El régimen en Venezuela, para mantenerse en el gobierno, avanza hacia una dictadura abierta, que ha para-militarizado el ejercicio del poder político.
No queda ninguna duda que Nicolás Maduro y su gobierno son responsables del dominio más importante de la dictadura castrista.
Maduro, fracasado en su disfraz de presidente, ahora ensaya el de comandante y la peligrosidad de la dictadura venezolana se hace evidente interna e internacionalmente como una amenaza para toda la región.
El chavismo le entregó el país a Cuba y la falsa oposición insiste en que los Castro sean parte de una “salida”.
De no ponerle fin a la dictadura, la cubanización podría empeorar.
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