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Opinión

La humillación a las Fuerzas Militares de Colombia, el asesinato del afroamericano y los precios acordados Por: Gian Carlo Di Martino

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1-. Mafias de “bachaqueros” de gasolina van por el Carnet de la Patria… Veo con preocupación como por las redes sociales desmeritan, y en algunos casos atacan y agreden, a las personas que denuncian las irregularidades que se continúan originando en las estaciones de servicio, con la reactivación y las nuevas medidas del suministro de gasolina. Les exigen con la intención de hacerlos retractar, fotos, videos, audios de los “bachaqueros”, pruebas que a veces no son fáciles de conseguir en el momento del delito. Y que, si se consiguen, en algunos casos, se pueden convertir en un riesgo para el denunciante. Recordemos que estamos en presencia de mafias con amplias complicidades que adquirieron la estatura hamponil de los carteles de la droga. Quizás sea apresuramiento, ligereza de mucha gente, lo sé, pero sepan también que el pueblo nunca se ha equivocado señalando los hechos de corrupción en Venezuela. Soy consciente de que puede haber opositores infiltrados tratando de sabotear la gestión del Gobierno revolucionario, sin embargo, aún ante esta situación, no comparto satanizar la denuncia del pueblo que lleva años soportando las humillaciones del “bacahaqueo” de gasolina, además, el presidente Nicolás Maduro Moros fue muy claro condenando y diciendo que iniciará una investigación, para dar con el paradero de los bandoleros que se dedicaron a la reventa de combustible durante la pandemia. Siendo así, no podemos entonces frenar las acusaciones sobre las evidentes irregularidades que la gente sigue detectando en las estaciones de servicio. Igualmente debemos considerar que las medidas del Gobierno golpearon duro la gigantesca red que se tejió alrededor del “bachaqueo” de gasolina y esas mafias no se van a dar por vencidas muy fácilmente. Con este delito se hizo millonario mucho hampón, que va a batallar en busca de mecanismos que le permitan seguir delinquiendo. Prostituyeron el chip, ya en una oportunidad no se pudo aplicar el suministro de combustible bajo control del Carnet de la Patria y, a mi modo de ver, ahora raspan la olla, para después ir por las nuevas medidas gubernamentales que intentan retomar el control del combustible a través del Sistema Patria. De allí que no está demás advertir desde ya sobre tal situación, en procura de proteger la revolución bolivariana. Que los usuarios de las estaciones de servicio sigan informando sobre los actos de corrupción… Yo sí creo en el pueblo que se solidariza y busca alertar de todas esas maniobras al presidente Maduro, sobre quien injustamente siempre ha recaído la responsabilidad de ese delito cometido a la vista de todo el mundo en las gasolineras de los estados y municipios del país.

2-. Los militares gringos en Colombia …Con respecto al envío a Colombia de la Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad estadounidense, conformada por 800 uniformados, se pretende una invasión militar a Venezuela; lo de combatir el narcotráfico siempre ha sido una excusa. Ya los gringos instalaron unas bases castrenses en territorio neogranadino con el manido argumento, y lo único que consiguieron fue el incremento del cultivo de coca -hecho suficientemente demostrado y documentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)- y que los soldados yanquis les violen las mujeres. En el mundo se sabe que el combate de la droga por parte de EEUU es una falacia; la DEA, el organismo antinarcóticos de ese país devino en el mayor cartel del planeta, el cual controla a los cabecillas de las mafias de otras naciones, e incluso, comercializa los estupefacientes y psicotrópicos en su propio país. Si fuera verdad que los gringos y los colombianos quisieran combatir el narcotráfico, comenzarían por el Palacio de Nariño. El presidente Iván Duque y su amo, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, son los cabecillas de la droga desde las alturas del Gobierno. Y eso se comprueba con solo analizar el escándalo, según el cual los capos de la droga se encargaron de la compra de votos en la costa del Atlántico, para hacerlos ganar la presidencia neogranadina. Reflexionemos además en que Uribe Vélez, así como el actual ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, fueron panas burdas del fallecido Pablo Escobar Gaviria, jefe del Cartel de Cali; el esposo de Marta Lucía Ramírez, actual vicepresidenta de ese país, Alvaro Rincón, es socio del narcotraficante Guillermo Acevedo (a) “Memo Fantasma”. Analicemos también que, al embajador de Duque en Uruguay, Fernando Sanclemente Alzate, le encontraron tres laboratorios de procesar cocaína en su finca ubicada en Guasca, Cundinamarca, en fin, Colombia es un narcoestado, allí nadie combate la cocaína, por el contrario, la procesa desde la siembra, el riego y cultivo de las maticas hasta que se la coloca en las manos a los clientes, previo consentimiento de la DEA. En Colombia, camarada lector, camarada lectora, buena parte de los ingresos de la nación, le entran por concepto del narcotráfico.

