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La astrologa Alina Rubí nos explica la relación entre Trump y Putin

Las cartas astrológicas de Donald Trump y Vladimir Putin explican por qué su relación es tan polémica y al mismo tiempo estratégica. Ilustración cortesía de Alina Rubi

La relación entre Donald Trump y Vladimir Putin ha sido motivo de debate en la arena internacional. Pero más allá de la política, si analizamos sus cartas astrológicas, encontramos una dinámica que explica por qué su vínculo es tan polémico y al mismo tiempo tan estratégico.

Por un lado, hay aspectos que muestran comunicación fluida y comprensión mutua.

Ambos líderes parecen captar rápidamente las intenciones del otro, generando una sintonía que facilita negociaciones. No es casualidad que, durante sus encuentros, se perciba cierta química política y personal.

Sin embargo, la otra cara de la moneda revela choques de poder. Sus cartas muestran una competencia constante, donde la ambición y el deseo de imponerse generan tensiones. Esto explica por qué su relación nunca es del todo estable.

Lo que hoy es cooperación, mañana puede transformarse en rivalidad.

Astrológicamente, se observa que sus energías combinadas reflejan capacidad de influir en decisiones internacionales, ya sea en geopolítica o estrategias de poder. No obstante, también existe el riesgo de que su alianza se desborde hacia excesos o enfrentamientos que alteren el equilibrio mundial.

La sinastría entre Trump y Putin no habla de amistad convencional, sino de una relación kármica y estratégica.

Estaban destinados a encontrarse, a desafiarse y a impactar la política global. Ya sea como aliados circunstanciales o como rivales en un tablero de poder que trasciende fronteras.

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Los aspectos astrológicos que marcan su relación son duales.

Por un lado, favorecen acuerdos y estrategias conjuntas. Por el otro abren la puerta a choques de ego y luchas de supremacía. Parece que estuvieran predestinados a trabajar juntos. Sin embargo, al mismo tiempo condenados a retarse continuamente. En política internacional eso significa que cualquier movimiento entre ellos puede tener repercusiones mundiales.

La carta de Putin muestra a su Sol, Saturno, Neptuno y Mercurio en Libra en la casa doce, en cuadratura con Urano.

Esta combinación lo vuelve impredecible, calculador y con inclinación hacia el secretismo. Rasgo que coincide con su pasado en la KGB. Su Luna en Géminis dentro de la octava casa refuerza el misterio y la manipulación estratégica. El Ascendente y Venus en Escorpión potencian su magnetismo y capacidad de control. Mientras que Plutón muy cerca del Medio Cielo subraya su vocación de poder.

A nivel material, Júpiter en la séptima casa en Tauro le otorga suerte a través de alianzas. Mientras que Marte en la segunda casa señala conflictos financieros.

Lo interesante aparece al comparar estas posiciones con la carta de Trump.

El Júpiter de Putin se ubica sobre el Medio Cielo de Trump, favoreciendo su reputación y conectando la vida pública de Trump con oportunidades de riqueza para Putin. Pero el Marte de Trump cae en el Medio Cielo de Putin. Esto introduce tensiones en su imagen pública.

Además, Marte de Putin se encuentra cerca de la Luna de Trump y en oposición a su Sol, energizando y estresando al presidente.

Aunque los planetas en Libra de Putin se acercan al Júpiter de Trump, la ubicación en casa doce limita ese beneficio. Además, Saturno cerca de Júpiter restringe aún más las ventajas.

Aun así, Trump parece sacar más provecho gracias a los buenos aspectos de su propio Júpiter con su Sol y su Luna.

Un repaso a la carta de Trump confirma su carácter impulsivo.

Con Ascendente en el último grado de Leo, busca constantemente atención.

Su Sol y Urano en Géminis, opuestos a la Luna en Sagitario, lo hacen impredecible. Marte sobre su Ascendente refuerza acciones bruscas, mientras que la cuadratura entre Mercurio y Neptuno intensifica la confusión mental y los proyectos poco realistas.

Además, la falta de planetas en Tierra evidencia ausencia de paciencia y de sentido práctico.

La conjunción de Saturno y Venus apunta a problemas kármicos en las relaciones. Aunque su carta también refleja cercanía con sus hijos y una buena posición económica, pese a riesgos de pérdidas por imprudencia.

La conexión entre Mercurio y Neptuno aparece en ambas cartas, revelando capacidad para manipular la verdad. Putin lo hace de forma calculada, mientras Trump lo manifiesta como un impulso descontrolado. Al unir sus cartas, los planetas de Putin en Libra forman un trígono con la conjunción Sol-Urano de Trump. Esto crea una base natural para la colaboración. Sin embargo, la Luna Negra de Trump sobre el Ascendente de Putin, en oposición a su Luna, añade desconfianza y tensión. Desde la astrología kármica, los nodos sur de ambos alineados con Marte sugieren encuentros en vidas pasadas. Probablemente como enemigos que ahora vuelven a cruzarse para cerrar cuentas pendientes.

Ejemplos actuales, como la reunión en Alaska sobre la guerra de Ucrania, muestran cómo esta dinámica personal se proyecta en la política internacional.

Júpiter de Putin elevando el Medio Cielo de Trump refleja el impulso que pudo darle en proyección global. Mientras que el Marte de Trump sobre el Medio Cielo de Putin marca tensiones y choques públicos. Una energía doble: cooperación y confrontación, alianza y rivalidad.

Lo inquietante es que este vínculo no solo los afecta a ellos.

La sinastría entre Trump y Putin se proyecta en millones de vidas, en la economía global, en los acuerdos energéticos y en el rumbo de los conflictos actuales. Más allá de simpatías o juicios, lo cierto es que su conexión trasciende lo individual y lo político. Es un lazo escrito en las estrellas, pero jugado en la tierra con consecuencias enormes.

Con información de El Nuevo Herald de Miami

Puedes contactar a Alina Rubí, astróloga y coaching espiritual, llamando al 305-842-9117 o visitando su sitio web www.esoterismomagia.com.

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