Los imbéciles comerciantes de la justicia que en publico y para los ignorantes y arrastrados de la política de hablan constantemente de la moral, del honor, la justicia, me recuerdan -entre otros- a Hugo Chávez, Maduro y sus equipos que se enriquecieron de una forma inmoral pregonando un falso socialismo.
Igualmente a Rómulo Betancourt que siendo presidente dijo en un acto público: “que se me quemen las manos si he tocado dinero del erario público” y se le quemaron.
A Guaidò y sus colaboradores que en nombre de la libertad se repartieron entre ellos la AYUDA HUMANITARIA enviada para el pueblo.
Que parecidos son todos éstos a a las prostitutas que se sonrojan cuando ven el desnudo en el arte pero no cuando entregan su cuerpo a cuantiosos amantes por dinero.
LA FALSA MORAL QUE PREDICANDO A DIOS ROBA, MATA, TORTURA… Y SE DISFRAZA DE JUSTA, HONESTA, DECENTE Y PROBA.
Carmen Esperanza Iribarren
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