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Opinión

La homosexualidad no es una enfermedad, pero ¿Será una moda?

La homosexualidad no es una enfermedad ¿Será una moda?

La Asociación Americana de Psiquiatría en 1973, y la Organización Mundial de la Salud en 1990 determinaron que la homosexualidad no es una enfermedad. Sin embargo, desde el punto de vista evolutivo, cuesta entender que sea instintivo o natural un comportamiento sexual que excluye la reproducción. Para intentar aclarar ideas hice esta pequeña investigación.

El sexo de una persona se define antes de nacer. Es su condición biológica y anatómica que le diferencia como hombre o mujer en base a sus cromosomas.

El género se refiere a la carga hormonal que dará lugar a la manera en que la persona expresa su sexualidad a través de su comportamiento y vestimenta. Adicionalmente, los roles sociales pueden influir en la forma de interactuar y en cómo se siente la persona consigo misma en su contexto cultural.

Según estudios recientes, la identidad de género reside en el cerebro, específicamente en el hipotálamo. Es la conciencia de sentir pertenencia al género masculino o femenino, que depende de la concentración de testosterona y estrógeno que se tenga. Ambas hormonas presentes en todos los humanos en mayor o menor grado.

Mientras la diferenciación sexual de los genitales se produce en las primeras 8 semanas del embrión, la identidad de género se define a partir de la 21ava semana del embarazo. Cuando los resultados de ambos procesos no coinciden, se trata de un caso de transexualidad, que no ocasiona ningún trastorno orgánico, por lo tanto, no se le considera “enfermedad”.

Durante las diferentes etapas del desarrollo, la persona determina su orientación sexual, es decir, reconoce el concepto de si misma y el sexo que le atrae en el plano emotivo, afectivo y romántico. Esto puede causar conflictos internos si teme al “qué dirán” y a ser rechazado socialmente, en caso de que su orientación sexual no coincida con sus atributos físicos.

Por otra parte, la orientación sexual tiene peculiaridades a nivel cerebral, ya sea de forma estructural o química. Es un tema neural, que contrario a la creencia general, no es causado por factores socioculturales y/o morales. Según investigaciones neurocientíficas, se trata de ciertas características del hipotálamo o de la amígdala y sus conectividades con los hemisferios cerebrales.

Más aún la orientación sexual puede ser diferente a la conducta sexual del individuo porque puede expresar o no sus sentimientos, es decir, puede ocultar su orientación sexual.

Una vez que el individuo adquiere conciencia de que su orientación sexual no coincide con sus atributos genitales, puede optar por la homosexualidad masculina o femenina (gay), según su caso.  Vale aclarar que “homo” proviene del griego antiguo y significa “igual”, no “hombre”, por ello, el lesbianismo es también una forma de homosexualidad. El homosexual demuestra, de forma, más o menos explícita, su preferencia de relacionarse eróticamente con personas que tienen el mismo aparato reproductor y las mismas características fenotípicas.

Como la conducta sexual depende del plano emotivo, romántico, sexual y afectivo, la persona puede decidir dar rienda suelta a sus apetencias según su identidad de género (lo que le indiquen sus hormonas) conservando sus órganos genitales o transformar completamente su sexo anatómico y su aspecto físico. Este es el caso de los transgénero.

Cuando un ser humano se siente atraído por otro y decide demostrarlo, es su orientación sexual la que le impulsa a ser homosexual, bisexual o heterosexual. Mientras que, cuando siente que nació con el sexo biológico equivocado, es su identidad de género lo que le impulsa a ser transgénero, es decir, a cambiar sus genitales.

La bisexualidad, se refiere a la práctica sexual de una persona, tanto con personas de su mismo sexo como con personas de sexo distinto al suyo. También, aplica a la presencia de las características de ambos sexos en un mismo individuo. Generalmente, se da en individuos que se comportan como heterosexuales para responder a las expectativas sociales y de manera solapada practica la homosexualidad.

El intersexual posee características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable. Por ejemplo, una abertura vaginal, un órgano eréctil (entre pene y clítoris) más o menos desarrollado y ovarios o testículos, generalmente internos. Se solía denominar hermafrodita, pero se ha considerado insensible este término porque el mismo aplica a animales y plantas.

La sociedad actual ha dado un fuerte apoyo a que los transexuales se expresen como les apetezca en defensa de su legítima búsqueda de la felicidad. Se les hizo mucho daño por mucho tiempo al discriminarlos y ahora “el destape” de esos sentimientos tiene presión acumulada. En esa explosión contra la represión se puede arrastrar a quienes están captando referencias externas para autodefinirse y encontrar su lugar en la sociedad. Es el caso de los adolescentes, rebeldes o no, que desea ser aceptado, quiere llamar la atención, sentir que es especial, popular, admirado por saber lo que quiere, por ser valiente al enfrentar los convencionalismos. Quizás encuentran en la conducta homosexual una forma moderna de decir “soy especial” “quiéranme como soy”.

Parece que ser gay actualmente es un desafío del adolescente como lo fue, décadas atrás, el fumar cigarrillos, marihuana, alcohol. También creo que se ha comercializado el sentimiento gay destacando públicamente la afrenta a lo establecido. Por otra parte, es cuestionable la habilidad que pueda tener un adolescente en reconocer afectivamente el sexo que le atrae. Así mismo, años atrás se relacionaba al gay con el SIDA, cosa que es exagerada, pero ahora se ha dejado de alertar que esa es una de las formas de propagación de ese mal por el doble peligro de contacto anal con sangre.

Estamos en una etapa de exacerbar los derechos de quienes han estado reprimidos y espero que lleguemos a una estabilidad.

Quizás en medio de la mentalidad tan amplia que circunda a nuestros adolescentes pueden darse casos que no tengan incompatibilidad entre su sexo biológico y su identidad de género, sino que se trate de una moda más. Es llamativo que últimamente haya tantas personas que tengan que decir “yo nací así”, como si esas circunstancias fuesen tan comunes en el ser humano.

Todas las identidades sexuales y de género deberían ser respetadas y no comercializadas.

CUADROS RESUMEN DE CONCEPTOS

La homosexualidad no es una enfermedad, pero ¿Será una moda?

@ILONKADAS

02-07-2020

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