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Opinión

¡LA IGLESIA CATÓLICA VS COMUNISMO! Por Marlon Jiménez García

En la historia de la civilización occidental, si hay una institución que ha sido perseguida, atosigada y con muchos intentos fallidos para exterminarla, es la Iglesia Católica. En sus inicios, con la presencia de nuestro señor JESUCRISTO, sabemos la furia con la que el imperio romano lo atacó y lo mató para derrotar, de ipso facto, cualquier intento de trascendencia que ese personaje pudiera generar en el mundo.

Se equivocaron, porque ese mensaje quedó plasmado no solo en la mente, sino en la sangre de quienes se propusieron con éxito llevarlo hacia adelante.

Allí jugó un rol protagónico LA PATRÍSTICA: Padres Apostólicos, Apologistas y Catequistas. Durante tres siglos ese número de hombres y mujeres se consagraron a transmitir por el mundo el mensaje de JESUCRISTO, y a pesar de la inclemente persecución incoada contra ellos por el imperio romano, por casi todos los emperadores, pero con la fuerza implacable de Nerón y Diocleciano ninguno.

“Buscarlos y exterminarlos, así estén debajo de las piedras” y no pudieron, hasta que en el año 313, con el EDICTO DE MILÄN se legitimó la actividad religiosa y con el Emperador Constantino en el 325, en el Concilio de Nicea se consolidó para siempre en la historia de la humanidad de esta parte del mundo.

Sin embargo, podemos revisar la diacronía de esa trayectoria y vemos como también, la Iglesia Católica tuvo que enfrentarse a otro tipo de “imperios” durante siglos y también salió airosa en esas confrontaciones políticas, sociales, militares y hasta el SOL DE HOY persiste la guerra ideológica, sobre todo con el comunismo y el fascismo.

Fidel intentó sacarlo a la Iglesia Católica y no pudo, por aquello que es, más fuerte que la fuerza física, como es la FE en el fortalecimiento espiritual, y le tocó, a pesar de la crudeza de la fuerza de la “bota militar”, tener que vivir para siempre con la estructura eclesiástica d la Iglesia Católica.

Chávez en Venezuela, en sus ínfulas del poder absoluto, cometió el error garrafal de enfrentarse a la Iglesia Católica y a sus pastores y eso, acentuó aun más en la sociedad venezolana el prestigio de la Iglesia Católica y el carácter ateo de su persona y del régimen. Recordamos en el Zulia, aquellos momentos de “locura en su liderazgo” cuando llamó a nuestra Virgen del Rosario de Chiquinquirá como BURGUESA.

También percibimos su odio contra la Iglesia y todo lo que ello conlleva cuando se dirigió con ofensas contra nuestro Cardenal Ignacio Velasco QEPD y contra el monseñor del Zulia Parra León QEPD. Cuando el Cardenal Urosa QEPD, en una forma verdaderamente firme, manifestó que el régimen conduce al país al marxismo y al comunismo, simplemente realiza una proposición a la “prudencia política” de los gobernantes con la colaboración leal y responsable de los expertos, de las instituciones, los grupos sociales y los ciudadanos, porque Chávez, de manera imprudente e irracional pretendía liquidar el Estado Social de Derecho vigente en nuestra CN e imponer un estado socialista contrario a ésta.

Chávez cambió de parecer por muchas razones, la más importante es que, estaba por debajo, en todas las encuestas de la IGLESIA. Y luego en estado agónico, después de ser practicante del babalao y otras corrientes ligadas a la santería, vino a Venezuela a visitar el Cristo de la Grita y a participar en actos litúrgicos celebrados en el país por su salud.

El Usurpador Procubano, también es ateo; él es seguidor de la dictadura cubana y no actúa de manera visceral contra la Iglesia Católica, por la experiencia de su predecesor y por razones practicas, la iglesia tiene los mejores colegios que existen en las clases populares de todo el país, mientras que los del Estado son infuncionales; eso es una realidad inocultable.

Si interpretamos cabalmente lo que han venido señalando nuestros obispos, nos damos cuenta que éstos aplican la luz de los principios evangélicos a la cambiante realidad de las comunidades humanas; interpretan, con el auxilio del Espíritu de Dios, los signos de los tiempos e indican proféticamente las máximas necesidades de los hombres, hacia donde camina el mundo y cuales son las grandes rutas por las que hay que buscar una paz social fundamentada en la justicia.

La iglesia, a través de su elevada responsabilidad pastoral, que no s puramente teórica, ni técnica, ni política, genera una gran enseñanza a la sociedad venezolana que tanto necesita en estos aciagos momentos.

En Nicaragua, el dictador Daniel Ortega, que ha tenido problemas con la iglesia, que hasta el PAPA Juan Pablo II intervino favorablemente en su primer gobierno y las aguas llegaron a su cauce natural; en ese tiempo Ortega respetaba (¿??) la CN de su país y aparentaba ser un demócrata, hasta que llegó nuevamente al poder y allí “sacó el ateísmo que siempre lo ha acompañado”; primero, se reeligió violando todos los preceptos constitucionales; segundo, inhabilitó y apresó a los opositores que le podían ganar las elecciones y se erigió como dictador formalmente, ahora, ya consolidado en el poder, está en el animo de exterminar de la faz de la tierra nicaragüense a todo lo que huela a la Iglesia Católica.

El Pueblo nicaragüense es católico al máximo; a él no le interesa y ha llagado a un nivel de barbarie contra la sagrada misión ecuménica de la iglesia en su rol de apostolado. El principal problema que, va a tener que afrontar es el hecho que la iglesia tiene más colegios que el propio estado en las zonas populares y universidades de avanzada académica; éstas últimas ya fueron cerradas y ahora va por las primeras.

El adoctrinamiento es la filosofía de acción del dictador, por encima del conocimiento y la educación integral de la sociedad. Ese es un error gravísimo; cuando la sociedad despierte de esta pesadilla, allí va a actuar. La iglesia no está derrotada, está silente, por ahora;  y pronto despertará esa fuerza espiritual que pondrá de rodillas al dictador, veremos los acontecimientos por venir.

La Iglesia Católica desde León XIII y su encíclica Rerun Novarum, en continuidad hasta hoy, pasando por Juan Pablo II y si encíclica Laborem Exercens, han fijado posición clara e inequívoca contra el marxismo, comunismo, fascismo, capitalismo, neoliberalismo, porque en sus dimensiones ideológicas ejercen violencia hasta el punto de alterar la misión de la República y de los ciudadanos.     

La reacción de la Iglesia Católica no es la guerra ideológica, ni política; será algo más grande de lo que podemos esperar; es la FE en un cambio por la consciencia social.

Recuerden: HAY COSAS MÁS IMPORTANTE QUE LA PAZ, Y PEORES QUE LA GUERRA.

Profesor Universitario

Marlons.jimenez55@gmail.com

@marjimgar

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