El entendimiento y la libertad están intrínsecamente conectados, ya que el conocimiento (la capacidad de entender) es fundamental para ejercer la libertad de manera significativa. El entendimiento permite discernir las causas que nos condicionan, mientras que la libertad es la capacidad de actuar según la propia voluntad, asumiendo la responsabilidad por nuestras elecciones. El entendimiento amplía la libertad: cuanto más entendemos las causas que nos afectan, mayor es el rango de opciones que percibimos y sobre los cuales podemos actuar con libertad. La política en el mundo occidental (con mínimas excepciones, solo en el mundo del comunismo) es la vía expedita, prudente y racional para lograr entendimiento o conciencia sobre el significado pleno de la libertad.
El poder es una vocación política; la política la hacen los seres humanos en una sociedad y ésta última es fuente inagotable de estructuración normativa. Maquiavelo en su obra cumbre “El Príncipe”, dibuja con claridad meridiana la capacidad descriptiva que tiene ese ser humano, para entender y actuar, para ajustar, en el campo de la entelequia filosófica, la praxis política de la realidad que le incumbe. El universo desarrolla velocidades infinitas y sus movimientos apenas son imperceptibles; el mundo avanza de manera irrefrenable hacia un contexto impredecible; la democracia trota espacios intermedios configurados, hacia su perfectibilidad; mientras tanto, “el comunismo y el fascismo caminan por senderos de obscuridad, de terror y muerte”.
En ese contexto de apariencia irrefrenable, es la vida andante de los venezolanos, en el caso que nos atañe. El caos se ha apoderado, hace brecha en una sociedad renuente a persistir en él. La desesperanza nutre las entrañas profunda de muchos, convirtiéndose a la vez en una subyugación del alma, pero el entendimiento en estado latente se renueva por la brisa recibida con una fuerza considerada como divina. La oscilación del tiempo desfallece repentinamente, a veces, nos traslada al más allá o ¿quien sabe adónde?. El sol resplandeciente como siempre, siempre imperecedero, siempre como hace millones de centurias, eleva la esperanza del espíritu, pero siempre desaparece y allí llega el terror y la muerte.Qué hacer para que todos seamos impertérritos? Despertar el entendimiento libertario, ese estimulado por las luchas de independencia que yace adormecida y que necesita renovarse con un liderazgo actualizado y potencialmente genuino. Un cambio, es urgente, la sociedad venezolana perece bajo en influjo de la angustia desesperada por el ocaso intermitente cercano que subyace a su alrededor y que, cuando suena con ruido ensordecedor, puede conducirnos a dejar de un lado el vaivén continuo de la obscuridad que nos agota física y espiritualmente. La fuerza de la victoria del 28 de julio con la elección del Dr. Edmundo González Urrutia, bajo el liderazgo apoteósico de nuestra Premio Nobel de la Paz, es la única salida reconfortante en la sociedad, no hay otra.
Ésta impronta detallada que expondremos llegó a su final:
El USURPADOR3,electo por primera vez el 14 de abril de 2013 por una mínima diferencia sobre Capriles, (fue un fraude ejecutado entre gallos y medianoche) y luego reelecto en “otras elecciones fraudulentas”. Éstas elecciones nunca fueron reconocidas por la sociedad democrática nuestra ni del mundo, celebradas en mayo de 2018.
Allí perdió en ese corto tiempo el capital político heredado; y hoy, es un tipo fracasado, desprestigiado y rechazado por los mismos que alentaron en otrora al “encantador de serpientes”; entre otras razones por sus mentiras, por no cumplir sus promesas electorales, por no escuchar jamás los gritos y deseos del pueblo, por sus reiterados fracasos y por su política de indiferencia y pasividad ante el sufrimiento de los ciudadanos, la corrupción, las denuncias sobre el narcotráfico y sobre el Tren de Aragua (nos afecta como país, allí están nuestros inmigrantes sufriendo los embates de esos hechos nefastos) sobre personeros del régimen comunista, fascista y mafioso y familiares suyos, el abuso de poder que está envenenando la economía y la política; además, por permitir que los cubanos tomaran el control integral de su régimen y ser un obnubilado seguidor de las políticas impuestas por ellos. El USURPADOR3 y candidato derrotado no escucha nada ni a nadie.
