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Opinión

Los duros cambios que vienen Opinión por @PedroAranguren

  1. Donald Trump, ¿un fiasco?

Donald Trump fue una gran sorpresa, un tsunami como lo definió muy bien el apesadumbrado senador Marco Rubio cuando el hoy presidente lo venció en su patio de Florida la misma noche en que se realizaron las elecciones primarias. Sí, un genio, pero hay genios con tantos talones de Aquiles que se estropean en su disparatada carrera hacia las estrellas. 

Pues bien, desde su elección de presidente hasta hoy tenemos muchas cosas claras, porque mucha agua ha corrido debajo de los puentes de la política de Washington bajo su afanado y estresante mando. 

Vamos a resumir su mando de esta manera: Se le ha ido la vida amenazando con incendiar el mundo, pero ha sido puro bla bla, pues el líder de Corea del Norte, luce de buena salud, lo mismo que los líderes iraníes y hasta Maduro ha podido sortear la andanada de amenazas que le ha lanzado. 

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Donald Trump

Su gran promesa, hagamos grande a los Estados Unidos, está  en veremos. 

Y de paso los demócratas están estrechando el cerco en torno a su cabeza con un juicio político, que han venido impulsando paso a paso, jugando con los tiempos políticos para ver si lo hacen dar un traspiés en plena carrera de reelección. 

Pronóstico, el presidente Trump ganará la carrera de la reelección, pero en su segundo mandato se le complicarán las cosas, porque tiene un talón de Aquiles muy aguzado, a pesar de su genio para saber vender, y saber venderse sobre todo él, no conoce, por falta de experiencia de política, los intríngulis más ocultos de la política, saber hacer aquello que para los ojos de los mortales no tiene importancia: la sincronización perfecta de los tiempos entre el decir y un hacer, en el que muchas veces se requiere pasos para adelante y para atrás, y hasta pasos laterales, para que los goles puedan entrar pese a la férrea oposición de los encarnizados enemigos. 

¿Pero será Donald Trump un tigre de papel?

2.Maduro, ¿duro de matar?

Muchos creían que Nicolás Maduro no alcanzaría a comer hallacas este diciembre desde la presidencia, porque entre febrero y abril muchos lo veían caído bajo el impulso de un Juan Guaidó goloso, escudado en la batería implacable a que lo sometía el presidente Trump. 

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Nicolás Maduro

Pero ya nadie duda que comerá hallacas desde Miraflores en diciembre de 2019, y aunque esté maltrecho por las sanciones que le ha impuesto el imperio, para un político sobrevivir es lo máximo después de estar rodeado por todas partes. 

Y voy con mi pronóstico, y sobrevivirá también al 2020.

3. FAES, una amenaza pública

Se escuchan sotto voce más y más casos de personas que han sido víctimas de alcabalas policiales “fantasmas” a manos del Faes, que le han quitado los pocos dólares que llevan consigo, sometiéndole a un vulgar chantaje de ser sembrados si no entregan por las buenas los dólares decomisados. Sabemos que no es una “política” de la institución como tal, pero de que está sucediendo está sucediendo, ante las narices de las autoridades de inteligencia del estado que deben hacer algo para impedir que esta delincuencia organizada siga accionando contra los ciudadanos de la gran Caracas. Delito grave, utilizar las armas del estado para delinquir.

4.El fracaso de los “profetas” de la política y Hugo Chávez Frías 

Recordemos que cuando Henry Ramos Allup llegó a la presidencia de la Asamblea Nacional, muy engolosinado él, lanzó la promesa a los cuatro vientos que Maduro sería desalojado de la presidencia antes de seis meses… y Juan Guaidó dijo, muy eufórico, en su momento que la ayuda humanitaria entraría sí o sí. Yo me pregunto, ¿cómo se atreven los políticos a meterse a pitonisos sin realmente serlos? 

