Estudiantes y otras personas han interrumpido campus en todo el país, exigiendo que las universidades desinviertan de fondos vinculados a Israel.
Por Washington Post
Olas de protestas lideradas por estudiantes se han desplegado en campus universitarios de todo el país en las últimas semanas, con la demanda clave de que las escuelas corten lazos financieros con compañías que facilitan la guerra de Israel en Gaza.
En respuesta a las protestas, las escuelas han cancelado clases y alterado ceremonias de graduación, arrestado y suspendido estudiantes, llamado a la calma y al fin de las interrupciones, y en algunos casos se han comprometido a atender algunas de las demandas de los manifestantes.
Orígenes de la protesta
Las concentraciones y vigilias en el campus por las víctimas de la guerra en Gaza han interrumpido las universidades desde octubre y se intensificaron el 17 de abril, cuando estudiantes de la Universidad de Columbia establecieron un campamento de solidaridad con Gaza.
Docenas de escuelas en Estados Unidos rápidamente siguieron el ejemplo.
Los campamentos fueron algunas de las manifestaciones más visibles del movimiento de protesta, y han sido el sitio de arrestos por parte de la policía del campus y, en algunos casos, municipal.
Los oficiales también han respondido a los manifestantes que ocupan edificios universitarios.
Varios presidentes universitarios, incluidos los de Columbia, Indiana y Northwestern, han enfrentado llamamientos a renunciar por su respuesta a las protestas en los campus.
Los llamados a la renuncia han venido de manifestantes a favor de Palestina que han denunciado la presencia policial en el campus, y de manifestantes a favor de Israel que dicen que los líderes escolares han fallado en enfrentar el antisemitismo en los centros educativos.
Los estudiantes han demostrado en gran medida en solidaridad con los palestinos desplazados o asesinados en el conflicto Israel-Hamás, pero algunos han demostrado en apoyo a Israel.
Los manifestantes, especialmente en escuelas adineradas como Yale y Columbia, también han exigido que los fondos patrimoniales de su universidad se desinviertan de fabricantes de armas militares y contratistas de defensa con vínculos con Israel.
Desinversión
Los manifestantes han exigido en gran medida que las universidades dejen de apoyar con sus fondos patrimoniales a compañías o instituciones vinculadas a Israel.
Tal desinversión puede ser complicada cuando la relación financiera de una universidad con una compañía objetiva no es directa, sino a través de una inversión en un fondo indexado.
Algunas escuelas, como la Universidad de Nueva York, han rechazado recientemente llamados a cambiar sus inversiones, informó The Washington Post, pero hay precedentes.
Columbia, el sistema de la Universidad de California y Yale se han comprometido a desinvertir de activos vinculados a temas controvertidos.
En la Universidad de Cornell y otras escuelas, los estudiantes han identificado vínculos con compañías específicas, como los fabricantes de armas Lockheed Martin y Raytheon.
“La desinversión es un grito de guerra que resuena a nivel nacional”, dijo Nick Wilson, un estudiante de 20 años de Cornell involucrado en las protestas.
“No queremos que nuestros dólares de matrícula vayan a la investigación y desarrollo de armas” que puedan ser utilizadas contra los gazatíes.
Arrestos y suspensiones
Al menos 2.300 personas han sido arrestadas, la mayoría de ellas estudiantes, mientras que las universidades han castigado a algunos estudiantes con suspensiones y desalojos de viviendas estudiantiles.
Han sido acusados de allanamiento de morada, vandalismo y violar las políticas del campus sobre acampada nocturna.
Algunos estudiantes internacionales han arriesgado su estatus de visado para unirse a manifestaciones que podrían llevar a arrestos, suspensiones o expulsiones.
La guerra
Más de 34.000 personas han muerto y 77.000 han resultado heridas en Gaza desde que comenzó la guerra, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes, pero dice que la mayoría de los muertos son mujeres y niños. Israel estima que unas 1.200 personas murieron en el ataque del 7 de octubre de Hamás, incluyendo más de 300 soldados.
Kim Bellware – The Washington Post.
Puedes leer el artículo original aquí.
Comment here