Aviones de guerra de la Marina de Estados Unidos realizaron vuelos de patrullaje el viernes cerca de las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curazao como parte de lo que Washington describe como una operación de seguridad ampliada dirigida contra redes del narcotráfico, en una medida que Venezuela denunció como un acto de intimidación y el preludio de un conflicto armado en la región.
Datos de seguimiento aéreo mostraron aeronaves militares estadounidenses, incluidos cazas de combate y plataformas de vigilancia electrónica, operando cerca del límite marítimo de Venezuela en el marco de la “Operación Southern Lance”, una misión ordenada por el presidente Donald Trump.
El objetivo declarado de la operación es neutralizar amenazas a la seguridad y redes de narcotráfico en el hemisferio occidental mediante una proyección ampliada del poder militar. Hasta el momento el eje central del creciente despliegue ha sido una campaña contra el llamado Cartel de los Soles, una red de narcotráfico que Washington alega está dirigida por el hombre fuerte venezolano Nicolás Maduro y altos miembros de su círculo cercano. Sistemas de radar identificaron al menos dos cazas F/A-18E Super Hornet volando al norte de Curazao en espacio aéreo internacional, incluyendo un avión con número de cola 166904.
Las operaciones de patrullaje se produjeron en medio de un aumento de la actividad naval y aérea de Estados Unidos en todo el Caribe, una región que Washington afirma se ha convertido en un importante corredor de narcóticos hacia América del Norte. Caracas reaccionó con dureza, acusando a Estados Unidos de buscar imponer una guerra en América Latina y el Caribe.
Durante una ceremonia televisada por el aniversario del Comando de Defensa Aeroespacial Integral de Venezuela, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, afirmó que el despliegue estadounidense formaba parte de una estrategia más amplia para intimidar a Venezuela y desestabilizar la región. “Este es un intento de imponer una guerra en América Latina y el Caribe”, dijo Padrino López en la televisora estatal VTV, insistiendo en que la rendición era una “imposibilidad histórica” para Venezuela.
Aseguró que las acciones militares de Estados Unidos en última instancia ponen en riesgo vidas estadounidenses, acusando a Washington de buscar enviar de regreso a casa a “jóvenes de la sociedad estadounidense en bolsas negras y urnas”.
Padrino López también denunció lo que describió como intimidación estadounidense tras informes de que cazas F/A-18 sobrevolaron el Golfo de Venezuela a principios de esta semana. El servicio de seguimiento de vuelos Flightradar24 informó de aeronaves militares estadounidenses operando en la zona, pero no confirmó si ingresaron al espacio aéreo venezolano.
El ministro de Defensa además condenó la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero que transportaba crudo venezolano, calificándola de “violación flagrante” del derecho internacional, de la libertad de navegación y del libre comercio.
La embarcación, identificada como el Skipper, fue interceptada a principios de esta semana frente a la costa de Venezuela en una operación conjunta que involucró al Departamento de Defensa de Estados Unidos y a la Guardia Costera estadounidense.
El petrolero, sancionado por Washington en 2022, fue incautado bajo una orden judicial estadounidense por presuntos vínculos con operaciones de contrabando de petróleo iraní.
bitlyanews
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