Para escribir con claridad y elegancia, lo he dicho muchas veces, no es necesario poseer grandes conocimientos gramaticales, aunque alguna noción elemental pudiera ser sumamente útil; pero no imprescindible.
Saber distinguir las palabras por la índole de la entonación, saber usar los signos de puntuación, especialmente la coma, no implica ser erudito en gramática, dado que esos son conocimientos básicos que se adquieren en la educación primaria, se refuerzan en la secundaria y se repasan en la universitaria.
Hay casos de comunicadores sociales y educadores que se han esmerado por enriquecer lo que aprendieron en la escuela, y por eso se distinguen y se han hecho merecedores de grandes elogios y reconocimientos. Pero paralelo a ello, hay y ha habido otros que han involucionado, y de lo elemental han llegado a lo precario. No saben cuándo usar la tilde, desconocen lo que es un sustantivo, un adjetivo, un adverbio; pero se ufanan al expresar que poseen una «larga trayectoria profesional». En el caso de los educadores, hay quienes han cursado estudios de posgrado; pero son fatales en ortografía.
Muchos periodistas y educadores venezolanos, sobre todo los de las nuevas promociones, no manejan con facilidad el lenguaje que emplean, lo cual se evidencia en las impropiedades en cuanto al uso de la tilde y otros aspectos elementales. Y no es que yo tenga algo en contra de los comunicadores sociales y los educadores venezolanos, sino que desconozco si en otro país ocurre algo similar. Por eso prefiero hablar de los de mi nación. Cada vez que toco el tema, destaco que hay contadas y honrosas excepciones que se distinguen muy fácilmente.
Las tres palabras que he utilizado como título de este artículo forman parte de la larga lista de las que casi a diario se usa de manera inadecuada. Por eso hoy mostraré el uso correcto de la cada una, en función de poder aclarar las dudas.
Asimismo es equivalente a así mismo, lo cual significa de este, del mismo modo o también. Es prudente advertir que cuando se escribe como una sola palabra, no lleva tilde, por ser un vocablo de entonación grave terminado en vocal. Es cuestión de gusto escribir asimismo o así mismo. Y como «entre gustos y colores no han escrito los autores», usted tiene o tendrás dos opciones.
La frase con que equivale a con el cual, con el que, con la cual, con la que: «El tiempo con que llegó era suficiente». Se usa también de forma interrogativa: «¿Con qué moral vas a cuestionar a tus adversarios?»; «¿Con qué me vas a ayudar?».
La palabra conque es una conjunción ilativa que expresa consecuencia de lo que acaba de decirse, con significado de en otras palabras, de modo que: «Llegó retardado al aeropuerto, conque tendrá que pernoctar en la capital hasta el día siguiente». Puede usarse con valor exclamativo: «¡Conque esas tenemos, no!».
Como habrán podido darse cuenta, son tres casos sumamente sencillos, y solo el sentido común podrá ser la mejor guía para el uso adecuado.
Nada es casual
Y como el contenido de este artículo es relativamente corto, lo complementaré con una breve exposición sobre la palabra casual, muy utilizada en el ámbito publicitario, en el que se la confunde con informal.
Casual significa «combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar», por lo cual no guarda relación con lo poco elegante. Es inapropiado, por tanto, hablar de «ropa casual», sino informal; pero el vicio se ha arraigado de tal modo, que cualquier esfuerzo por disiparlo pudiera resultar vano. No obstante, nunca estará demás decir algo al respecto, aunque sea nadar contra la corriente.
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