3-. Los deseos de los narcoparacos Alvaro Uribe Vélez e Iván Duque… Sabemos que en el país del traidor Francisco de Paula Santander, las decisiones no dependen del Gobierno, sino de la voluntad de los gringos; Colombia es una colonia del imperio norteamericano, de manera que, los 800 militares que les enviaron, es una orden del Comando Sur que se cumple y punto. Así de sencillo. Pero más allá de este aspecto, quiero resaltar que el subpresidente de ese país, Iván Duque, ve con gusto a los militares norteamericanos en su territorio, porque con él y con su amo Uribe Vélez ocurre algo: ellos siempre han querido “meterle mano” a la Patria de Bolívar, pero no les dan los cojones. Alvaro Uribe lo confesó cuando ocupaba el Palacio de Nariño. En una oportunidad se le ocurrió decir públicamente que le faltó tiempo para invadir a Venezuela, y el Gigante Chávez le respondió: “no te faltó tiempo, te faltaron cojones”, y esa es la verdad, lo mismo le ocurre a Duque, él quiere, pero solo no le dan los testículos y entonces ve sonriente la llegada de los soldados gringos. Además, se comprometió con el anticristo Donald Trump, de derrocar a nuestro presidente, Nicolás Maduro, y le quedó mal; no ha hecho más que fracasar en los intentos, y los gringos no perdonan. De cualquier forma, este narcoparaco presidencial debe saber que deseos no preñan, y que para invadir a Venezuela militarmente, tienen que echarle bolas…Y él no las tiene.

4-. Rechazo en Colombia a los militares gringos… El envío de los militares norteamericanos a Colombia provocó el rechazo en muchos líderes sociales y políticos neogranadinos, que tienen pleno conocimiento del entreguismo del Gobierno de Iván Duque a los gringos y de las consecuencias de un posible intento de invadir a Venezuela. La primera en poner el dedo en la llaga en unos tuits fue Piedad Córdoba: “Ya que vienen 800 militares de EEUU a luchar contra el narcotráfico, sería bueno que comiencen con el caso de un narco que financió una campaña presidencial, le decían Ñeñe Hernández (…) La gran conclusión es que para nuestro país sería catastrófico prestarse para ser la plataforma bélica de invasión a Venezuela”, dijo la lideresa social. El excandidato presidencial, Gustavo Petro, en otro trino dice: “No se puede ocultar lo evidente, se prepara una invasión a Venezuela con lo peor: la ayuda del narcotráfico. De hacerse, se forjaría una herida histórica y desastrosa en nuestra Latinoamérica. Solidaridad con La Guajira, Norte de Santander y Arauca”. El senador Iván Cepeda dijo, según publicación de la revista colombiana Semana, que “el arribo de esas tropas representa un verdadero golpe al proceso de paz, porque las operaciones de los militares estarán concentradas en las zonas claves para la implementación del acuerdo”. En ese mismo sentido, dice el Diario Vea de Venezuela, que una inmensa mayoría, de quienes hacen vida en el parlamento neogranadino, exhortaron a Duque a que tuviera en cuenta la norma expuesta en la Constitución Política de Colombia sobre la entrada de tropas extranjeras al país, que debe autorizarse en primer lugar por el Congreso…En suma, los colombianos en el fondo saben que la estrategia de EEUU consiste en utilizar a terceros países, para declararles la guerra a los pueblos libres, soberanos, que tienen dignidad y no se les arrodillan.

5-. La humillación a las Fuerzas Militares colombianas… Da vergüenza la manera como los soldados norteamericanos les colocan, cada vez que quieren, el pie en el cuello a los altos oficiales de las Fuerzas Militares de Colombia. Pero ¿será que ni siquiera hay uno que tenga dignidad? Ahora les llegó la Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad estadounidense conformada por 800 hombres a darles órdenes, y ellos aparentemente gustosos. No tengo otra opinión ante su silencio y ciega obediencia a los uniformados gringos. Nuestro ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, dijo: “Desde nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana vemos con profundo dolor, la humillación constante a la que se ven sometidas las FFMM colombianas con la presencia avasallante de la bota imperial norteamericana”. El general en jefe recordó que primero fue el Plan Colombia, luego el Plan Patriota; aparte de las bases militares. Actualmente, dijo, envían tropas élites con la fachada de la lucha contra el narcotráfico. Así, Colombia es un país ocupado por fuerzas extranjeras, que no ha logrado detener la producción de drogas. El ministro concluyó con una cita del visionario comandante Hugo Rafael Chávez Frías de 2009: “Colombia es, lamentablemente, la cabecera de playa de la estrategia de contención yanqui en la América del Sur y, por supuesto, su base de operaciones […] Estas nuevas bases militares constituyen un peligro real contra la soberanía y estabilidad de la región” … Y yo acoto que “El Gigante” nunca se equivocó con respecto a los narcoligarcas colombianos que se han enquistado en el poder…Llevan incrustada en el alma como estrella fulgurante, la traición del indigno general Francisco de Paula Santander.

