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Reportaje Cruel: Aventura amorosa le costo morir enterrado vivo

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MUNDO CRUEL

Asaltado, apaleado y enterrado vivo tras acudir a una cita sexual trampa con una mujer a la que conoció en una red social

Tomado de Periodista Digital

Era informático, tenía 54 años, estaba separado, tenía un hijo y le perdió el deseo de una aventura.

El asesinato de José Antonio Delgado Fresnedo, vecino de Getxo (Vizcaya), en una falsa cita sexual acordada en la provincia de Zaragoza ha destapado la existencia de un grupo criminal dedicado al robo que captaba a sus víctimas a través de una aplicación de contactos y de una mujer que utilizaban como cebo.

La Guardia Civil ha detenido ya a dos facinerosos -uno de los apaleadores y la tía que ofrecía ‘follar a destajo’- por el asesinato del informático vasco, cuyo cadáver ha sido hallado en una población cercana a Zaragoza.

El desventurado José Antonio Delgado Fresnedo, tras ser asaltado y golpeado brutalmente, fue enterrado vivo y murió asfixiado.

Todo indica que no es un caso aislado. El vasco fue víctima de una banda que se había especializado en asaltar a hombres con los que se citaba una mujer que hacía las veces de cebo, a través de una conocida red social de contactos.

La existencia de dos denuncias previas de varones, que aseguraron haber caído, tambien en la provincia de Zaragoza, pero que, sin embargo, salvaron sus vidas tras ser golpeados y amordazados apuntaba al mismo grupo criminal.

José Antonio Delgado se desplazó el pasado 6 de septiembre de 2019 a la capital aragonesa y contactó con la mujer, que le pidió que le llevara a un sitio apartado para mantener el encuentro sexual y en el que se vio sorprendido por tres hombres que le asaltaron y lo molieron a golpes.

No murió a consecuencia de los golpes, que fueron muchos y brutales. Lo metieron en el maletero de un vehículo y lo sepultaron a las afueras de la localidad de Pedrola, donde fue descubierto semienterrado hace unos días por un vecino que paseaba por la zona. Los forenses encontraron tierra en sus pulmones, lo que indica que agonizó lentamente, en su tumba.

El titular del Juzgado de Instrucción nº 9 de Zaragoza encargado del caso mantiene desde entonces las investigaciones bajo secreto para facilitar la identificación y localización de los autores del crimen, a quienes la Guardia Civil atribuye otros dos robos ocurridos meses atrás en idéntica zona mediante el mismo sistema pero en los que, sin embargo, las víctimas consiguieron salvar la vida.

En los tres casos denunciados, la mujer utilizada como cebo contactó con sus víctimas a través de la referida aplicación de citas para quedar con ellas en lugares públicos como estaciones de tren o gasolineras a fin de ganarse su confianza.

Posteriormente, con la excusa de mantener el encuentro sexual pactado, la mujer les conducía a un lugar alejado donde le esperaban sus cómplices para atarles y amordazarles y robarles tanto sus vehículos como tarjetas bancarias, dinero y material electrónico.

Un sistema que, sin embargo, se torció en el caso de José Antonio Delgado, que murió a manos del grupo a su llegada al lugar pactado con su cómplice.

Al parecer, el robo del vehículo, un Mercedes S220 rojo de alta gama que la víctima mostraba en su perfil en una red social, pudo captar la atención de la banda y provocar el contacto a través de una mujer que le ofreció relaciones sexuales.

Tras el crimen, el coche fue robado por el grupo, puesto a la venta en internet a mitad de su precio, y denunciada la operación por el comprador ante la Guardia Civil al negarse los presuntos autores del crimen a entregarle los papeles del vehículo después de haber pagado la mitad de su precio.

Labores de rastreo de las tarjetas permitieron constatar que fueron utilizadas por el grupo en poblaciones próximas, pero inicialmente no servía para facilitar su identificación, ya que fueron realizadas con los rostros ocultos bajo prendas diversas.

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