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Opinión

El virus del populismo y socialismo en Venezuela Opinión por @GervisDMedina

Alguien me dijo una vez que es de mala educación hablar con la cabeza vacía, ésta es una visión que comparto y a la que he intentado darle sentido de pertenencia.

Puesto a que no se puede ser tan ignorante e imbécil a la vez en toda la vida. Además, es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran. Es tiempo de llorar y sufrir en mi país. La gente aún no sabe lo que quiere. Pasaran décadas para que salga la desgracia que habita en mi terruño. ¡Venezuela y sus venezolanos necesitan una potente y esclarecida visión de lo que la ha llevado a la destrucción! Más que una organización criminal, más que una dictadura genocida, desde mi perspectiva de investigador.

Todo se originó desde hace más de 60 años con dos malditas palabras “populismo y socialismo”. Ahora bien, la ceguera y sordera de muchos de mis nacionales llevó a la destrucción de toda una sociedad, que se transformó y aceptó el populismo, socialismo, estatismo y hoy día el neofilismo como parte del método de vida política y social. Siendo los representantes de los partidos políticos los impulsores de estos nefastos métodos para obtener ganancias electorales  y reacomodos en la política, tanto así que el método tradicional del uso de la violencia para llegar a hacerse del poder político desapareció y hoy día se implementan los métodos democráticos para llegar a ello y darles margen de legalidad.

La razón por la que hay socialismo del siglo XXI es porque muchos líderes se justifican diciendo “nosotros somos socialistas, y pertenecemos a la internacional  socialista y el partido también” eso lo he escuchado de la boca el papá de Leopoldo López y Lilian Tintori, así como otros más que en los estatutos de sus partidos establecen este nefasto sistema como modo de vida defendiendo el socialismo y el populismo y atacando a los chavistas nada más. Es que si esto es, porque la gente fuera racional y obedeciera la lógica económica y tuviera un poco de respeto por lo que la historia nos enseña ya sería cuestión del pasado y no sería algo que en el siglo XXI vuelva a revivir como un zombie.

Así de absurdo es, las elites son encargadas de confundir a las masas y mantener los sofismas en su favor para hacerse del poder. La justificación siempre es “la teoría es buenísima, lo que pasa es que el amigo se corrompió en el camino, pero ya vamos a intentar con otro. La teoría es buenísima  lo que pasa es que “Stalin” se corrompió. La teoría es fantástica lo que pasa es que a “Mao” se le pasó la mano. La teoría es buena lo que pasa es que “Fidel Castro” acumuló riquezas y se torció en el camino.

Volvamos a probar y la cosa es siempre ¡Ahora sí! ¡Con este Mesías si va a funcionar! Y eso fue lo que pasó con Chávez con Correa, los Kitchner, Morales entre otros los nuevos Mesías  y siempre vamos como idiotas confiando una y otra vez colocando características de súper hombre a cada Mesías que nos va a venir a salvar. Locura es intentar cambios diferentes haciendo lo mismo” parecemos tontos pero así es la humanidad, lo decía Albert Einstein. Y la típica expresión: “Para acabar con el populismo hay que hacer un poquito de populismo, no se puede todo de a golpe y hay que financiar al que vaya arriba en las encuestas”.

¿Por qué el populismo es tan exitoso? ¡Ah bueno porque ahora el socialismo es democrático!  Ya no hay uso de la violencia de llegar al poder. Y por otro lado el exceso de democracia. ¿Qué es el uso de la democracia? Pues convencer a una bola de personas que le vamos a sacar de la pobreza y en el camino nos enriquecemos como siempre, tal como lo dijo “George Orwell en la Rebelión en la Granja”, llegan los cerdos al poder después de quitar al hombre, y los cerdos empiezan a poner reglas de que todos somos iguales pero hay unos más  iguales que otros. Todos echan mierda al Chavismo, Madurismo etc, pero no muere la mentalidad socialista, estatista y populista. Partidos políticos corruptos, sindicatos violentos, medios de comunicación complacientes. Pero nadie ataca la mentalidad corrupta del Estado que debe encargarse de todo. Nadie ataca la idea y si eso no muere entonces volverá a hacer metástasis en cualquier momento.

