El expresidente de EEUU continuó obteniendo resultados inferiores a las predicciones de los encuestadores durante el Supermartes.
Si algo hemos aprendido sobre la política estadounidense en la era de Trump, es lo siguiente: los encuestadores casi siempre yerran.
En la previa al Supermartes, Trump había logrado resultados inferiores a los sondeos publicados en cada gran contienda primaria. Foto: (Jordan Gale/The New York Times).
Cuando el multimillonario y desarrollador inmobiliario irrumpió en la escena política hace ocho años, las encuestas de opinión pública tendían a subestimar sus apoyos, lo que sugirió la existencia de “votantes secretos de Trump”, reticentes a admitir públicamente su preferencia por un candidato tan polarizador.
No obstante, algo curioso ha ocurrido en el camino hacia la convención republicana de 2024. Los encuestadores siguen errando, pero ahora en sentido contrario.
En la previa al Supermartes, Trump había logrado resultados inferiores a los sondeos publicados en cada gran contienda primaria.
En New Hampshire, las encuestas previas a la primaria le daban una ventaja sobre su única rival, Nikki Haley, de casi 18 puntos porcentuales; sin embargo, ganó por 11.
En Carolina del Sur, le sacaba 28 puntos a Haley, pero solo ganó por 20. En Michigan, los sondeos indicaban 57, pero su victoria fue por “solo” 42 puntos.
A pesar de encaminarse hacia la victoria en el Supermartes, Trump demostró una notable capacidad para atraer a los votantes republicanos a un ritmo significativamente menor al anticipado.
Veamos el caso de Virginia, un estado que se observó con particular interés anoche, ya que el equipo de Haley consideraba que podía atraer a republicanos moderados e independientes de los suburbios del norte, colindantes con Washington, DC.
Las encuestas previas a la votación siempre colocaban a Trump con una ventaja de 60 puntos sobre Haley, quien solo era la preferencia de aproximadamente el 15% de los republicanos encuestados. Sin embargo, Haley alcanzó casi el 35% de los votos, reduciendo la brecha a 30 puntos respecto a Trump.
Este fenómeno se replicó a lo largo y ancho del mapa del Supermartes.
En algunos estados, la diferencia fue asombrosa. Por ejemplo, en Vermont, la última gran encuesta publicada antes de la votación del martes mostraba a Trump adelante por 61-31. Sin embargo, Haley se llevó la victoria.
En otros estados, como Texas, la discrepancia entre los sondeos y los votos para Trump apenas fue de 5 puntos porcentuales.
Vistos de manera aislada, estos resultados podrían atribuirse a diversas circunstancias.
Algunos de estos estados contaron con muy pocas encuestas previas al día de la elección; otros realizaron primarias “abiertas” que permitieron a demócratas participar en la contienda republicana. Pero, en conjunto, se desprende un patrón:
Más que un “votante secreto de Trump”, ahora parece haber un “votante secreto anti-Trump” disperso por el país.
Lo primero que hay que mencionar sobre los “votantes secretos anti-Trump” es que su existencia no debería sorprender a nadie.
Ya se hicieron notar en las elecciones intermedias de 2022, cuando un Partido Republicano, que se esperaba obtuviera grandes mayorías en la Cámara de Representantes y recuperara el control del Senado, no logró ninguno de los dos objetivos.
El segundo punto es que estos votantes tienden a agruparse en los suburbios prósperos, tradicionalmente considerados bastiones de los candidatos republicanos.
Con su preferencia por bajos impuestos y una regulación mínima, los suburbios estadounidenses han sido feudos republicanos naturales, especialmente en momentos de descontento electoral con la economía de EEUU.
No obstante, el comportamiento errático de Trump y su desprecio por las normas democráticas han provocado un cambio notable en los patrones de votación en estas circunscripciones.
Además, existe una creciente evidencia de que las mujeres republicanas en estos suburbios se han vuelto aún más contrarias a Trump debido a la decisión de la Corte Suprema de 2022 de revocar los derechos al aborto.
Incluso en feudos republicanos por excelencia, hay reportes de mujeres cada vez más preocupadas por acceder a procedimientos básicos de obstetricia y ginecología en un contexto legal precario para sus médicos.
No es difícil comprender por qué podrían optar por votar en contra de Trump, no revelando sus intenciones a los encuestadores.
El equipo de Trump tenía motivos para celebrar en la noche del Supermartes, tras contundentes victorias a lo largo del mapa electoral.
Sin embargo, estos resultados también dejaron al descubierto vulnerabilidades en la candidatura del expresidente. La elección de 2024 se decidirá en los suburbios.
Comunidades que antes eran firmemente republicanas en las afueras de Atlanta, Filadelfia y Phoenix ya no lo son tanto.
Si estos “votantes secretos anti-Trump” se decantan por Joe Biden en noviembre, los encuestadores que ahora muestran al presidente en ejercicio rezagado respecto a su antecesor, tendrán que admitir su error una vez más.
Peter Spiegel – Financial Times.
Derechos de autor – Financial Times Limited 2024.
Lee el artículo original aquí.
Comment here