Por lo menos 500 personas, con niños pequeños y ancianos, tuvieron que armar su vivienda con plásticos y cartones en la Autonorte, una zona del norte de la ciudad desde hace 15 días, ante la imposibilidad de llegar a la frontera para pasar de nuevo a Venezuela.
Las normas de confinamiento aún vigentes en Bogotá, les impide salir de allí, donde no se guardan los protocolos de autocuidado y distanciamiento social.
Entre los ciudadanos extranjeros, en un grupo que se fue nutriendo a medida que llegaban más de ellos esperando un bus que los llevara a Bucaramanga o Cúcuta, decidieron organizarse y establecer un centro de acopio a donde almacenan y distribuyen de la mejor manera los víveres que les donan organizaciones y personas, para que no falte la comida y todos tengan lo necesario para sobrevivir hasta tanto puedan viajar.
Por otra parte, por fin la curva del virus se está allanando, y tanto el número de nuevos contagiados como de muertos debería bajar ostensiblemente.
Buena noticia para todas las ciudades del mundo afectadas por la pandemia.
Eso es todo por hoy.
Un buen fin de semana para todos.
Mauricio Romero
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