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Salud

Día Internacional de los Derechos del Niño: la pobreza y vulnerabilidad del menor en pleno siglo XXI

Hablamos de derechos universales, hablamos de proteger a la infancia, hablamos de niños siempre. Con estos mimbres llegamos al aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y al 30 aniversario de la aprobación de la Convención de Derechos Humanos de la Infancia adoptado un 20 de noviembre de 1989 y ratificado por 195 gobiernos, en septiembre de 1990, con un panorama desolador en el mundo pero en España en concreto, absolutamente insólito.

Lo contradictorio es que en esta Convención se hablaba de derechos para niños incluidos todos los relativos al acceso a una calidad de vida, al juego, a la protección frente a la violencia, a la discriminación y no digamos a la educación y a una sanidad solo por el hecho de nacer.

En España esta situación no mejora. Según el indicador AROPE, un 27,9 % de la población total está en riesgo de pobreza y/o exclusión social y la pobreza infantil afecta a uno de cada tres niños lo que supone que 2.2 millones de menores vivan en situaciones realmente inauditas según cifra el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil que destaca la brecha persistente de pobreza en este país aparentemente sólido y con una economía consolidada. Llama la atención que se haga referencia a que en uno de cada cuatro hogares sin ingresos reside al menos un menor lo que hace que la tasa de riesgo pobreza persistente siga al alza.

Aunque España ocupa el puesto 21 en la clasificación global de los 41 países de la OCDE en materia de bienestar infantil, se sitúa, sin embargo, por debajo de la media en los objetivos de empleo y crecimiento económico así como de lucha contra la pobreza y la desigualdad social. La pobreza no es solo económica; hablamos de niños españoles que no tienen con qué calentarse, cómo estudiar, comen una vez al día o no tienen las mismas oportunidades que sus iguales; niños que en definitiva arrastran una pobreza durante al menos una década que les condicionará de por vida.

Niños que son pobres aunque sus padres trabajen; niños acosados por familiares; niños que huyen del colegio porque se atenta contra ellos por el denominado bullying; niños que llegan a suicidarse porque no encuentran salida; niños víctimas de la homofobia; niños huérfanos, huidos, hijos de migrantes sin techo ni rumbo; niños, hablamos de niños siempre.

No hablamos de temas más importantes que se silencian de forma repetida en la prensa porque con conviene airearlos; niños víctimas de la explotación infantil; niñas en concreto ellas, con discapacidad víctimas de la esterilización forzosa; niños víctimas del tráfico de menores, de órganos, de la pornografía o del maltrato per se; niños, hablamos de niños siempre.

No hablemos de los llamados Menas (Menores no acompañados) que son víctimas de la discriminación porque sí. Niños que han perdido el rumbo, que no tienen familia, niños que se dejan al libre albedrío de la suerte en un país, si tienen suerte, que los acoge pero que permanecen en el suelo de un hostal con otros menores y otros adultos que han llegado a tierra. Niños, hablamos de niños.

Niños que nacen siendo pobres, niños que no tienen acceso a agua potable, a una alimentación saludable, niños que nacen en guerra; niños que no tienen acceso a la educación ni a una atención sanitaria; niños, hablamos de niños, siempre.

Desde la aprobación de la Estrategia Nacional de Prevención y Lucha contra la pobreza y exclusión social 19-23, se estudió cómo cubrir las necesidades de la ciudadanía vulnerable, la de los niños expuestos a estas condiciones de vida con el firme compromiso de alcanzar un estado de bienestar que responda a lo que se espera de España.

Hablamos de niños, hablamos de infancia, hablamos de menores que en pleno siglo XXI en un país de Europa quizá tengan un móvil y estén conectados a la red pero no tengan un bocadillo que llevarse a la boca. Hablamos de niños, siempre.

En Portuguesa Venezuela

En este hermoso dia, la Fundación Regional “El Niño Simón del estado Portuguesa”, se une a esta gran efemérides y ratifica el objeto de la institución, que dirige la licenciada Yusbely Orellana junto al equipo multidisciplinario y de Aulas Hospitalarias, bajo la jefatura de la profesora Ana Sánchez y la Defensora, Zoraya Ruiz de López, al servicio integral de los niños, niñas y adolescentes en todas sus etapas del desarrollo humano.

Estas metas de protección de niños y jóvenes se lograrán a través de la implementación de planes y programas de asistencia integral, dirigidos al mejoramiento de su calidad de vida.

La Fundación cumple su misión actuando de manera conjunta con los otros organismos competentes.

La profesora Yusbely Orellana apoyando junto a un equipo multidisciplinario y de Aulas Hospitalarias, al servicio integral de los niños, niñas y adolescentes de Portuguesa

Por Ana De Luis Otero 

Enrique Lopez Alfonzo

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