Entre las materias de interés nacional que Maduro evitó mencionar figuran la migración masiva de venezolanos, la ayuda humanitaria y la visita de Michelle Bachelet
En un discurso cargado de insultos pero carente de datos contundentes, Nicolás Maduro presentó su mensaje anual a la nación ante la asamblea constituyente, una instancia que de acuerdo con la Constitución no está investida de las atribuciones para conocer la memoria y cuenta del Ejecutivo.
Unas tres horas invirtió el gobernante para dar a conocer los supuestos “logros” de su gestión 2019, alocución que tuvo como toque particular la firma de insólitos decretos de dudoso cumplimiento y la omisión de temas cruciales para el país.
Entre esas materias de interés nacional que Maduro evitó mencionar figuran la economía, la migración masiva de venezolanos, la ayuda humanitaria, la visita de Michelle Bachelet, o la crisis de la salud.
Cero datos
Datos oficiales importantes a ser anunciados en un informe de gestión son los resultados macroeconómicos del país y que no fueron presentados por Maduro en su discurso. Los venezolanos y los actores económicos aún desconocen cuál fue la tasa del índice nacional de precios con la que terminó el país en 2019, período en que cumplió dos años con hiperinflación. La última vez que el Banco Central de Venezuela (BCV) informó de este indicador fue en septiembre pasado.
Igualmente, sucede con el resultado del Producto Interno Bruto (PIB) de 2019. La economía venezolana que lleva seis años de caída libre, también reflejó un deterioro el pasado año de acuerdo a las cifras preliminares del BCV para el primer trimestre de -26,8%. Mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una contracción de 35% y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 25,5%.
Mutis por Citgo
El total de la producción petrolera venezolana para el cierre de 2019 tampoco fue mencionado por el mandatario ante la ANC. Solo se limitó a comentar que la misma mostró un “tímido” incremento de 230.000 barriles diarios desde septiembre de 2017 hasta “nuestros días”.
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A pesar de haber señalado que unos 40.000 millones en activos venezolanos en el exterior se encontraban congelados debido a las sanciones norteamericanas, Maduro no hizo mención a la refinería Citgo Petroleum ubicada en EEUU ni sobre la empresa Monómeros con sede en Colombia. Tampoco hizo comentarios sobre algún plan de su administración para tratar de recuperarlas ni para hacer frentes a las demandas en tribunales internacionales por parte de compañías como Crystallex y ConocoPhillips, así como de los tenedores de bonos de deuda venezolana.
Como si no existiera
A pesar de que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de las Naciones Unidas estima que la migración venezolana producto de la crisis política y social no para de crecer, el tema fue totalmente ignorado por el ocupante de Miraflores; cifra por por demás resulta imposible de soslayar tomando en cuenta que la ONU estima en cerca de cinco millones la cantidad de personas que han migrado en los últimos años.
Según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de Acnur, en 2020 la cifra puede alcanzar los 6,4 millones de venezolanos fuera de su país en busca de mejores condiciones de vida.
Otro de los grandes temas olvidados por Maduro fue la tan mencionada ayuda humanitaria. Aunque en principio el Gobierno estaba negado a la idea de que a Venezuela ingresara algún tipo de ayuda humanitaria, ésta fue finalmente aceptada, aunque solo de países aliados.
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Así, de China, Rusia y de organizaciones como la Cruz Roja, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Venezuela recibió en 2019 al menos 465 toneladas de medicamentos.
De acuerdo con los cálculos de la ONU, unos siete millones de venezolanos requieren asistencia humanitaria, pero el año pasado el país solo recibió 20% de lo requerido para beneficiar a las personas más vulnerables.
DDHH en el olvido
Uno de los temas a los que más le rehuye Maduro es a los derechos humanos. El año pasado fue calificado por los expertos en la materia como “un año negativo” para esta área, tomando en cuenta la profundización de la emergencia humanitaria, la migración forzada, la pobreza, la desigualdad y la exclusión.
Tampoco habló de la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y mucho menos de su informe tras su visita de tres días en Venezuela, donde le exigía disolver el grupo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana por sus acciones, así como la adopción de medidas para cesar la tortura y las ejecuciones extrajudiciales.
(EFE)
El asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo también quedó en el olvido, así como lo relacionado a los presos políticos.
