El Banco Mundial ha emitido una advertencia inquietante sobre el posible impacto de la escalada de tensiones entre Israel y Hamás en Oriente Medio. Según el informe «Perspectivas de los Mercados de Productos Básicos del Banco Mundial», si la violencia se intensifica, los precios del petróleo podrían adentrarse en «aguas desconocidas», con graves consecuencias para la economía mundial y, en particular, para el costo de los alimentos.
Hasta la fecha, los efectos en los precios del petróleo han sido moderados, con un aumento del 6% desde el inicio del conflicto. Sin embargo, el informe del Banco Mundial señala que el panorama cambiaría drásticamente si se produjera una “interrupción media” en el suministro de petróleo, equiparable a las interrupciones experimentadas durante la guerra de Irak.
En ese escenario, el suministro mundial de petróleo podría disminuir entre 3 y 5 millones de barriles diarios, lo que podría llevar a un aumento de los precios del petróleo de hasta un 35%.
En el caso de una “gran perturbación”, similar al embargo petrolero árabe de 1973, la disminución del suministro mundial de petróleo podría alcanzar entre 6 y 8 millones de barriles diarios, lo que llevaría a un aumento de los precios del petróleo de entre un 56% y un 75%. Esto se traduciría en precios del petróleo de entre 140 y 157 dólares por barril.
Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, señaló que la invasión rusa de Ucrania ya ha tenido efectos perturbadores en la economía mundial, y si se produce una escalada en Oriente Medio, el mundo enfrentaría una doble crisis energética por primera vez en décadas.
La economía mundial se vería sometida a la presión no solo de la guerra en Ucrania, sino también de los disturbios en Oriente Medio.
El aumento de los precios del petróleo tendría un impacto directo en los precios de los alimentos.
Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial, advirtió que un encarecimiento significativo del petróleo resultaría en un aumento de la inflación de los alimentos, lo que afectaría especialmente a los países en desarrollo.
“Una escalada del último conflicto intensificaría la inseguridad alimentaria, no solo en la región, sino en todo el mundo”, afirmó Kose.
El conflicto en Oriente Medio ha generado preocupaciones adicionales debido a la posibilidad de una escalada.
A medida que Israel y Hamás intercambian ataques y las tensiones aumentan, existe el temor de que la situación pueda desencadenar una guerra más amplia en la región. Los líderes de Hamás han solicitado la ayuda de sus aliados, como Hezbolá en Líbano, que cuenta con el respaldo de Irán.
La situación se ha vuelto aún más tensa con la incursión de tanques y la infantería israelí en Gaza, junto con el anuncio del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de una “segunda fase” de la guerra.
Estos desarrollos recientes subrayan la gravedad de la situación y la posibilidad de que el conflicto se agrave.
Si bien algunos analistas argumentan que Estados Unidos no sufrirá una escasez masiva de petróleo debido a su producción récord de crudo, la interconexión de la economía global significa que cualquier disrupción importante en el suministro de petróleo tendrá consecuencias en todo el mundo.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias económicas de la guerra entre Israel y Hamás, señalando que, aunque hasta ahora no se han observado efectos globales significativos, una escalada del conflicto podría tener un impacto más grave en la economía mundial.
Fatih Birol, Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, ha planteado preocupaciones adicionales sobre la seguridad de las opciones energéticas basadas en petróleo y gas en el contexto actual de tensiones y conflictos.
La combinación de la invasión rusa y los episodios de violencia en Oriente Medio ha aumentado la incertidumbre en el mercado energético global.
En resumen, la advertencia del Banco Mundial sobre los riesgos económicos asociados con la escalada de precios del petróleo y alimentos debido al conflicto en Oriente Medio es un recordatorio de la interconexión de la economía mundial y la necesidad de abordar de manera urgente las tensiones geopolíticas que amenazan la estabilidad económica.
La comunidad internacional debe vigilar de cerca la situación y buscar soluciones pacíficas para evitar un escenario de “aguas desconocidas” en el mercado del petróleo y sus impactos globales.
Traducción e información libre de DHH sobre nota de AP
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