El Tigre, 4 de junio de 2020
“Sin lucha no hay progreso” Frederick Douglas (1818 – 1895) Reformador social, abolicionista, orador, escritor y estadista estadounidense.
Una de las banderas de los sectores llamados “progresistas y de izquierda”, que hoy ejercen el poder de facto en el país, era la indexación salarial. Aspiraban y, parecía lógico, que los salarios, se fueran ajustando automáticamente de acuerdo a los índices de inflación calculados y emitidos por el BCV. En tiempos de democracia, los salarios eran más o menos aceptables y, el reclamo era para fortalecerlos más, aunque tenían, un buen poder adquisitivo. Proposición e iniciativa encantadora. No hay dudas.
También se adelantó una campaña, asegurando que a los trabajadores, le habían robado las prestaciones sociales. Mentira: lo que se eliminó fue, por suerte, la acumulación por años de servicio de ese beneficio contractual buscando salvaguardar su poder adquisitivo. El cálculo y pagó era anual y, los trabajadores a destajo, una vez concluido su tiempo, aunque fuese de 1 día, entraba en el cálculo de la liquidación. Esa es la verdad.
En 21 años que ya tienen en el poder los sectores “progresistas y de izquierda” no sólo le robaron las prestaciones sociales a los trabajadores, le esquilmaron el salario, desaparecieron todos los beneficios contractuales, las cajas de ahorro, los fondos de pensiones, los seguros de salud y a los sindicatos los domesticaron y gobiernizaron al extremo de que, los convirtieron en caricaturas vergonzosas del poderoso movimiento sindical venezolano. Los trabajadores petroleros, que era privilegiados, por ahora, tienen al núcleo familiar sobreviviendo en medio de penurias. El empobrecimiento es total.
Luego de este crimen colectivo contra los trabajadores, todos deben estar convencidos, que fue una treta discursiva de los sectores “progresistas y de izquierda” para pescar incautos y, llevar a la más humillante miseria a toda la clase trabajadora (grupos, en la otrora pujante Guayana, peleándose por un pollo). Indicativo de que, hoy más que nunca, se justifica la indexación salarial, pero en dólares. No se puede continuar con una economía dolarizada y con sueldos y salarios en bolivitas devaluados e ínfima cantidad. El salario mínimo no alcanza para un kilo de queso. Es una miseria socialista.
El sector laboral venezolano, fundamentalmente los del sector público, petrolero e industrias básicas de Guayana, deben reorganizar sus sindicatos, elegir verdaderos y auténticos líderes y luchadores sociales y con ellos al frente, exigir la libertad de sus compañeros, el libre funcionamiento de sus organizaciones y la discusión de sus beneficios laborales y contractuales. Independencia de acción. Es la única forma de liquidar el estado de miseria generalizado de los trabajadores y poner fin a los sindicatos gobierneros. Es imperativo.
Todas las luchas de los trabajadores deben iniciarse exigiendo y logrando la indexación salarial en dólares y luego ir avanzando, sin pausa, en la restitución de todos los beneficios contractuales de los cuales, disfrutaron durante la democracia. Es hora de la lucha por las justas reivindicaciones y el progreso o este régimen hambreador los termina de matar de hambre. No tienen otra opción ¿O sí?,
Por: José “Cheo” Salazar
@Cheotigre
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