Las situaciones de emergencia o conflictos de tipo social, económico, político, cultural o religioso atraen la atención de la sociedad, por ello los periodistas y medios de comunicación están obligados a actuar con responsabilidad, identificados plenamente con la calidad periodística; la cual está conformada por un conjunto de reglas éticas, estándares profesionales y las técnicas de índole narrativa.
Cuando los medios difunden unos hechos y desechan otros de acuerdo a criterios noticiosos y prominencia social, el periodismo asume una función delegada por el colectivo social, por lo que ofrecen el hoy, el presente en informaciones que alimentan la agenda pública. Si bien los medios son formadores de opinión pública, también son formados por esta, lo cual implica una interrelación entre medios, estado, partidos políticos y ciudadanía.
Internet, como una red de redes, se ha convertido en un medio que permite la interacción y producción de los actores que participan en ella, generando distintos procesos socializadores, donde el elemento fundamental es el usuario como productor y como receptor. Ya no se trata de audiencias, definición que identifica a quienes acceden a los medios tradicionales, ahora nos referimos a un prosumidor (Toffler, 1980), ese usuario generador y consumidor de contenidos informativos a través de la red.
Las transformaciones generadas por los distintos cambios en la Sociedad Red, permitieron el advenimiento de nuevos escenarios para la comunicación en entornos virtuales: Wikis, Podcast, blogs y redes sociales.
Entre los principales usos de internet, destacan el enviar y recibir correos, chatear, leer noticias y visitar redes sociales, donde los ciudadanos buscan y distribuyen contenido informativo.
Los periodistas comparten la profesión con los llamados infociudadanos, quienes también informan y comunican, no solo sus experiencias y opiniones sino hechos noticiosos que por lo general ocurren en su entorno cercano.
Para Eduardo Santoro, importante referente en periodismo de investigación en Latinoamérica, los periodistas están llamados a ser cartógrafos modernos que ayuden a navegar a los ciudadanos por una tierra conocida, de datos verificados, no por una tierra incógnita; verificar que información es relevante y ordenarla para que la gente pueda captarla eficientemente.
En la coyuntura actual producto del Covid 19, se requiere extrema rigurosidad en el tratamiento y difusión de contenido relacionado con esta pandemia.
Cobra mayor importancia el manejo adecuado de las redes sociales; por ello hay que abordar el fenómeno de la infoxicación (Cornella, 2013), el cual representa el exceso de información a la que estamos expuestos a través de los medios; entendiendo lo inadecuado y poco práctico de recibir demasiada información a la que no se puede dedicar tiempo, lo que impide profundizar sobre cualquier temática privilegiando lo poco importante.
Asimismo es fundamental combatir la infodemia, la cual consiste en la difusión de noticias falsas o malintencionadas sobre distintos aspectos de la pandemia, que causan desasosiego y angustia en la sociedad, promoviendo acciones o conductas incorrectas.
Este fenómeno parte de un problema por la falta de información que aumenta la propagación producto de la desinformación a escala masiva, creando una suerte de epidemia vía datos falsos, malintencionados o errados que generalmente se propagan por las redes sociales.
Toda información falsa es negativa para la sociedad. Hay una distinción que hacen los investigadores Aruguete y Calvo sobre las noticias falsas, estableciendo diferencias entre las fake news, cuyo objetivo es causar daño siempre con finalidad política, y las false news, surgidas probablemente de la necesidad de ocupar vacíos de información mediante prejuicios fundamentados en los rasgos culturales.
En estos momentos de angustia que vive la sociedad, los comunicadores sociales deben ser orientadores, con informaciones ciertas, oportunas, adecuadas, haciendo uso de fuentes de calidad y estableciendo protocolos de revisión exhaustiva de datos, sin olvidar la pertinencia del equilibrio informativo.
Es importante Identificar la información requerida; su utilidad, establecer prioridades en los subtemas de la pandemia, así como la selección de fuentes personales, oficiales, opinadores, especialistas y usuarios de los servicios públicos.
En momentos de pandemia ¿Por qué no ir más allá de las cifras?, ¿Por qué no insistir en contenido relacionado con las medidas de prevención? ¿Por qué no combatir los mitos sobre el Covid19? ¿Por qué no abordar los aspectos relacionados con la vida del ciudadano durante la cuarentena?
Los usuarios y públicos logran satisfacer su necesidad informativa por medio de una investigación seria, clara, honesta y con datos precisos; por el contrario, las denuncias estrepitosas, desproporcionadas y sin fundamentación, colocan en riesgo no solo la credibilidad, sino la responsabilidad que debe cumplir la prensa como prestador de un servicio público: Informar.
Profesor Edgar Cárdenas
Secretario CNP Caracas
Periodista – Investigador
@edgarcardenasp
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