¡Ah claro! La culpa en el continente es el maldito Neoliberalismo de los años 90. Miren la cosa es fácil de analizar los procesos económicos de América Latina lo único que no hemos experimentado es el “libre mercado” con reglas libres, y no el mercantilismo estatal.

Se culpa al libre mercado que nunca ha existido en el continente, de los problemas que nos han generado los Estados que controlan la economía. Y si no entendemos eso vamos a seguir creyendo en nuevos Mesías, a no echarle la culpa al socialismo y decir es que la receta si funciona y este es el Mesías que si la va a hacer funcionar.

Gracias al método científico tenemos herramientas para conocer ¿Qué es lo bueno y que es lo malo?

Ahora bien, hoy día uno debe soportar cosas como la sustitución del método científico por la farsa, la charlatanería, la incultura, el pensamiento mágico, la vulgaridad, la democracia aplicada a la ciencia. Donde el analfabeta (en mayoría) opina sobre modelos  económicos, ciencias políticas y otras ciencias más. Que aquella persona que ha dedicado su vida a investigar con virtudes para ello y que hoy día ese analfabeta posee una carta de opciones de recomendaciones que escuchó o cree conveniente la aplicación de la irracionalidad como método científico, diría Miguel de Cervantes en su ilustre obra Don Quijote de la Mancha el uso de la sinrazón.

Existe en mi país y todo el continente grupos de personas, algunos hasta organizados que están que  añoran volver a la Edad Media, aquella que plasmó Umberto Eco en su obra “El Nombre de la Rosa”, donde su mugre y sus hambrunas y su gente muriendo de peste y pena.

Existen imbéciles con pedigrí, existen legiones de idiotas en mi país, lo peor de todo es que estas redes sociales les dan el derecho de hablar que a un premio Nobel. Desde  niño sabía muy bien que existían tarados e idiotas, pero con títulos y liderando a gran parte de la población para adquirir una fama pasajera, eso nunca lo viví.

En mi opinión, desperdiciamos demasiada vida con eso de aplazar las tomas de decisiones que sabemos que son importantes y que vamos aplazando y aplazando, a hacer lo que tenemos que hacer, y en vez de atender a esos asuntos como se merecen la desperdiciamos en una dejadez imperdonable, como si en verdad fuéramos inmortales.

No es que nos engañan, es que estamos tan desesperados, que nos aferramos a todo aquello que luce opuesto al chavismo.

Así inició todo, empezamos a idealizar a políticos sin moral, a periodistas sin ética y que no dejan hablar, a locutores sin conciencia y a profesores, historiadores, sociólogos narcisistas.

¿Queremos una Venezuela libre? Entonces salgamos primero del socialismo rojo y azul; con las barbaridades que he leído, no dudo que si le cortan la cabeza a toda la gusanera roja y azul tendrán en el tiempo más corto sustitutos, es abismal la cantidad de gente que defiende aún a estos mamarrachos y su ideología socialistas.

Liberarse de falsos líderes, es primero que todo un esfuerzo interno; un desafío sicológico para cada individuo. Es desplazar la esperanza hacia su lugar correcto. Ya cuando el nefasto liderazgo se haya ido de nuestras mentes, su desaparición material será inminente.

Ante una sociedad neofilista en el 2021 saldrá una nueva versión de moda, ese es el gran problema de la sociedad neofilista le encanta lo novedoso no importa si funcione o no pero hay que estar con la moda. Por tanto, no hay criterio para escoger un gerente libre del mal socialista y populista y de algo que he llamado “exceso de democracia”. Por lo que en Venezuela la política del arrepentimiento es un acto hipócrita que sólo logra buscar salvación personal, haciendo creer a su ex adversario que ahora son aliados.

Este virus del populismo y socialismo no aparecen en un mercado de animales ni se sintetiza en un laboratorio; es producto de la degradación progresiva y aparentemente imperceptible de los valores éticos, educativos y culturales de la comunidad.

Nadie es responsable de ello, pero somos en alguna forma culpables de su surgimiento. Es nuestro deber acabar con ellos primeros antes de la transformación de la sociedad, no intentarlo es un error.

Gervis MedinaAbogado, criminólogo y escritor.

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