Vente Venezuela: Ante las amenazas del régimen, intimidación, más fuerza

Hoy, las casas y sedes de más de 23 dirigentes políticos en al menos 12 estados del país amanecieron con pintas que amenazan con agredir su integridad física. Los autores firman como la “furia bolivariana”, una frase acuñada por Nicolás Maduro y otros miembros del régimen.

Sin duda, esto responde a una estrategia coordinada por la jefatura del Estado criminal-terrorista para intimidar y amenazar a toda la sociedad venezolana, en un momento en el que intentan ocultar la verdad por el peligro del avance del Coronavirus y la ebullición imparable de los ciudadanos en la calle frente al caos económico en nuestro país.

Además, sabemos que es una respuesta a las acusaciones judiciales de Estados Unidos contra 14 miembros de la corporación criminal por “narcoterrorismo”, y esto también queda demostrado al empoderar, como hoy, a grupos armados irregulares que funcionan a la sombra del poder para ejecutar estas acciones.

Frente a tanta maldad, nuestra respuesta es una: más fuerza. Enviamos nuestra solidaridad a cada familia y activista político señalado en esta ola de amenazas, en especial a Miluzma Bolívar, secretaria política de Vente Guárico; a Eleazar Betancourt, coordinador de Formación de Cuadros de Vente Yaracuy y a toda la Dirección Ejecutiva de Vente en El Tigre, estado Anzoátegui. Hacemos responsable al régimen de lo que pueda ocurrir con cada uno de ellos o con cualquier otro detenido este 29 de marzo, como Rómulo García y Víctor Silio, y el perseguido Rafael Rico.

Cada una de estas violaciones de derechos humanos, que atentan contra la integridad personal y la inviolabilidad del domicilio, nos orientan a ratificar una vez más nuestra absoluta convicción en que avanzamos juntos en la ruta correcta para desmontar a este sistema mafioso cada vez más débil y acorralado.

Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional democrática a seguir avanzando con las acciones concretas para proteger y salvaguardar la vida de los venezolanos, hoy amenazados por una pandemia, pero también por un régimen sin escrúpulos que no escatima en nada.