“No podíamos distinguir entre quiénes eran los migrantes y quiénes los agentes,con ropa gastada y aspecto descuidado . Hasta que no abrieron sus chaquetas, no vi sus placas. Ninguno de ellos habló”, explica un periodista.
Vestidos con sacos y jeans gastados, con un aspecto descuidado, agentes del grupo de élite del Departamento de Seguridad Pública de Texas se mezclan entre los solicitantes de asilo que cruzan la frontera de México a Estados Unidos para poder identificar y arrestar a traficantes de personas, según el diario New York Post.
Estos agentes encubiertos afrontan cada día al peligro de represalias mortales en caso de ser descubiertos por los coyotes y los narcos que operan las redes criminales en la frontera, por lo que reciben un entrenamiento especial que les ayuda a ocultar su identidad.
Pero apenas se conocen detalles sobre el funcionamiento de su misión, cuántos agentes participan, sus perfiles o en qué zonas operan. “Realmente no podemos decir nada”, dijo Matthew Mull, mayor del Departamento de Seguridad Pública en El Paso, Texas.
Mimetizarse con los migrantes una tarea clave, pero delicada, para poder engañar a los traficantes, que acumulan años de experiencia intentando burlar a las fuerzas del orden para introducir en el país tanto a personas como drogas de forma ilícita.
Esta misma semana, un grupo de agentes encubiertos logró arrestar a dos contrabandistas que habían transportado a más de una docena de migrantes en un Jeep, según informó el citado diario.
Los oficiales del grupo de élite consiguieron llegar al escondite donde ambos ocultaban vistiendo jeans y chamarras con capucha.
“No podíamos distinguir entre quiénes eran los migrantes y quiénes los agentes. Hasta que no abrieron sus chaquetas, no vi sus placas [de policía]. Ninguno de ellos habló”, aseguró un reportero del citado diario que presenció el operativo. “Eran tipos canosos y curtidos, que parecían haberlo visto todo. Tipos duros”, relató.
Los agentes encubiertos contrastan fuertemente con los oficiales texanos, que llevan uniformes de color tostado, sombreros cowboy y botas negras relucientes.
“Así es como les gusta vestir”, declaró Mull al diario, “es la forma típica de hacer negocios”.
La unidad de agentes encubiertos se inició durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de Criminal Law Enforcement.
En 2009 fue rebautizada cuando la policía estatal se sometió a una profunda revisión, y centró su misión en recopilar inteligencia en distintos ámbitos, entre ellos la delincuencia en la frontera.
Sus agentes actúan a ambos lados de la frontera para “investigar, desbaratar y/o desmantelar organizaciones de tráfico de drogas, trata de seres humanos y bandas criminales”, según precisa este departamento en su página web.
Los cruces masivos de migrantes de las últimas semanas complican sus operativos. Sólo el 12 de diciembre entraron a Estados Unidos en pocas horas más de 1,000 personas de forma irregular por El Paso, tras atravesar el Río Grande desde la ciudad mexicana de Juárez.
Este cruce marcó un hito en la historia de Texas y se produjo en un momento de saturación en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza y en los refugios no gubernamentales, lo que favorece la actividad de las organizaciones de trata de personas y cárteles del narco.
El fin del Título 42 establecido inicialmente para el 21 de diciembre, pero suspendido temporalmente por la Corte Suprema a petición de 19 estados gobernados por el Partido Republicano, animó además la afluencia de personas que quieren solicitar asilo en Estados Unidos.
Noviembre batió ul récord de cruces con 233,000 interceptados por las autoridades y miles de personas se agolpan a ambos lados de la frontera, propiciando la actuación de los grupos delincuentes.
Fuente Telemundo, AP y New York Post.
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