6-. El asesinato del afroamericano… No dejan de retumbar en el oído, en la cabeza, en el corazón, en el alma, en todo el cuerpo, las agónicas palabras de George Floyd, suplicando a un policía investido de un impenetrable chaleco xenofóbico, racista, supremacista: “Me duele el cuello. “Todo me duele… agua o algo ¡por favor, por favor, por favor!” “¡No puedo respirar, agente, no puedo respirar!”. Lamentablemente, George pagó el precio de nacer con la piel morena y estar en los EEUU…Ahora, el asesinato de este ciudadano en manos de un policía de Minneapolis, es otra agresión más de las tantas que ejecutan las fuerzas públicas de EEUU contra las personas de esa y otras razas que consideran inferiores… Los gringos llevan en la sangre el odio a los afrodescendientes, a los migrantes, sobre todo latinos; los mexicanos que intentan traspasar la frontera son cazados a tiros igual que a conejos corriendo. Y toda esa agresión se ha elevado con el psicópata Donald Trump, un presidente guerrerista que solo abre la boca para hablar de violencia, destrucción y muerte. Pero más allá de toda esta situación, me preocupa que todavía haya mucha, muchísima gente que en Venezuela siga viendo a los gringos como seres superiores, los más capaces, los más inteligentes, y si se trata de objetos, al decir Made in USA en alguna parte, así sea de la caja o envoltorio, es lo mejor sobre la tierra. Entiendo la transculturación, hemos sido receptores pasivos de toda la basura gringa mediante cualquier mecanismo de penetración, pero creo que ya es hora de abrir los ojos ante la indetenible realidad que nos avasalla. Lamentablemente, en Venezuela hay influencer y terroristas falderos como Leopoldo López, Henrique Capriles Radonski, Antonio Ledezma, María Corina Machado, Juan Guaidó, que ven a los gringos como semidioses y por desgracia son ejemplo para muchos venezolanos. En Latinoamérica encumbrados como Iván Duque, subpresidente de Colombia; Mauricio Macri, expresidente de Argentina; Jair Bolsonaro, presidente de Brasil; Lenín Moreno, presidente de Ecuador; Sebastián Piñera, presidente de Chile, entre otros en el mundo, no solo ven a los gringos como seres inalcanzables, omnipresentes, omnipotentes, sino que son felices cuando el criminal Donald Trump les patea el trasero, los humilla, los veja. La rata Luis Almagro, secretario general de la OEA, es el colmo. Sin embargo, hay uno que les gana; desgraciadamente para Perú, a la presidencia llegó un infeliz que terminó saliendo por ladrón llamado Pedro Pablo Kuczynski, quien se hizo famoso por decir que América Latina es para los EEUU como un perrito simpático, “durmiendo en la alfombrita, no genera ningún problema, como otros países del Medio Oriente”. Ese es el criterio que, dolorosamente, aún prevalece en muchas personas. Aunque, en lo particular, les voy a decir algo, los gringos sí realmente son los mejores, pero asesinando y destruyendo pueblos enteros. Desmembrando hombres, mujeres y niños, gente inocente, ahí no hay quien les gane. Son únicos en el mundo.

7-. Los precios acordados… Para evitar confusiones, aclaro antes de comenzar, que en este segmento solamente me voy a referir a industriales, mayoristas, proveedores, tipo Lorenzo Mendoza, dueño de Polar, no a los honestos con quienes, por fortuna, cuenta Venezuela… Los opositores violentos y desestabilizadores, sobre todo los empresarios y comerciantes golpistas, quedaron como pajarito en grama -mirando para todos lados-, cuando el presidente Nicolás Maduro Moros anunció el incremento de la gasolina e informó sobre el 100% del subsidio al transporte público y de alimentos. La oposición terrorista en pleno, tenía la esperanza de que el máximo líder de la revolución llevara a todos los sectores del parque automotor el combustible a precios internacionales, porque eso le permitiría continuar la conspiración con los precios acordados. Sé que actualmente los empresarios y comerciantes no los respetan, pero ahí está el pueblo vigilante, de testigo, verificando que ellos son los responsables de que no puedan adquirir los productos básicos, y eso tampoco les conviene a esos delincuentes de similar condición hamponil a la del parásito Lorenzo Mendoza, que hacia adentro es tremendo ladrón y hacia afuera finge ser un empresario altruista, intachable, honesto. A los hampones de cuello blanco les encanta robar, saquear al pueblo, pero también mantener una falsa imagen de honorabilidad. Ser el ejemplo bueno del país. Y eso no lo pueden mantener mientras continúen atracando a los compradores con los precios altos…Ya la gente los condena, los ubica y pide cárcel para ellos por ladrones y golpistas.

Gian Carlo Di Martino

Politólogo, profesor, abogado. Ex-Alcalde de Maracaibo. Cónsul de Venezuela en Milán – Italia.  giancarlodimartino2017@gmail.com

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