Opinión: A los políticos y diplomáticos les falta integridad y solidaridad con los migrantes venezolanos, Por Coromoto Díaz

A los políticos y diplomáticos les ha faltado mucha integridad y solidaridad ante una tragedia como la venezolana, los venezolanos, no son migrantes, son desplazados por un régimen criminal.

La militarización de las fronteras de varios países sudamericanos como medio para contener el flujo humano, de venezolanos, es el resultado de una serie de medidas contradictorias e improvisadas de política migratoria.

El primer paso de esta serie de medidas sustentadas en un diagnóstico irreal, fue el reconocimiento público hecho a nivel internacional por varios países de Sudamérica de que el incremento exponencial de este inédito flujo migratorio, obedece a una crisis humanitaria en ese país, un concepto simple, para un proceso complejo que durante décadas se desarrolla en Venezuela.

Lo anterior, no permitió que se le diera un trato humanitario y el reconocimiento como refugiados a los venezolanos o el otorgamiento de otras formas de protección internacional para ellas. ACNUR dio dicho reconocimiento, pero es potestad de los gobiernos su implementación.

Gracias a la cobertura mediática, y el apoyo tanto de ACNUR, la OIM y la cruz Roja durante algún tiempo se mantuvo una política migratoria de acogida hacia las personas venezolanas. Luego, sin embargo, comenzaron a adoptarse medidas cada vez más restrictivas para su ingreso.

Ante dicho cambio radical en las medidas de política migratoria, los organismos internacionales alertaron que se produciría un aumento significativo de los ingresos irregulares y del tráfico de personas, con el consiguiente riesgo para los ciudadanos Venezolanos.

Esto precisamente produjo como resultado final, que los gobiernos, alegando que con los medios habituales les resulta imposible contener los ingresos irregulares y el tráfico, adoptan medidas de militarización, alegando en la defensa de esta medida, que la crisis sanitaria generada por el Covid requiere el recrudecimiento del control migratorio y aseguran ya no tener capacidad sanitaria para atender a sus nacionales por tanto no pueden recibir más ciudadanos.

La experiencia histórica, demuestra que el recurso de incluir a las Fuerzas Armadas en materia migratoria produce graves violaciones a los derechos humanos de las personas en movilidad y que en modo alguno soluciona el problema, sino que lo acrecienta.