SAN BENITO DE PALERMO: 500 AÑOS DE DEVOCIÓN
Desde que la Orden Franciscana introdujo en la región occidental venezolana en el siglo XVII el culto a San Benito de Palermo, con el objetivo de evangelizar a los esclavos africanos que trabajaban en las plantaciones del Sur del Lago de Maracaibo, se dio inició a una veneración que se diseminó hacia la Cuenca del Lago de Maracaibo y los estados andinos, incluso llegando hasta los estados Lara y Yaracuy; una veneración que se ha mantenido durante varios siglos y sigue siendo una parte importante de la cultura religiosa del estado Zulia.
Cerca de celebrar los 500 años del nacimiento del alegre y bondadoso San Benito de Palermo, prevista para este 27 de diciembre, la dirección informativa del portal web El Regional del Zulia, ve propicia la fecha para presentar una edición digital especial sobre la vida y obra del Santo Negro, con motivo de los 34 años de fundación de este importante medio digital en la Región.
Dentro de este colorido trabajo periodístico se destacarán muchos aspectos de la cultura zuliana que se entrelazan con el culto a San Benito, donde se ensambla una de las procesiones religiosas más importantes del país, ya que aglutina a miles de feligreses, que, encabezados por sus cofradías de chimbángueles y al ritmo de tambores, rinden honores a la vida de sacrificio que este venerado Santo Africano ofreció a Dios; siendo una multitudinaria y autentica manifestación de fe que irradia fuerza y energía fervorosa a lo largo de las costas del lago de Maracaibo.
Además de recordar la vida de este monje franciscano que entregó su vida por los necesitados, se escuchará la voz de la alta representación eclesiástica del Zulia para destacar una veneración matizada de milagros, promesas y un exquisito ritmo de tambores.
Alcalde Yonis González
EL CHIMBANGUELE ES NUESTRA IDENTIDAD
El chimbanguele representa una de las expresiones culturales más antiguas de nuestro pueblo y forma parte de ese patrimonio que ha logrado sobrevivir en distintas comunidades de nuestro municipio como los pueblos de Santa María, Gibraltar, San José, San Antonio, Bobures, San Francisco del Pino, El Batey, San Juan, entre otros; a lo largo de más de 400 años de historia.
Para el alcalde del municipio Sucre, Yonis González, el arraigo del chimbanguele está presente en más de 22 comunidades sucrenses en las cuales se aprecian grandes celebraciones, sobre todo en la época decembrina. “Por ejemplo el 25 de diciembre todos a chimbangalear en El Batey, mientras que el 27 todos sabemos que la cita chimbangalera es en los pueblos santos: Santa María, San Antonio, San Francisco del Pino, y por supuesto, Gibraltar”.
González destaca que en cada uno de esos pueblos hay un vasallo destinado a preservar y fomentar esa manifestación afrocatólica, que además representa uno de los elementos de la identidad del pueblo sucrense.
“Un acontecimiento que para mí es histórico y mundial, es el que celebramos en la capital del municipio, Bobures, todos los primero de enero, cuando el chimbanguele sale a sus calles desde la mañana hasta altas horas de la noche para celebrar lo que para todos es la bienvenida al Nuevo Año. Ese día los sucrenses amanecen chimbangaleando”, expresa con orgullo la primera autoridad civil del municipio.
Destaca el burgomaestre que los asistentes a estos eventos, nativos y visitantes, pueden disfrutar de los golpes tradicionales para honrar a San Benito de Palermo como lo son: el ajé, el chocho, el cántica, chimbangalero vaya, el san gorongomé y el misericordia Señor, que conforman la dinastía chimbanguelera que diferencia e identifica el tambor de estas tierras costeras con el resto de los tambores con los que se rinden culto al Santo Negro.
Con respecto a la conmemoración de los 500 años del nacimiento de San Benito de Palermo, agrega el alcalde González, que el año jubilar 2024 decretado por la iglesia católica para conmemorar la fecha, ha representado para los sucrenses el reencuentro y el reconocimiento de los orígenes de esta manifestación folklórica, que ha formado parte de la vida cotidiana de los hijos del municipio Sucre. “También ha sido este año jubilar una oportunidad para reafirmar la fe y colaborar con la preservación del gentilicio sucrense, y de esa gran herencia que habremos de dejar a las futuras generaciones”.
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