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Hugo Chávez

En cambio, Hugo Chávez tuvo mayor visión cuando a cada rato repetía que él gobernaría hasta el 2021, y por más que  su vida llegó a su fin en el 2012, puede haber un mensaje encriptado en eso de repetir incesantemente que dejaría el poder en el 2021; para los que les gusta descifrar los mensajes encriptados, vale la pena meterle lupa a lo que el “Comandante eterno” predijo. 

Hay quienes son visionarios en verdad, y están los otros, los habladores de gamelote que cuando están eufóricos sueltan profecías a diestra y siniestra, obra de las descontroladas emociones y no porque en verdad estén viendo algo con meridiana claridad.

5. ¿Por qué la izquierda enciende América Latina?

Primero fue Ecuador, después Chile… ¿quién vendrá luego?

La izquierda, con su discurso a favor de los pobres  y en pro de la justicia, y contra los males del capitalismo, siempre ha tenido mucha cancha y sintonía, soslayada una y otra vez por la derecha tradicional. Olvidan que si de algo el mundo sufre es de injusticia, sobre todo, en América Latina donde los pobres es la capa gruesa de la sociedad, víctimas de las exclusiones más feroces y  desigualdades muy profundas. 

Y por lo demás, la izquierda ha demostrado ser  muy torpe gobernando pero muy eficaz desde la oposición. 

¿Estos “incendios” revoltosos podrán ser analizados sabiamente desde las oficinas del poder por  quienes son insensibles al sufrimiento de las mayorías? No, han demostrado estar incapacitados para ponerse en los zapatos de quienes sufren a diario una vida dura y siniestra de injusticia desde que nacen. 

6.Los duros cambios que vienen 

El mundo está convulso en todas partes. 

En Gran Bretaña el brexit mueve las entrañas de esa sociedad profundamente conservadora. En Estados Unidos, Trump se niega a que sus funcionarios acudan a comparecer ante el poderoso Congreso, algo que era impensable que un presidente pudiera hacer. 

América latina no cesa de estar con dolores de parto. Todo se mueve, todo cruje bajo sus pies. 

Venezuela es una tierra que está profundamente convulsa, con una Asamblea Nacional diezmada, con un gobierno cercado por las sanciones de Estados Unidos, con una población sufriendo los rigores de una pobreza atroz, asfixiante, terriblemente dura cada día más. 

Además, con una oposición diezmada hasta no más, profundamente dividida, que no ha estado ni está a la altura del drama que el país vive, a pesar de las buenas intenciones de muchos. 

Pronóstico, a pesar de  este cuadro, nos acercamos a grandes cambios en el país, que deben estar marcados para el 2021, pero no es un cambio para “quítate tú, para ponerme yo”, si no que serán cambios estructurales, porque accederá una nueva manera de pensar la política y de hacerla, que dé al traste con la raída manipulación que desde la izquierda y la derecha tradicional se hacen, valiéndose de los males del contrario para reinar. La izquierda medra de los males que el capitalismo deja a su paso, y por su parte, la derecha se nutre de las opresiones del socialismo. 

Renacerá un país después de profundos dolores de parto, porque vendrá una luz (ya se está posando una luz sobre las tinieblas), que traerá la tan debatida y calumniada verdad, un mundo de justicia y mucha abundancia, bajo una doctrina crística, porque los tiempos de Apocalipsis que muchos cínicos y escépticos soslayan, será una era profundamente revolucionaria, donde las utopías sacadas de los sombreros mágicos de pavorosas ideologías, se quedarán cortas para  lo que viene. 

Pero hay que recordar al respecto lo que Dios le exigió a Josué como correspondencia a su bendición, “lo único que te pido es que te esfuerces y seas valiente”. 

El poder dejará de ser instrumento de opresión, para pasar a ser instrumento de justicia y prosperidad para los que hoy muerden el polvo de la pobreza. 

Estamos comenzando a pisar la franja de una nueva civilización, la revolución de la conciencia crística. 

Santo Tomás diría, ver para creer; sí claro, hasta los ciegos lo verán. 

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