El gobierno comunista chino se ha caracterizado por controlar al cristianismo y limitar la predicación de la Palabra de Dios. No contentos con vetar la proclamación del Evangelio ahora dan un paso más intentar diluir las Buenas Nuevas de Salvación reescribiendo las escrituras.
El Partido Comunista Chino trabaja para publicar una versión de la Biblia con la finalidad de apoyar las actividades del gobierno chino y distorsionar los principios fundamentales de cristianismo.
Este es un proyecto anunciado en 2019 y consiste en la reescritura de la Biblia en las que se incluyen prácticas y principios confucianos y budistas.
El Partido Comunista Chino anunció su intención de actualizar la Biblia para que esté ‘acorde a los tiempos actuales’. Su versión añadirá ‘valores socialistas fundamentales’ y eliminará pasajes que no reflejen las creencias comunistas».
Ya en septiembre del año 2020, incluyeron un pasaje distorsionado del capítulo 8 del Evangelio de Juan en un libro de texto para estudiantes de secundaria.
Este pasaje es el que narra la historia de la mujer adultera que es sorprendida en pleno adulterio. La Biblia indica que Jesús le perdona a pesar de que las leyes judías ordenaban apedrearla. Juan 8:7 indica que retó a los fariseos y a la multitud para que el que no tuviese pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Ante este reto, todos se retiraron y dejaron a Jesús a solas con la mujer. Jesús le perdona la vida y le invita a no seguir pecando. La versión de gobierno chino cambia la historia indicando que “Cuando todos marcharon, Jesús apedreó a la mujer diciendo: ‘Yo también soy pecador’”.
Esto constituye un indicio más de la obsesión del gobierno chino, para impedir la libertad que trae a las personas el mensaje de la Salvación y controlar a la población en ese país.
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