No escucha los consejos del país: economistas especializados y con experiencia en el campo de la micro y macroeconomía, universidades, de la Academia de las Ciencias Económicas, Sociales y Políticas, de los trabajadores, de los empresarios, en fin de la sociedad civil en general, que le pide de manera urgente un cambio total y absoluto en los lineamientos, que de manera ideológica, ha venido primando en la economía en los últimos 26 años, para sacar del atolladero, casi criminal, a los venezolanos. El régimen comunista, fascista y mafioso destruyó el aparato productivo (sector privado y los que se robaron), cuestión que se manifiesta directamente en una hambruna, en la ausencia de medicinas vitales para la vida, tanto en niños como en adultos, además de la inflación que desangra la poca capacidad salarial del pueblo (el salario mínimo más bajo del mundo 0,48$ y que ha perdurado por más 1000 días. PDVSA quebrada por el manejo irresponsable y el latrocinio que, se hizo de sus recursos (ingresos de más de 1 billón de dólares), dilapidados de manera abrupta para vender una ideología decadente, asesina y todo lo que eso significa en el deterioro ético del régimen, que coadyuvó de manera superlativa en el estado de TRAGEDIA NACIONAL y desmadre estructural del país.
Hay tres tipos de sordos en política: los que no escuchan por arrogancia, los que no oyen por cobardía y los que no escuchan porque son cretinos o imbéciles; el USURPADOR3 y candidato derrotado cumple en su patología política con los tres. La economía persiste en “consultas oncológicas”, debido, también, a la carga burocrática que es insostenible e incosteable. 5 vicepresidencias y más de 40 ministros y viceministros es una prueba de ello; sin meter los “vagos y maleantes” del PSUV, que detentan un salario solo para salir a hostigar en la calle a los que se oponen al régimen. El daño realizado es irreversible, se necesitarían políticas económicas audaces e inteligentes para iniciar un proceso de cambio. Declarar una Emergencia Económica manteniendo los mismos esquemas obsoletos ideológicos, por ejemplo, como la planteada ante la AN, no conduce a ningún otro lado, sino a la hecatombe definitiva y total del país y al canibalismo.
La renuncia del USURPADOR3 y candidato derrotado de inmediato; es una opción valedera y de mucha fuerza en la actualidad, es lo mejor que le pudiera ocurrir al país y a su pueblo. Es imposible que a estas alturas, con el deterioro inconmensurable de la calidad de vida ciudadana y con la incompetencia gubernamental, se puedan abrir espacios para un cambio. No es fácil que la renuncia se de voluntariamente, en él no hay entendimiento de la realidad; él está viviendo una utopía psíquica, patológica, con una ausencia objetiva de silogismo en sus propias decisiones que va a conducir, en el corto plazo a su “dimisión” (otra referencia) empujada desde sus propios compañeros del régimen con la excusa de: “salvar a la revolución”. De esa manera, evitaríamos una confrontación que son impredecibles en sus consecuencias, porque el pueblo hará respetar el resultado del 28 de julio de 2024.
La sociedad democrática venezolana no va a permitir otro fraude, venga de donde venga más. La furia bolivariana desatada por el régimen de manera inconstitucional y la arbitrariedad realizada por el Estado, para tal fin, es otro reto que habrá que enfrentar en los próximos días, El régimen y el PSUV quieren perpetuarse por las malas en el poder y descalifican al pueblo y no le ven capacidad de enfrentarlos con decisión y coraje. Se equivocan, ya comenzó de manera inequívoca la gesta libertaria. Ahora SÍ hay una líder con el liderazgo y un pueblo que la acompaña, “hasta el final”, para irrumpir contra la ignominia y la barbarie para cambiar este modelo político propio de tiempos cavernícolas. No hay vuelta atrás. ENTENDIMIENTO Y LIBERTAD, es la consigna.
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