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La Renuncia, Por Levy Benshimol


En lo político, sin entrar en las bellezas literarias del poema de Andres Eloy Blanco, “La Renuncia”, vamos al libre entender e interpretar “La Renuncia”, bajo el cristal político, que esta poesía posee, y que en estos días del acontecer político venezolano tiene plena vigencia al producirse estas renuncias: la del Gobernador del estado Barinas, Argenis Chávez, que por razones de perdida electoral, renuncia al cargo, y al silencio partidista; la de los miembros Consejo Nacional Electoral, renunciaron a sus funciones que le establecen la Ley Electoral y la Ley de Los Partidos Político al no recontar los votos; a los Magistrados de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, al renunciar a la justicia al no declarar ganador de los comicios al candidato opositor, al Rector Suplente del CNE, Francisco Martínez, al renunciar y por razones personales, al renunciar Julio Borges al cargo de Comisionado para Relaciones Internacionales de la presidencia interina de Juan Guaidó, a ellos se les debe aplicar esta la estrofa de “La Renuncia”. ” He renunciado a ti no era posible, fueron vapores de la fantasía son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía…”
“La Renuncia”, del poema de Andrés Eloy Blanco, no debe ser aplicada a aquellos que renunciaron a sus debida funciones, sino que también debe aplicarse “La Renuncia”, a los candidatos al cargo de Gobernador de Barinas, que no tienen opción de triunfo, al no renunciar a sus aspiraciones políticas, y perjudicando con su actitud personalista e intereses partidistas al pueblo barines, que clama por un cambio y otros que en estos momentos deben renunciar son los abstencionistas a sus posturas fundamentalistas de no votar que con todo sus derechos de hacerlo, pero, si en esta oportunidad se abstiene estarán contribuyendo al triunfo de lo que ellos no desean que continúen en la gobernaciones de Barinas; antes esas situaciones aplica el verso de La Renuncia “Yo me quedé mirando cómo el río se iba poniendo encinta de la estrella hundí mis manos locas hacia ella y supe que la estrella estaba arriba”..
La renuncia del Gobernador Argenis Chávez, a su cargo a ha generado dentro de su organización partidista y en el alto gobierno, perplejidad, incertidumbre, incomodidad, enfrentamientos, dado a que un Chávez, ha renunciado al poder, por haber perdido las elecciones en un estado baluarte del chavismo, esta renuncia de Argenis Chávez, fue solapadamente criticada públicamente por el Vicepresidente del PSUV, en un programa de la televisión estatal, esa aptitud del Vicepresidente del PSUV, hizo a el exgobernador Chávez, renunciar al sigilo que ponen las normas de esa organización y el alto gobierno su militancia y respondió públicamente dicha denuncia y en este particular Argenis Chávez aplicó ese veros del poema “La Renuncia”, “Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo. Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño; desbaratando encajes regresaré hasta el hilo. La renuncia es el viaje de regreso del sueño.
La renuncia de Argenis Chávez al cargo de gobernador, ha hecho aflorar la real situación de crisis interna dentro del PSUV, en Barinas, al no aceptar la militancia chavista de ese partido la imposición alguna de candidato para el cargo de gobernador, pero a pesar de ello, y a lo “Jalisco”, le designaron las altas esferas del partido y del gobierno un candidato y en este escenario aplica el verso de la poesía “La Renuncia”. “Como el marino que renuncia al puerto y el buque errante que renuncia al faro y como el ciego junto al libro abierto y el niño pobre ante el juguete caro”.

Los renunciantes a sus funciones como gobernador, como los miembros del Consejo Nacional Electoral, como los Magistrados de la Sala Electoral del Tribunal Supremo, como el Rector Suplente del CNE, y como Julio Borges como Comisionado para Relaciones Internacionales de la presidencia interina de Juan Guaidó, han de aplicarse por sus actuaciones este verso de “La Renuncia”. “Como el marino que renuncia al puerto y el buque errante que renuncia al faro y como el ciego junto al libro abierto y el niño pobre ante el juguete caro”.
Y a todos los renunciantes y los que han de renunciar, solo les quedas aplicarse los versos finales de “La Renuncia” del poeta Andres Eloy Blanco. “He renunciado a ti, y a cada instante renunciamos un poco de lo que antes quisimos y al final, ¡cuántas veces el anhelo menguante pide un pedazo de lo que antes fuimos! Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo. Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño; desbaratando encajes regresaré hasta el hilo. La renuncia es el viaje de regreso del sueño”.

Levy Benshimol R.
CNP 269

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