedagógico y restaurativo” diferente al de los mayores de edad.
Le ha caído una pena máxima de 8 años en un centro de atención especial.
Debido a esta ley es que bandas criminales y pandillas del narcotráfico estaán usando a menores para delinquir y así salirse con la suya.
No es el único país donde los delincuentes usan estas lagunas de ley para cometer crímenes y además encaminar a más gente a las filas del mal.
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