WASHINGTON (AP) — Estados Unidos desplegará tres buques de guerra Aegis con misiles guiados en las aguas frente a Venezuela. Esto forma parte del esfuerzo del presidente Donald Trump para combatir las amenazas de los cárteles de drogas latinoamericanos, según un funcionario estadounidense al tanto de la planificación.
Se tiene previsto que el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson lleguen pronto. Así lo dijo el funcionario, quien no estaba autorizado para comentar y habló el martes bajo condición de anonimato.
Un funcionario del Departamento de Defensa confirmó que los activos militares han sido asignados a la región en apoyo de los esfuerzos contra el narcotráfico. El funcionario, que tampoco estaba autorizado para comentar sobre la planificación militar, señaló que los buques serían desplegados “a lo largo de varios meses”.
El despliegue de destructores y personal de Estados Unidos se produce mientras Trump ha impulsado el uso del ejército.
Su objetivo es frustrar a los cárteles a los que culpa por el flujo de fentanilo y otras drogas ilícitas en las comunidades estadounidenses.
También los culpa por perpetuar la violencia en algunas ciudades de Estados Unidos.
Trump también ha presionado a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para que coopere más en materia de seguridad que su predecesor.
Específicamente, quiere que sea más agresiva en la persecución de grupos del narcotráfico. Pero ella ha trazado una línea clara en lo que respecta a la soberanía de México. Ha rechazado sugerencias de Trump y otros sobre la intervención del ejército estadounidense.
En febrero, Trump designó como organizaciones terroristas extranjeras a la pandilla Tren de Aragua de Venezuela y la MS-13 de El Salvador. Además, incluyó a seis grupos con base en México. Su gobierno republicano también ha aplicado con mano dura las leyes migratorias contra presuntos pandilleros.
La designación normalmente se reserva para grupos como Al Qaeda o el grupo Estado Islámico. Estos grupos utilizan la violencia con fines políticos, no para organizaciones criminales centradas en el dinero como los cárteles latinoamericanos.
Pero el gobierno de Trump argumenta que las conexiones y operaciones internacionales de los grupos justifican la designación.
Estas incluyen el tráfico de drogas, el contrabando de migrantes y los avances violentos para extender su territorio.
A principios de este mes, el gobierno de Trump anunció que duplicaría a 50 millones de dólares la recompensa por el arresto de Maduro. Lo acusa de ser uno de los mayores narcotraficantes del mundo. Afirma que trabaja con cárteles para inundar a Estados Unidos con cocaína mezclada con fentanilo.
La oficina de prensa del gobierno de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios de The Associated Press sobre el despliegue de los destructores. Sin embargo, sin mencionar los buques, el ministro de Relaciones Exteriores, Yvan Gil, caracterizó las acusaciones de tráfico de drogas del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela en un comunicado emitido el martes.
“Que Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región”, señaló Gil en el comunicado.
“Mientras Washington amenaza, Venezuela avanza con firmeza, en paz y soberanía. Demuestra que la eficacia contra el crimen se logra respetando la independencia de los pueblos… Cada declaración agresiva confirma la incapacidad de imperialismo para doblegar a un pueblo libre y soberano”.
El lunes, el presidente venezolano Nicolás Maduro dijo que Estados Unidos había aumentado sus amenazas contra Venezuela. Además, anunció que iba a ordenar el despliegue de más de 4,5 millones de milicianos en todo el país. Las milicias fueron creadas por el entonces presidente Hugo Chávez para incorporar voluntarios. Ellos pudieran asistir a las fuerzas armadas en la defensa de ataques externos e internos.
“El imperio se volvió loco y ha renovado sus amenazas a la paz y a la tranquilidad de Venezuela”, expresó Maduro en un evento en Caracas. No mencionó ninguna acción específica.
En 2020, durante la primera presidencia de Trump, Maduro fue acusado en un tribunal federal de Nueva York junto con varios aliados de cargos federales de narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína. En ese entonces, Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su arresto.
Coninfomación de apnews.com
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