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Opinión

La Universidad no muere, ni morirá Por Marlon Jiménez

No hay fuerza humana ni ideológica que pueda acallar la fuerza de la academia, de la investigación, de la ciencia y la autonomía de acción de las universidades del país, especialmente de nuestra amada L.U.Z. La dificultad de las universidades autónomas ha sido la confrontación entre la mentalidad militar autocrática (El USURPADOR Procubano se mantiene en el poder gracias a ellos, a cambio de actividades delictivas e impunidad)  y la academia; los militares y el régimen son profundamente anti intelectuales, y su conjunción, en el caso venezolano, con el comunismo y fascismo se convierte en un coctel mortal para destruir.

Desde 1958 hasta 1998 las universidades autónomas vivieron un momento estelar en la sociedad venezolana; la democracia desarrollada en ese período de tiempo coadyuvó con la universidad para que éstas se convirtieran en las paladines del desarrollo estructural del país, y de hecho, en la consolidación de la clase media venezolana, como una de las mejores del mundo, En ellas, la pluralidad política y la confrontación ideológica no soslayó su fortaleza institucional; por el contrario, permitió su inalienable misión en desarrollar la academia, la investigación, la extensión, en un ambiente de plenitud democrática; y la autonomía funcional y administrativa siempre tuvo el respeto del Estado constituido y jamás se le restringió su presupuesto para tales fines.

Los civiles, comunistas y fascistas, que están desde la llegada de la “malvada” Revolución del Siglo XXI, en el poder político, a quienes se les llamaba con el término de “ñángaras”; en su vida como dirigentes universitarios, defendían de los gobiernos de turno, hasta con su vida, la autonomía universitaria; llegaron a ser profesores, empleados, obreros y en esa misma dinámica participativa con libertad, se constituyeron en tiempo y espacio en dirigentes gremiales, y obviamente, lograron el control de las mismas siendo: Rectores, Vicerrectores, Secretarios, Decanos, Directores, Miembros de los Consejos Universitarios, de Facultad, de Escuela, de los gremios y asociaciones sindicales de todos sus trabajadores, y en gran medida con los movimientos estudiantiles dirigieron las federaciones y centros de estudiantes de las universidades y también en el co-gobierno universitario y paremos  de contar, el poder casi absoluto que llegaron a tener.

A pesar de la preeminencia de los “ñángaras” en el poder de las universidades, la pluralidad política siempre fue auténtica ¡no le permitimos otra cosa! jamás se pretendió modificar lo que constitucionalmente estaba taxativamente expuesto para el funcionamiento universitario, y los gobiernos nunca le negaron los recursos para su funcionamiento. Los sueldos de los universitarios en los años 70, 80 y 90 (entre 1200 y 3000 $) eran de los mejores del continente, sino el mejor.

Con la llegada del “arañero de sabaneta” -donde se dio a conocer por un “Golpe de Estado” asesinando civiles y militares para derrocar a un Presidente democrático las cosas comenzaron a cambiar; a este Sr. no le gustó la Universidad libre, autónoma, democrática, plural y potestativa, él no conoció la universidad, fue un militar decadente y tenebroso, de los llamados “mala conducta”. Comienza, como táctica ideológica (bajo el asesoramiento de los cubanos, sin duda), el ataque frontal a sus dirigentes; los gremios (FAPUV, otros) están casi aniquilados; la reducción o ahogo presupuestario para que pierdan su esencia filosófica de gestión; los sueldos pasan a ser de hambre, miserables en toda su dimensión, sin importar los sacrificios realizados por aquellos hombres y mujeres que han llegado para formar las nuevas generaciones, es decir, el difunto no quiso nunca la libertad de pensamiento, sino la ubicuidad mental en lo ideológico.

El USURPADOR Procubano, (pero con más fuerza de penetración de decisiones por los cubanos, a los cuales obedece obsesivamente), sigue los pasos de su predecesor, con el respaldo de los “ñángaras”, esos, que usufructuaron la universidad autónoma de otrora, y que hoy son sus enemigos viscerales de aquella donde se formaron, que les dio la oportunidad de supervivencia y de calidad de vida para ellos y su familia. Del USURPADOR, no podemos esperar una posición contraria por razones obvias; él no conoce la universidad, nunca fue a ella, no sabe lo que es esa manera de hacer política, donde “el otro no es un enemigo, sino un divergente de pensamiento y que ambos son la totalidad”. El USURPADOR Procubano, definitivamente “odia” a la universidad y a quienes la defienden; esa inmensidad de hombres y mujeres que entregaron su vida, y la siguen entregando por hacer de Venezuela un país de primer mundo; donde el talento brille por doquier y la Universidad sea el pilar útil y necesario para el desarrollo integral de la sociedad.

El USURPADOR, se QUITÓ la careta; los universitarios somos un obstáculo para el control social y político y, por lo tanto, hay que “exterminarlos” de la faz de la geografía nacional y la mejor manera es acentuar su miseria, atacando su salario y sus beneficios socio- económicos. Como ESTOCADA FINAL, después de acabar con toda la esencia de beneficios adquiridos con su talento, para el desarrollo físico y espiritual de su núcleo familiar durante toda la mal llamada IV república, traspasó al MONEDERO PATRIA, el irrisorio salario devengado, con la pérdida automática de sus derechos laborales; como una manera de deshacerse de ellos de manera definitiva del presupuesto nacional y para desmoralizarlo. Todos, activos y jubilados pasamos a ser, para los comunistas y fascistas en el poder “piltrafas humanas”. Y para dar el puntillazo nombró a la TRACALERA (así la conocemos los venezolanos, sus abusos son irreversibles) TIBISAY LUCENA como ministra de Educación Universitaria; una mujer harta conocida, inescrupulosa e ineficiente, resentida social y alienada comunista, inmoral y con mucho amor por los “verdes” (no son los copeyanos ni los ambientalistas, por cierto), de ser residente de Catia, hoy vive en el  Caracas Country Club, A ella se le ordenó, para que sacara de “cuidados intensivos” en donde se encuentra la Universidad Venezolana, y “muriera” en su agonía integral que la acogota; inmediatamente, a éste espécimen se le ocurrió “la brillante idea” de NO PAGARLE el Bono Vacacional ni el Bono Recreacional a sus trabajadores y terminarlos de desmoralizar y los que aún quedan en el país, tomen las fronteras en estampida y no regresen más nunca. Si esto hubiese ocurrido en la IV república, hoy, VENEZUELA sucumbiría bajo las llamas producidas por los ñángaras.         

Sin embargo, el USURPADOR no conoce, por razones obvias, de lo que somos capaces los universitarios. En esta hora de mengua, estamos y estaremos, “per secula seculorum”, en pie de lucha; defenderemos la autonomía de la universidad, defenderemos con el alma nuestros derechos laborales, NO ACEPTAREMOS su muerte o una “intervención ideológica” bajo ningún concepto. Si siguen con ese cuento, se va a levantar, ¡no lo duden! un ¨monstruo¨ de impredecibles consecuencias, no solo en el ámbito político, sino en lo estructural. A la Universidad, nunca, la pondrán de rodillas. Se lo juro. LA UNIVERSIDAD NO MUERE, NI MORIRÁ, LOS QUE DICEN QUE MURIÓ, DEJARON DE SER UNIVERSITARIOS YA….

Profesor Universitario

Marlons.jimenez55@gmail.com

@marjimgar



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