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Excelente definición de su última temporada: Crítica de ‘Élite 5’ Porno para la generación Z

Esta serie al principio de sus temporadas, ofreció argumentos, contenid, más allá de las formas en que se presentaba cada escena. Hoy, cae en desgracia. Una ficción que comenzó muy bien pero que ha perdido el rumbo…¿O es así que sienten los jovenes el mundo del amor, del sexo, de las relaciones?

La quinta temporada de ‘Élite’, uno de los pilares españoles de Netflix, ya se ha estrenado y es lo que nos imaginábamos: más de lo mismo pero peor.

A los más jóvenes les sonará a chino pero hubo una época en la que las películas porno eran eso, películas. Ahora, aunque hay vestigios de narrativa muy pequeños dentro de la industria del cine para adultos, todo son Onlyfans y sucedáneos, escenas que van a machete y ya.

Pero antes sí había películas porno con ‘argumento’. Normalmente eran comedias con una trama muy simple que hacía de hilo conductor y fomentaba fantasías con situaciones en plan ‘me lío con mi jefe, con mi primo, con el marido de mi hermana…’ Actores malísimos diciendo frases absurdas para, al final, ir a la escena de sexo que es lo que importaba.

Bien, pues ‘Élite’, hoy por hoy, es un poco eso: una excusa narrativa para enseñar carnaza y mostrar sexo  de todos los colores. Es el porno de la nueva generación.

‘Élite’ comenzó siendo un Big Mac; algo no muy sano pero rico y disfrutable. Tenía todos los ingredientes para triunfar y lo hizo. Era una fantasía gozosa y te la colaban gracias a unos personajes, aunque estereotipados, interesantes y con unas tramas tan locas como divertidas (e incluso, a veces, reflexivas).

Pero todo eso se perdió, principalmente, a partir de la temporada cuatro. Ahora, ‘Élite’ es un trozo de carne cruda entre dos mendrugos de pan seco.

Y da rabia porque de verdad que la serie me encantaba. La primera temporada la gocé de manera intensa, la segunda algo menos pero la tercera me volvió a conquistar. Ahora cuesta verla. Llevo cuatro capítulos y no sé si rendirme.

¿Cuál es el problema?  Opino que han ido creando personajes que no interesan,  cuyas motivaciones, o no existen o no se entienden. Así es imposible empatizar con una serie más destinada a cumplir las fantasías sexuales de sus responsables que en contar algo. Y si hay algo que contar, se expone de manera demasiado burda.

Un amigo mío me decía hoy que, al final, le están dando al público lo que quiere: carne. A ver, quiero eso y también una trama. Para eso me pongo una porno y listo. La historia la hacen los personajes y aquí ya no existen.

La quinta temporada de ‘Elite’ es un continuo devenir de decisiones incomprensibles: ‘Te veo, te pongo ojitos y ya me he enamorado’ o ‘Ahora eres el amor de mi vida y a las tres escena te odio sin que haya pasado nada’ o ‘Te violo pero soy un pobre hombre que necesita redención’.

Es que esa es otra, la violación. No voy a hacer spoliers pero es preocupante que una de las tramas principales de la temporada sea un triángulo amoroso en cuya base está un violador mientras que dos mujeres luchan por él. Lo de romantizar el abuso no sé si lo veo…

Que ojo, no hay nadie más entregado a una buena historia de redención que un servidor, pero si se hace que se haga bien, no con un tío que a todas luces no quiere cambiar y que si lo hace es sólo para reconquistar a la mujer que ha agredido. Telita…

Tampoco voy a dictar sentencia porque no he terminado la temporada pero, de momento, en cuanto a ese tema, me está poniendo los pelos de punta. Espero, con todas mis fuerzas, que esa trama se reconduzca.

Bajo el mantra del ‘todo vale’, en esta temporada se meten hasta en una orgía. Con la excusa de la libertad (en una obvia referencia a las restricciones covid) los jovenzuelos de ‘Las Encinas’ se lían todos con todos. Eso sí, muy bien vestiditos y maquillados, en una escena que más que beber, se atraganta con ‘Euphoria’ (serie que, por cierto, puede transitar es lugares parecidos pero que sí que tiene algo que contar).

Da igual que ‘Élite’ venda un mundo de fantasía que no existe. Siempre, como espectador, voy a comprar cualquier cosa que tenga credibilidad. No hace falta ser realista, sólo tener sentido común y lógica. Esta serie es porno con aspiraciones. Poco más.

Fuente Periodistadigital.com

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