Los principales republicanos de la Florida votaron el viernes para rescindir el requisito que los candidatos presidenciales del Partido Republicano firmen un juramento en que apoyen al candidato del partido para cumplir los requisitos para la votación primaria del estado, asestándole un duro golpe al gobernador Ron DeSantis y sus aliados, quienes presionaron a los líderes republicanos estatales para mantener la regla.
La votación de la Junta Ejecutiva del Partido Republicano de la Florida, realizada a puerta cerrada en un hotel de Orlando, marcó simultáneamente una victoria para el ex presidente Donald Trump, cuyos aliados habían tratado de impugnar el requisito del compromiso de lealtad.
Trump, el gran favorito para hacerse con la nominación presidencial del Partido Republicano en 2024, no aceptó apoyar al eventual candidato; también se negó a firmar un compromiso similar impulsado por el Comité Nacional Republicano (RNC) como requisito para participar en sus debates de primarias.
Los aliados de DeSantis lucharon para mantener el juramento de lealtad, argumentando que no debería haber ninguna duda sobre el apoyo al eventual candidato republicano.
Es probable que la votación del viernes suscite dudas sobre la fuerza continuada de la influencia de DeSantis sobre los republicanos en su propio partido estatal.
Tanto él como Trump son pesos pesados dentro del Partido Republicano de la Florida y la votación del compromiso de lealtad fue vista como una prueba de su apoyo entre los líderes del partido estatal.
Las primarias presidenciales de la Florida del 19 de marzo tienen mucho en juego: no solo serán unas primarias en las que el ganador se lo lleva todo —lo que significa que el más votado recibirá todos los 125 delegados del estado—, sino que esos delegados supondrán casi una décima parte del total necesario para ganar la nominación de 2024.
El Partido Republicano de la Florida aprobó el requisito del compromiso de lealtad en una reunión de la junta ejecutiva celebrada en mayo. Ese juramento, según una copia presentada a la División de Elecciones del estado, incluye la promesa de “respaldar al candidato presidencial republicano de 2024 independientemente de quién sea”. Los candidatos también deben comprometerse a no “presentarse como candidato independiente, no afiliado al partido o por escrito”.
Los líderes republicanos de la Florida argumentaron en su momento que el requisito del compromiso pretendía garantizar la unidad de los republicanos de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Pero la negativa de Trump a comprometer su apoyo al eventual nominado también dejó a los líderes del partido con una difícil elección: seguir los estatutos del partido y potencialmente omitir al ex presidente de su lista de candidatos o revocar el requisito y enfrentar probables acusaciones de consentir las demandas de Trump.
No había precedentes de tal promesa en la Florida. El Partido Republicano del estado no exigió a los candidatos firmar un juramento de lealtad en los últimos años con el fin de entrar en la boleta electoral, ni siquiera en 2016, cuando otros dos floridanos, el ex gobernador Jeb Bush y el senador Marco Rubio, buscaron el apoyo presidencial del partido.
Estos juramentos de lealtad también son más simbólicos que prácticos. Ni el Comité Nacional Republicano ni el Partido Republicano estatal tienen poder para obligar a un candidato a respaldar al eventual nominado y Trump ha mostrado en el pasado su disposición a incumplir sus promesas de lealtad.
Hace ocho años, durante su primera candidatura presidencial, Trump firmó un juramento aprobado por el RNC, pero más tarde dio marcha atrás, diciendo que simplemente lo ignoraría si no ganaba la nominación.
Fuente: https://www.elnuevoherald.com/noticias/politica/article279439909.html#storylink=cpy
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