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Opinión

Las oscuras operaciones de Leopoldo López y José Ignacio Hernández Por Antonio Torres

Bancamiga

Columna CONTRAGOLPE


I. Los intereses de Leopoldo en el laudo de ConocoPhillips (PARTE 2).

En mi columna anterior comencé a desmontar las oscuras operaciones de Leopoldo López con su grupo más cercano, buscando dinero y mayor poder en un escenario de transición en Venezuela. La ambición del líder fundador de Voluntad Popular no tiene límites y por eso empeña los recursos del país, tratando de hacer negocios que le rindan altos beneficios. Aclaro que no soy chavista. Dios me libre de tan costoso error. Soy opositor y no vivo de la política, pero si analizo la política y sus protagonistas, por lo que me da asco lo que algunos líderes, supuestamente de la oposición, hacen con negocios de espaldas a los intereses del país y su población. En esta entrega presento la 2da parte de la historia que envuelve a Leopoldo y el Procurador especial, José Ignacio Hernández, con el laudo arbitral de la empresa norteamericana ConocoPhillips. Recordemos que, en diciembre de 2019, José Ignacio Hernández acude ante el CIADI con el fin de solicitar la nulidad del laudo arbitral que favoreció a ConocoPhillips con un primer monto de $8.700 millones, pero luego hubo una rectificación y el pago quedó en $8.500 millones. La primera irregularidad del dúo López-Hernández es ratificar al bufete Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP como los abogados de Venezuela contra la compañía petrolera, cuando ese estudio jurídico había representado a Maduro en el proceso. No debieron haberlos ratificado porque eso viola las sanciones de EEUU y además va contra toda lógica. Incluso José Ignacio Hernández se enfrascó en una dura pelea en el tribunal para ratificar a Curtis, ya que Maduro pretendía mantener al bufete De Jesús & De Jesús como los defensores en el tribunal del CIADI. Usted se preguntará porque López y Hernández querían mantener a Curtis a toda costa. Sencillo, porque ellos conocen los más mínimos detalles sobre el caso y saben qué pueden hacer para perder y que no deben hacer para ganar. El interés de José Ignacio Hernández y su jefe Leopoldo es que esa nulidad no prospere y se mantenga el pago de $8.500 millones a favor de Conoco. Las actuaciones que tiene el juicio de nulidad demuestran eso, porque ninguno de los alegatos de la empresa de energía, ha sido respondido por la contraparte venezolana. Están dejando el camino libre para que se ratifique el laudo a favor de ConocoPhillips, cuando Leopoldo López y José Ignacio Hernández deberían estar haciendo todo lo posible para que el país no tenga que pagar tan alta cantidad de dinero. La verdad es que el caso tiene todo para favorecer a Venezuela, porque ConocoPhillips infló los cálculos de los daños que le ocasionó la decisión de Chávez, por cuanto estimó en $100 el precio del barril de petróleo, cuando ese precio no es real. Pero además hay muy buena comunicación con Conoco, ya que el hijo de un prominente miembro del gobierno interino es uno de los abogados de dicha compañía y lo de comunicación no es casual. El negocio para López y Hernández dejando que Conoco gane el proceso de nulidad, es que ellos han llegado a un acuerdo con la empresa petrolera para que, una vez en Venezuela se inicie la transición, Conoco será beneficiada con la entrega de una parte de las operaciones de PDVSA. La negociación indica que López aseguró a Conoco que ellos recibirían lo mejor de la industria petrolera venezolana y como contraprestación, la compañía pagará altas sumas de dinero por ese trato preferencial, de lo cual el beneficiario directo es Leopoldo. La fórmula de la irregularidad es que Conoco recibirá el pago de los $8.500 millones del nuevo gobierno en Venezuela, pero además Leopoldo los favorece en la entrega de la producción petrolera venezolana y por eso recibe mucho dinero. Es un negocio muy viable de concretar, porque es bien conocido que la industria petrolera venezolana está colapsada y solo la participación directa de inversión extranjera, permitirá su recuperación. Entienden ahora queridos lectores el nivel de ambición de Leopoldo López, que lo hace capaz de jugar con el dinero y los intereses de Venezuela para favorecerse. Adicionalmente, la sentencia de la Suprema Corte de EEUU de no revisar la solicitud de nulidad interpuesta por Venezuela en cuanto al caso con Crystallex, es otra prueba del papel de José Ignacio Hernández, quien antes fue aliado de las empresas que demandaron al país, pero ahora defiende los intereses de la república. Eso es una contradicción que afecta su desempeño. No puede deshacer el daño que le causó a Venezuela. Ese dúo López-Hernández sigue haciéndole daño a la nación. En la próxima entrega más de las andanzas del dúo López-Hernández y cómo éste último es parte de varios juicios que atentan contra la nueva Venezuela que, espero, nacerá en poco tiempo.

II. Maduro escogió el peor camino.

La desesperación es muy mala consejera, sobre todo en política. La difícil situación que vive Maduro y el resto del oficialismo los llevó a tomar una pésima decisión: establecer una alianza con Irán. Eso en vez de ayudar, creo que más bien los coloca en una posición mucho más difícil. Si ya era complicada su situación, ahora es mucho más compleja porque se aliaron con un país que promueve el terrorismo a través de Hezbollah y que tiene la clara intención de escalar en su conflicto con EEUU. Más allá de unos tanqueros con gasolina y la reparación de las refinerías, Maduro busca fortalecer su posición en el país, cosa que considero no será posible a mediano y largo, porque dudo que Estados Unidos deje consolidar esa alianza tan dañina para el continente.

