El ex vicepresidente de Chávez, Elías Jaua: “…aspiro ver a Martha Lia Grajales, junto a sus familiares y compañeros de lucha y que se rectifique para que este tipo de prácticas no vuelvan a ser usadas”
Un mensaje que circula por WhatsApp, escrito por Elías Jaua Milano, denuncia la detención de Martha Lia Grajales, activista de derechos humanos del colectivo Surgentes. El viernes 8 de agosto, la Policía Nacional Bolivariana la retuvo tras una manifestación pacífica frente a la sede de Naciones Unidas en Los Palos Grandes, Chacao. Grajales apoyaba a madres de jóvenes detenidos tras las protestas postelectorales del 28 de julio de 2024. Tras 48 horas sin información sobre su paradero, Jaua exige a las autoridades ubicarla y garantizar su seguridad.
Jaua destaca la trayectoria de Grajales y su esposo, Antonio González Plessmann. Ambos son defensores de los derechos de los más humildes. González es conocido desde hace 35 años en la Escuela de Sociología de la UCV. Además, contribuyó a la reforma policial impulsada por Hugo Chávez y a la fundación de la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES).En 2014, Surgentes defendió ante UNASUR la actuación del Estado venezolano frente a la violencia de la ultraderecha.
Martha Lia Grajales: lucha por los derechos humanos

Martha Lia Grajales lleva años defendiendo los derechos de jóvenes, obreros, campesinos e indígenas. Su detención ocurrió durante una manifestación pacífica en solidaridad con madres de detenidos. Según testigos, la Policía Nacional Bolivariana la subió a una camioneta sin identificación, generando incertidumbre. Jaua, amigo de Grajales y González, reclama transparencia y justicia. “No comparto todas sus posturas políticas, pero su honestidad es incuestionable”, afirmó, destacando su compromiso revolucionario y autónomo.
Un llamado a proteger los derechos humanos
Jaua subraya la necesidad de unir al país contra amenazas externas, como una posible agresión militar extranjera. La detención de Grajales, según él, refleja prácticas que deben erradicarse. Pide a las instituciones del Estado informar sobre su paradero y garantizar su libertad. “Que lo injusto no nos sea indiferente”, sentencia, evocando los ideales democráticos de Chávez. La lucha de Grajales y Surgentes por los derechos humanos debe inspirar acciones que fortalezcan la justicia y la unidad nacional.
QUE LO INJUSTO NO NOS SEA INDIFERENTE.
A Antonio González Plessman lo conocí en la Escuela de Sociología de la UCV, hace 35 años, como un activista de izquierda por los derechos humanos. Es lo que ha hecho a lo largo de su vida política. Ha promovido, defendido y luchado por los derechos humanos, especialmente los de los más humildes de esta tierra. Jóvenes de los barrios, obreros, campesinos, indígenas.
Participó junto a su colectivo por los derechos humanos en la amplia consulta para la reforma policial convocada por el Comandante Chávez. Los aportes de este equipo de trabajo en la nueva legislación en la materia resultaron tan valiosos. Como resultado, el Presidente Chávez les encomendó, junto a otros y otras defensores populares de derechos humanos, el diseño y fundación de la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES).
En el año 2014, como colectivo de derechos humanos, realizaron ante los cancilleres de UNASUR una exposición sustentada. Esta exposición trató sobre la correcta actuación del Estado venezolano en materia de orden público frente a la insurrección violenta convocada por la ultraderecha aquel año.
Martha Lia Grajales, su esposa, también es defensora de derechos humanos de larga trayectoria.
Fue una activa participante de todos los procesos antes señalados. Sin embargo, fue detenida el pasado viernes 8 de agosto. Esto sucedió tras una manifestación pacífica de solidaridad con las madres de los jóvenes de las barriadas populares que fueron privados de libertad durante los eventos posteriores a la elección del 28 de julio de 2024. La manifestación ocurrió frente a la sede de las Naciones Unidas, en Los Palos Grandes, Chacao.
Según testigos presenciales, fue retenida en una alcabala de la Policía Nacional Bolivariana.
Luego fue subida a una camioneta sin identificación. Tras más de 48 horas sin saber de su paradero, debo honrar la amistad y la justicia. Solicito de las instituciones del Estado, competentes en el asunto, que ubiquen e informen dónde está Martha Lia Grajales. Además, ella es integrante del colectivo por los derechos humanos Surgentes.
No comparto todas las opiniones y actuaciones políticas de los compañeros y compañeras. Sin embargo, no tengo dudas de su honestidad en la defensa de los derechos humanos de los más humildes. No importa la opción política de estos. Además, veo su condición revolucionaria; su actuación autónoma de cualquier agencia o Estado extranjero y su independencia de cualquier factor político interno.
Finalmente, considero que las crecientes y graves amenazas contra la Patria crecen día a día.
Nos deben convocar a reunirnos en torno a los sueños y a los principios que nos permitieron abrir un camino democrático popular bajo el liderazgo del Comandante Chávez. En lo inmediato, aspiro ver a Martha Lia Grajales junto a sus familiares y compañeros de lucha. Es importante que se rectifique para que este tipo de prácticas no vuelvan a ser usadas contra ningún ciudadano o ciudadana en Venezuela.
El esfuerzo principal del Estado venezolano debe ser unir a todo el que pueda ser unido contra la auténtica amenaza que significa una eventual agresión militar extranjera.
“Que sea humana la humanidad”.
Con información de Por Prensa Punto de Corte
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