El vil atentado terrorista contra el CAI de la Policía situado en el barrio Arborizadora Alta de la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, mató a los niños Ivanna Salomé Rangel Medina, de 5 años, y Daniel Steven Duque Buitrago, de 12, y dejó heridas a más de 30 personas.
La demencial acción, ejecutada por un criminal que las autoridades buscan intensamente, se cometió a sabiendas de que por el sector circulan permanentemente familias, por lo que se concluyó que su objetivo no era la instalación policial en sí misma, sino la población civil para provocar terror.
La mandataria capitalina exigió al régimen de Nicolás Maduro que identifique y capture en Venezuela a cualquier miembro de esa organización criminal y lo extradite a Colombia para que responda en el país por el hecho.
También solicitó al presidente Iván Duque hacer un consejo de seguridad para enfrentar la situación. La alcaldía después tomó medidas como la restricción del parrillero en motos, desde el 11 de abril, los jueves, viernes y sábados, entre las 7:00 p.m. y las 4:00 a.m. Y entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m. no se permitirá la permanencia de personas en parques, plazas, plazoletas ni corredores ambientales.
Por el atentado, todas las miradas se dirigen a Javier Alonso Veloza García, alias ‘John Mechas’ —que, junto con Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, y Miguel Botache Santillana, alias ‘Gentil Duarte’, encabezan las principales disidencias de las Farc—, que delinque desde Venezuela con la anuencia del régimen.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Diego Molano, ese delincuente, por el que se ofrece una recompensa de 5.000 millones de pesos, subcontrata a organizaciones en diferentes ciudades de Colombia para ejecutar sus ataques.
El ministro, además, inscribió el atentado en Bogotá en el marco de las elecciones presidenciales: “Aquí lo que hay es un interés […] para beneficiar quién sabe a quién en un proceso electoral que tiene Colombia”, dijo.
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