III. Los opositores que caerían en una transición.

En medio del conflicto político que ha destrozado a Venezuela durante más de 20 años, se ha comentado mucho sobre las vinculaciones de algunos líderes de la oposición con el régimen, a cambio de negocios en áreas tan lucrativas como el petróleo. Varios de ellos han saltado hacia el oficialismo en los últimos tiempos como, por ejemplo, Claudio Fermín, Timoteo Zambrano y Henri Falcón. Pero hay otros de mayor importancia que se mantienen en la oposición y sirven a los intereses del régimen. Quiero referirme a 2 en esta columna. El primero es el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien tiene fuertes intereses en el negocio petrolero a través de uno de sus aliados, Francisco Morillo. Ramos se ha beneficiado de los negocios de Morillo con la venta de petróleo venezolano. Inclusive cuando ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional tuvo que guardarse mucha de su fanfarronería, porque desde el régimen congelaron sus negocios petroleros a través de Francisco Morillo, lo que le obligó a bajar la guardia y posteriormente negociar la derrota de la mayoría de los candidatos de la oposición en las elecciones regionales de 2017, donde los pocos que ganaron en su mayoría son adecos. En próximas columnas hablaré en detalle sobre Morillo, pero adelantaré que se ufana públicamente de financiar una parte de la oposición. Ramos es uno de los infiltrados del chavismo en el G4. Manuel Rosales es el otro infiltrado. Rosales es un cautivo del régimen porque negoció su libertad en diciembre de 2016, acordando con el régimen que sabotearía la lucha opositora. Pero además aceptó ser candidato a la Gobernación del Zulia en diciembre de 2017, a cambio de $10 millones para legitimar la victoria arreglada de Omar Prieto. Ambos son hoy en día aliados del régimen y cuando este caiga, los arrastrará en su caída. La transición será un excelente momento para iniciar la depuración de la oposición. Se abrirán espacios para liderazgos emergentes y comprometidos como, por ejemplo, el de Maria Corina Machado, Antonio Ledezma y Leocenis García, entre varios.

IV. La caída de un aspirante a líder.

Confieso que durante mucho tiempo consideré que Leopoldo López tenía todo lo necesario, para convertirse en un líder fundamental en la recuperación de la democracia y la reconstrucción de Venezuela. Como ocurre con frecuencia, me equivoqué porque López ha cometido demasiados errores impulsados por su excesiva ambición de poder. Lo ocurrido el 30A es una demostración de esa ambición, porque acabó con un plan que había sido confeccionado con mucho esfuerzo nacional e internacional. Pero además ha secuestrado a Juan Guaidó, quien se ha dejado arropar por López en temas de gran interés nacional. Leopoldo fue quien se empecinó en mantener el diálogo en Barbados, cuando estaba claro que el régimen solo buscaba ganar tiempo. Pero además cometió una enorme imprudencia con la “Operación Gedeón”, que el ideó y lideró junto a su equipo más cercano. Todo eso en lo público. Pero en lo que aún está en proceso de revelarse, están sus acciones ilícitas con José Ignacio Hernández, Alejandro Plaz, Francisco Morillo y ahora con David Rivera. Este último caso se ha convertido en un escándalo, porque Leopoldo López aparece como aliado del excongresista David Rivera y el empresario prófugo, Raúl Gorrín, en sus acciones de cabildeo en EEUU para disminuir en 2017 la presión contra el régimen de Maduro. A cambio López fue no solo liberado, sino que, al parecer, se benefició también del primer pago de $15 millones que recibió Rivera del contrato firmado con PDVSA. El mismo David Rivera admitió que uso dinero para mantener a Lilián Tintori en sus actividades en el exterior. Este caso lo estaré profundizando en una próxima entrega, pero es una demostración más de los excesos que ha cometido Leopoldo López, causando un grave daño a la lucha de una población hastiada de problemas y cercada por el chavismo.

V. ¿Qué pasó con la guerra contra los carteles?

Como era previsible no ocurrió nada relevante. Más allá de las detenciones de algunos cabecillas de los carteles de la droga en los estados Falcon y Carabobo, no hubo nada más y las figuras políticas que tenían estrechos vínculos, están como si nada. Me refiero, entre otros, a los gobernadores Rafael Lacava y Víctor Clark. Por eso no son creíbles esas acciones que solo son un nuevo show del oficialismo. Aquí es importante pensar cómo un personaje como Emilio Martínez, alias “Chiche Smith”, se convirtió casi que el dueño del municipio Carirubana, como denuncié en esta columna. Claramente tenía o tiene aun complicidad en el oficialismo. Tarde o temprano todos los involucrados con el narcotráfico, pagarán sus delitos.

VI. Subregistro de la pandemia en Venezuela

El chavismo aprende rápido de sus pares de China, por lo que está aplicando la misma técnica de disminuir el impacto de la pandemia en el país. Nadie se cree que las cifras oficiales que difundió China sean reales, al igual de lo que ocurre en Venezuela. Maduro miente porque en el país no se hace la cantidad de pruebas que se necesita realmente, pero además la mayoría de los test rápidos dan resultados erróneos, porque están defectuosos. Todo eso está generando un subregistro preocupante, porque al no saberse la verdad es difícil proyectar y planificar la atención de la emergencia en el país. Otra mentira más del chavismo, que tiene 21 años llenando de falsedades a la población y al mundo, tratando de hacer creer que tienen controlado el brote, cuando el sistema de salud fue destruido por ellos mismos.

Antonio Torres

Dr. Ciencias Políticas

@AntonioTorresVE

antonio.contragolpe@gmail.com

Lic. Antonio TorresDr. Ciencias Políticas-columnista@AntonioTorresVE

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