El deporte venezolano atraviesa una etapa crítica, marcada por escándalos, decisiones cuestionables y una evidente falta de planificación institucional. A pesar de la evolución positiva que ha tenido Venezuela con sus jugadores a nivel internacional, las ligas profesionales enfrentan obstáculos que van más allá del juego y reflejan un sistema necesitado de cambios.

La final de la LMBP: El precio de los favoritismos
La Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP) culminó su temporada 2025 con una final vibrante entre Samanes de Aragua y Delfines de La Guaira. Samanes se coronó campeón tras vencer en el quinto juego con marcador de 6-4. Sin embargo, la celebración se vio empañada por una controversia mediática: el equipo campeón se negó a dar declaraciones al canal Televen, acusándolo de parcialidad.
Durante la cobertura previa a la final, Televen habría emitido pronósticos que favorecían abiertamente a Delfines como futuros campeones. Esta actitud fue percibida por Samanes como una falta de respeto y profesionalismo, lo que llevó al equipo a vetar al canal en sus entrevistas postpartido. La decisión generó un debate sobre la ética en el periodismo deportivo y el rol de los medios en mantener la objetividad.
Este incidente revela una fractura entre los actores del deporte: los equipos, los medios y los fanáticos. En lugar de fortalecer la narrativa del campeonato, la polémica desvió la atención hacia una disputa institucional que deja mal parado al ecosistema del béisbol y la prensa venezolana
Centauros abandona la final por una polémica arbitral
En el Torneo Apertura de la Liga FUTVE Futsal, la final entre Centauros de Caracas y Monagas SC se convirtió en un símbolo de protesta. Durante el partido de ida, Centauros abandonó la cancha a falta de 11 minutos del primer tiempo, en rechazo a una decisión arbitral que anuló un gol previamente validado.
La junta directiva del club emitió un comunicado en el que anunciaba su retiro definitivo de la final, renunciando a disputar el partido de vuelta y aceptando cualquier sanción que la liga impusiera. Según el club, la decisión buscaba “garantizar la transparencia y el estricto cumplimiento de las normativas legales que rigen el futsal venezolano”.
Este acto, aunque valiente desde el punto de vista ético, expone la fragilidad institucional de la liga. La falta de mecanismos de revisión como el VAR, la escasa preparación arbitral y la ausencia de canales de apelación generan un entorno propenso a la desconfianza. Cuando los equipos sienten que no hay garantías mínimas de justicia deportiva, el progreso de la liga se detiene.
Portuguesa FC: Las 2 caras de la moneda
El fútbol profesional venezolano también enfrenta su propia tormenta. Portuguesa FC, uno de los clubes históricos del país, vive una crisis interna que ha trascendido lo deportivo. Mientras los jugadores acumulan más de tres meses sin recibir salario, el presidente del club, Vito Recchimurzo, fue visto participando en el torneo de póker BSOP Winter Millions en Brasil, junto a figuras como Neymar Jr.
La imagen del presidente en un evento de lujo, mientras sus jugadores protestan por falta de pago, generó indignación entre los fanáticos y la prensa.De hecho , en 2024, los jugadores del club ya habían mostrado su descontento al dejar de entrenar durante 72 horas como una medida de presión. Esta situación refleja una desconexión total entre la dirigencia y las necesidades básicas del plantel.
Más allá del escándalo puntual, el caso de Portuguesa FC evidencia un patrón recurrente en el fútbol venezolano: la falta de profesionalismo en la gestión, el incumplimiento de contratos y la ausencia de fiscalización por parte de las autoridades deportivas.
Eliminación de la Vinotinto femenina en la Copa América
La selección femenina de Venezuela sufrió una dolorosa eliminación en la fase de grupos de la Copa América 2025. A pesar de una goleada histórica 7-1 ante Bolivia, el equipo no logró avanzar, quedando en cuarto lugar del Grupo B con solo cuatro puntos.
Las críticas no tardaron en llegar, especialmente hacia la capitana Deyna Castellanos. Su rendimiento fue considerado decepcionante por parte de la prensa y los aficionados, al no marcar goles durante el torneo. Algunos incluso pidieron que fuera relegada al banquillo, cuestionando su liderazgo y aporte al equipo.
Deyna respondió con una autocrítica en redes sociales, reconociendo que el equipo tuvo “poco tiempo de preparación” y denunciando las “falencias” del torneo, como la falta de VAR y condiciones precarias para entrenar. Su mensaje también incluyó una exigencia directa a la Conmebol: “Que sea la última vez que un torneo de esta categoría tenga tantas fallas”.
La eliminación de la Vinotinto femenina no solo es un revés deportivo, sino también un reflejo de cómo la falta de planificación, inversión y respeto por el fútbol femenino impide su crecimiento. Las jugadoras necesitan más que talento: requieren condiciones dignas, procesos técnicos sólidos y respaldo institucional.
En todos estos escenarios hay un denominador común: la falta de profesionalismo y transparencia. Las ligas venezolanas están atrapadas en un ciclo de improvisación, donde las decisiones arbitrales, los conflictos mediáticos, la mala gestión financiera y la escasa planificación técnica sabotean el desarrollo del deporte.
El talento existe ,la pasión también. Lo que falta es voluntad política, institucionalidad y respeto por los protagonistas del deporte. Mientras estos elementos no se alineen, el deporte venezolano seguirá siendo noticia por sus escándalos, y no por sus logros.
Por Santiago Andres Hueck en exclusivo para Caiga Quien Caiga y Costa Del Sol FM 93.1
Sígueme en:
Instagram – @goalteam_ig
X – @GoalteamX
Comment here