“Nefasta y decadente”, así conceptualiza José Fleitas, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora, la intervención que se auspició desde el gobierno chavista en contra de la casa de estudios superiores más importante de Cojedes, Portuguesa, Apure y Barinas.
De esa medida, que marcó la ruina progresiva de la Unellez, se cumplen hace 20 años y la misma se llevó a cabo mediante el decreto número 18 del Consejo Nacional de Universidades. Fleitas recuerda que cuando el Consejo Nacional de Universidades decretó la nefasta medida de intervención, se declaró la falta absoluta del segundo rector electo por el voto popular de los universitarios de los cuatro estados (Osman Buitrago), quien de esa manera quedó fuera de esa casa de estudios.
En su lugar llegó un hombre de dilatada academia, pero quien se convirtió en el principal cómplice de un gobierno que tenía como intención la destrucción de esta casa de estudios.
Ese personaje tiene nombre y apellido: Solano Calles Paz.
“Debemos recordar que las autoridades que encabezaba Calles Paz tenían carácter de interinas y con vigencia hasta que mediante elecciones se nombraran las nuevas autoridades en un lapso de 6 meses. Eso fue un engaño, pues esas elecciones nunca se celebraron y 20 años después la comunidad universitaria las sigue esperando”, dijo el dirigente gremial.
Indicó Fleitas que con la intervención la Universidad comenzó un proceso de deterioro y desvío total de su misión.
“La misión indicaba que la Unellez era una institución pública de Educación Superior, dinámica, en permanente contacto con las corrientes del pensamiento, flexible y adaptable al ensayo de nuevas estructuras organizativas y orientaciones metodológicas en el ámbito académico. Estaría siempre al servicio de la nación venezolana y contribuyente de su desarrollo sustentable, en un ambiente de libertad, justicia, democracia y solidaridad, a través de sus actividades de docencia, investigación, extensión y producción”, recordó nuestro entrevistado.
Recordó el titular de Apunellez que gracias a la misión que marcaba su ruta, la Unellez se convirtió en una de las casas de estudios superiores más importantes del país. Sin embargo, todo eso fue neutralizado por el burocratismo, la falta de claridad ideológica y la escasa voluntad política por parte de los nueve rectores interventores y sus equipos directivos, quienes legaron al cargo en los últimos 20 años por su afinidad a la revolución bolivariana y no por méritos académicos.
Tarquino González Concho
PERIODISTA
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