Luego de casi cinco meses de cuarentena, desde que se detectaron los primeros contagios y el incumplimiento de las medidas sanitarias por parte de los ciudadanos, quienes no reconocen el peligro del Coronavirus, han convertido a la Gran Caracas y a la capital zuliana en los Epicentros del mal en nuestro país.
El fenómeno que ha venido de la mano con el carácter exponencial que muestra ahora la curva de contagios en toda Venezuela y se han detectado más de 200 nuevos contagios, lo que elevó la cifra de casos en el Distrito Capital -que une la ciudad de Caracas, con varios municipios del cercano estado de Miranda- hasta los cerca de los 2.000; cifras que para algunos no son precisas.
La gente no usa los tapabocas desafiando al coronavirus, como si la cosa no fuera con ellos y esto es en casi toda Venezuela, donde no tenemos un sistema de salud ni voceros confiables del gobierno que nos permitan estar tranquilos en caso de infectarnos.
Los habitantes de la capital de la república, no quiere usar las mascarillas, no tienen guantes y no se lavan las manos, sino una que otra vez al día.
Salen a la calle a trabajar, los que pueden o a buscar la comida y hacen como las famosas toallas sanitarias como si nada.
En los mercados a cielo abierto, atestados de compradores que buscan ofertas mientras luchan para no caer en los charcos que creó la lluvia de la noche anterior, mientras espantan las moscas. Esa es su verdadera preocupación.
Todos llevan mascarillas, pero muchos las usan en el cuello, sobre la frente o solo sobre la barbilla para facilitar la respiración, pese a quedar desprotegidos y elevar las posibilidades de contagio a todos los que los rodean.
Algunas de estas personas son detenidas por militares y puestas en fila en una pared cercana a la entrada del mercado. Como castigo, les obligan a levantar un cartel que exige el uso de mascarillas, pero el mensaje no llega a las cientos de personas que los rodean y lucen más preocupadas por la economía que por la salud.
“La gente tiene que salir a buscar el pan de cada día, porque si no trabaja y no busca cómo comer, entonces no los mata la pandemia, los mata el hambre”, apuntan los vecinos.
Otro factor determinante en esta cuarentena es la posibilidad de que la escasez de gasolina en el interior del país se riegue hasta la capital y este factor es determinante para que muchos se queden en casa, o salgan a protestar en la capital.
Es responsabilidad de los individuos protegerse contra un posible contagio a través del uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y el cumplimiento de la cuarentena.
Que dice el gobierno
El presidente Nicolás Maduro, tras conocer los datos, en una reunión telemática con el equipo gubernamental encargado de frenar la pandemia, implantó en esta semana una flexibilización parcial de siete días en Caracas, es decir siete días de flexibilización parcial y flexibilización amplia.
Finalmente, el mandatario pidió a los ciudadanos que extremen las medidas de bioseguridad y aseveró que «esta pandemia no se va a acabar en una semana, dos semanas».
De modo, que la recomendación es que ante esta grave situación, que no sabemos donde pueda estar rondando el virus, ya que está por todos lados; el detalle está es en mantenerse en casa, cumplir la cuarentena y usar mascarillas, cosa que no hacemos los caraqueños.
Hasta la próxima entrega…
Enrique López Alfonzo
Periodista Venezolano Independiente
+584245428120
elopez0333@gmail.com
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