En los últimos días, las investigaciones sobre los esquemas de corrupción conocidos como Cripto-PDVSA y CVG han revelado una larga lista de participantes en negocios turbios. Entre ellos destaca el empresario Pedro Rolando Maldonado Marín, quien ha ocupado varios cargos en la administración pública bajo la sombra de Tareck El Aissami -como la presidencia de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) o la dirección del Banco Central de Venezuela (BCV)- y actualmente se encuentra detenido.
Pedro Maldonado podría haber trabajado con los vicepresidentes de CVG Felipe Santiago Contreras (división de acero), Edgar José Sánchez (comercialización) y Lino Gómez para legalizar el dinero recibido de sus actividades corruptas en Venezuela y en todo el mundo.
En este caso, la Policía Nacional Anticorrupción, adscrita al SEBIN, intenta localizar a Richard Antoun, un empresario de Puerto Ordaz que ha engordado su patrimonio a costa de hechos de corrupción. Es conocida su sociedad con Héctor Herrera Jiménez, quien fuese director de la Alcaldía de Caroní e integrante de la Misión Vivienda de Venezuela y PDVSA. Ambos figuran como importantes contratistas de la CVG en adjudicaciones autorizadas por Maldonado. También, en algunos documentos, sale a relucir el nombre de Jorge Infante, otro socio de ambos.
Richard Antoun habría sido uno de los contratistas más privilegiados del grupo, habiendo ganado importantes contratos desde que Tareck El Aissami asumió la vicepresidencia en 2017 y posteriormente nombró a Pedro Maldonado en CVG.
Entre sus negocios se destacó la restauración de estadios Cachamay y el gimnasio Hermanas González, ambos en Ciudad Guayana, así como edificaciones para la Misión Vivienda. Por esto, recibía pagos en minerales, hierro y alúmina.
El gran negocio de Antoun lo llevó a comprar el equipo de fútbol de primera división Mineros de Guayana en 2021, que supuestamente pretendía usar para lavar dinero de la corrupción, aunque terminó dejándolo profundamente endeudado cuando comenzó la investigación.
Se sabe que Antoun fue el responsable del transporte de la alúmina, gracias a sus conexiones con CVG y Bauxilum. También se alió con Jorge Infante para sabotear la producción de Ferrominera, colocando el mineral a un precio increíblemente alto debido al intercambio que proponían por mano de obra y maquinaria. Además, ha financiado la campaña de Ángel Marcano para la gobernación del estado Bolívar, además de poseer propiedades como fincas, mansiones y departamentos. Su súbita riqueza nunca ha tenido justificación, sobre todo cuando llegó a Venezuela hace poco sin un centavo. No obtuvo cédula de extranjero hasta julio de 2019 (según se puede ver en la Gaceta Oficial No. 41.684). ¿Cómo un extranjero sin dinero amasó una fortuna tan gigantesca a puertas de la pandemia del COVID? No existe ninguna explicación razonable.
Antoun también es dueño del restaurante Beirut en Puerto Ordaz, donde sus allegados se reúnen para hacer negocios con CVG y otras empresas estatales. Llama la atención el derroche de dinero en las fiestas y cenas que allí se organizan.
Se esperan más arrestos en los próximos días en relación con la conspiración de corrupción, que ya ha implicado a más de 50 personas.
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