Ninguna economía en el mundo crece sin el aporte del sector empresarial.
Hasta China lo entendió: tuvo que dejar atrás a Mao Tse-Tung y sus millones de escritos contenidos en el “Libro Rojo”, para convertir sus manuales de finanzas en “libros azules”, consolidando una de las economías más sólidas del planeta.
Es la economía la que mueve al mundo, y así se lo recordó Bill Clinton a George Bush con aquella célebre frase: “Es la economía, estúpido”.
Venezuela fue un modelo de país gracias a la sinergia entre el sector público y el privado. El Zulia se desarrolló principalmente gracias a las inversiones privadas, más que por los aportes del presupuesto centralista enviado a los estados.
Maracaibo fue su mejor expresión.
Sin embargo, en los últimos diez años la política diseñada desde Miraflores impactó de forma negativa en la economía local.
Los líderes responsables de la conducción de los entes del Estado deben ser conscientes de esta realidad.
Sin un empresariado motivado no habrá crecimiento económico. El sector privado necesita tres elementos fundamentales para invertir:
– Seguridad jurídica.
– Apalancamiento bancario.
– Igualdad de competencia.
Desde Versión Final queremos expresar nuestra preocupación ante las recientes declaraciones del Alcalde de Maracaibo respecto al uso de terrenos y la desinversión económica.
Estamos totalmente de acuerdo en que deben cuidarse la limpieza y el ornato, pero ese mensaje, señor alcalde Di Martino, debe comunicarse con mayor claridad.
Muchos empresarios han manifestado preocupación ante posibles amenazas de expropiación.
Ya estamos recogiendo impresiones en los núcleos de empresarios cuya voces tienen pesos importantes en la sociedad.
Un elemento que también frena la inversión privada es el sistema financiero.
Lo que hizo grande al Zulia fue la banca. Maracaibo llegó a tener más de una docena de entidades financieras, siendo la capital industrial del país.
Incluso, en 1895 nació aquí el primer banco nacional: el Banco de Maracaibo. Hoy no solo carecemos de bancos regionales, sino que la banca nacional —pública y privada— ofrece créditos muy limitados, de los cuales más del 80 % se queda en la capital de la República.
¿Acaso la economía en las provincias no existe?
Un aporte invaluable, señor alcalde, que los marabinos agradecerían eternamente, sería lograr que el dueño del histórico Banco Occidental de Descuento (BOD), Víctor Vargas —quien acumula más expedientes judiciales que bancarios— devuelva los ahorros de los ciudadanos de nuestra ciudad.
Ese dinero serviría en gran medida como motor de apalancamiento para el crecimiento socioeconómico.
El tercer factor es la igualdad de oportunidades. Hoy se prefiere hacer negocios con capital foráneo en lugar de estimular la economía regional.
Un ejemplo claro es la industria de recolección de basura. Estamos convencidos de que, si se hubiese realizado una licitación pública, empresarios zulianos habrían participado activamente.
No se puede gobernar con éxito si no se crean condiciones para incorporar y fortalecer al sector privado.
Usted mismo, señor alcalde, proviene de un hogar donde su padre fue un empresario honesto, progresista y modelo a seguir.
En el centro de la ciudad aún quedan las huellas de su legado. Usted conoce el valor del empresariado y sabe que, si hoy muchos negocios han cerrado, es por la dolarización forzada y caótica de una economía que llevó a cerrar centenares de empresas y hasta franquicias internacionales como Burger King, McDonald’s o Tony Roma’s que bajaron sus santamarías.
Confiamos en su gestión, al igual que en la del ingeniero Luis Caldera.
El éxito de ustedes será también el bienestar de nuestra ciudadanía.
Carlos Alaimo
Presidente – Editor
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