Ni una palabra sobre el diálogo
Durante su mensaje anual a la nación, el mandatario Nicolás Maduro no dedicó ni una palabra a los diferentes procesos de diálogo de su gobierno con la oposición, a pesar de que sus delegados participaron activamente en los esfuerzos por establecer rondas de negociaciones que llevaron a cabo instancias internacionales y nacionales.
En mayo de 2019 se desarrolló la ronda de diálogo impulsada por el reino de Noruega y que se realizó en la capital de ese país, Oslo, que se prolongó hasta principios de julio. En las conversaciones, representaron a Maduro Héctor y Jorge Rodríguez. Luego, el mecanismo se reanudó en Barbados y continuó hasta el mes de septiembre cuando el gobierno de Nicolás Maduro anunció que no asistiría más a las reuniones a raíz de las nuevas sanciones impuestas por la administración de Donald Trump.
Negociaciones en Barbados. Foto: NotiVenezuela.com
Terminada la ronda de Barbados, el Ejecutivo instaló con partidos de oposición con escasa o ninguna representación en la Asamblea Nacional una mesa de diálogo nacional, y procedió a dar libertad a algunos de los presos políticos y a reincorporar a la fracción parlamentaria del chavismo en la Asamblea Nacional.
Salud en terapia
La presentación de la memoria 2019, que se volvió más cuento que memoria, solo abarcó los “logros” de la red Barrio Adentro, que no abarca ni 20% del sistema de salud público venezolano, olvidando la profunda crisis que vive el sector desde hace varios años.
“En el año 2019 realizamos en la Misión Barrio Adentro y en el sistema público de salud casi 93 millones de consultas médicas gratuitas”, dijo Maduro durante sus discurso, para luego completar con aquello de que lograron “realizar 590 mil intervenciones quirúrgica y se atendieron 373 mil partos y cesáreas”.
El año 2019 fue particularmente grave para el sistema de salud venezolano, siendo la mayor muestra de la crisis humanitaria compleja el hospital infantil José Manuel de los Ríos, en el que murieron al menos 20 niños por enfermedad crónica, sumado a la escasez de medicamentos, falta de insumos y un trasplante de órgano que nunca llegó.
Hospitales como el psiquiátrico de Caracas cerró sus puertas por completo, mientras que otros como el de Coche llevan años en remodelación. Ello sin nombrar las constantes protestas del personal por mejoras salariales para intentar detener la masiva deserción de médicos y demás trabajadores de la salud.
Convenios laborales en rojo
Durante su discurso en la oficialista asamblea constituyente este 14 de enero, Maduro, quien se autoproclama “presidente obrero”, no dijo absolutamente nada sobre la visita entre el 8 al 12 de julio 2019 de la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), establecida en marzo de 2018 por el Consejo de Administración del organismo especializado de las Naciones Unidas.
El tema no es para ser ignorado pues desde el año pasado Venezuela integra la lista de países que han sido investigados por violaciones de convenios laborales internacionales. En los 100 años que cumplió OIT, apenas se han creado 13 Comisiones de Encuesta. En su visita, la instancia identificó en el país un persistente hostigamiento a los empresarios, su gremio más representativo (Fedecámaras) y a los sindicatos no afines al gobierno, situaciones que afectan la existencia y la acción de las organizaciones libres e independientes, así como el desarrollo de un diálogo social de buena fe en un ambiente de confianza y de respeto mutuo.
Nada de la FAN
Nicolás Maduro no se refirió a los planes operativos desplegados por la Fuerza Armada Nacional (FAN), ni a las maniobras militares realizadas en cuatro momentos del año. Tampoco incluyó información sobre el desempeño de las empresas que maneja la organización castrense.
El gobernante omitió datos sobre los fusiles presuntamente entregados a los milicianos. En septiembre de 2019, la FAN desplegó los ejercicios militares “Soberanía y Paz 2019”, en los cuales exhibió los misiles antiaéreos Iglas-S, de origen ruso. Los milicianos fueron adiestrados en el manejo de algunos de estos sistemas.
Pero además Maduro no dijo nada respecto a las acusaciones contra miembros de la FAN presuntamente vinculados con la violación de derechos humanos y torturas. En junio de 2019, el capitán Rafael Acosta Arévalo, detenido por presunta conspiración, murió mientras estaba en poder del Estado luego de su reclusión en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). La defensa del militar y sus familiares denunciaron que el oficial había sido sometido a tortura, tratos crueles e inhumanos.
Fuente Talcualdigital.com
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