Puede que ya conozcas las malas noticias. Es una tragedia: Chile, el país más próspero y estable de América Latina, donde se demostró la bondad del capitalismo en su máxima expresión, se suicidó.
El 19 de diciembre, los chilenos eligieron al izquierdista radical Gabriel Boric como su próximo presidente. No había un comunista radical en el Palacio de la Moneda desde 1973. Es una noticia terrible, no solo para los chilenos sino para todo el continente, que sufrirá las consecuencias del avance de la extrema izquierda.
El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, cuenta con el apoyo de todos los comunistas y estatistas del mundo. Su inminente presidencia garantiza lo siguiente: regulaciones draconianas; extralimitación de la autoridad ejecutiva; impuestos altísimos y restricciones mortales para las pequeñas empresas; Retórica vengativa y odiosa contra la derecha, pero lo más peligroso: pobreza y control social.
Es una tragedia para quienes defendemos el capitalismo. Durante años, hemos utilizado a Chile como un punto de referencia para mostrar cómo el capitalismo conduce a la prosperidad. Sin embargo, con esta elección, no hay duda de que debemos aprender una lección.
No es suficiente que haya gran riqueza, estabilidad y prosperidad. No fue suficiente que Chile sea el país más exitoso de la región. Los chilenos todavía votaron por un comunista radical. Los conservadores de todo el mundo tienen mucho que aprender. Las estadísticas no son suficientes.
¡Esta batalla es cultural y comienza ahora!
Orlando Avendaño
Co Editor en Jefe de The American
Comment here