Yo original pensaba que el chavizmo era una enfermedad mental, no lo digo de manera despectiva. Por el cual no pueden entender los datos, siempre viven de espalda a los datos y solo dan explicaciones paupérrimas, yo creí que era un problema mental con las matemáticas, con los números o con la lectura de los números.
Cuando te encuentras con un chavizta le planteas dame un caso exitoso y te dice la U.R.S.S. , uno llega a la conclusión de que tiene una especie de tara mental que no le permite hacer las cuentas, y también es cierto que no pueden sumar con un ábaco y que no pueden dibujar un cero con un vaso.
Pero después me di cuenta que es algo más profundo, “el chavizmo es una enfermedad del alma”.
Porque en el fondo el chavizta lo que hace es esconder su resentimiento y su fracaso bajo el sofisma del buenismo, de la generosidad y de ser bondadosos y de la caridad. Pero lo que esta haciendo es usar ese sofisma para esconder su resentimiento, su envidia, su odio por el que la va bien porque es un fracasado.
En el libro de Mises, que se llama “la mentalidad anticapitalista”, dice ¿Qué es lo que hace el capitalismo?
Los hace competir y eso demuestra quien es mejor y quien es peor, entonces el que no ganó queda en evidencia de que no es el mejor, entonces tiene que buscar una excusa.
Entonces aporta esta visión buenista de la caridad, pero siempre caridad que el dinero ajeno.
Stalin, siempre decía que todo el evangelio de Marx se reducía en una sola cosa “odia al que esta mejor que tu”. Además, Murray Rothbard decía “es increíble cuan generoso puede ser alguien con la caridad, cuando es pagado con el bolsillo ajeno”
Esa enfermedad del alma, es la que contamina los valores morales, es decir la envidia, el odio, el resentimiento que se traduce en un trato desigual frente a la ley, y que cuando no tienen más lugares a los que recurrir terminan asesinando a la gente ya sea porque las matan de hambre o porque las matan de manera directa a través del asesinato.
Poniendo sobre todo el colectivo sobre el individuo, que es en el fondo exterminar el individuo.
Nadie en su sano juicio, visto todo lo ocurrido en el país durante todos estos años, podría seguir siendo chavizta. Quien lo sea gana plata o no está bien de la cabeza. Esa es una realidad que hay que asumir muy seriamente.
El chavismo es una enfermedad del alma, incluso en aquel que actúa engañado en su buena fe o por ignorancia.
La manipulación a la que han sido sometidos es tal que llegan a niveles patológicos de neurosis y paranoia. Es la ideología más criminal de la Historia de la Humanidad.
El chavizmo en todas sus vertientes lo único que ha traído es muerte, pobreza, guerras, destrucción, envidia y miseria.
Eso es lo que ha traído esta infame ideología.
En Venezuela tiene ya 25 años de chavizmo y que hoy se viste con ropaje democrático. Se han robado más de 530 MM de $ y han endeudado al país por más de 600 MM de $. Asesinando a más de 330,000 venezolanos, aprehendiendo a más de 3,000 venezolanos por protestar, no estar de acuerdo con su nefasta ideología y pensar diferentes.
Además de hacer alianzas con los enemigos de la humanidad. Eso es lo que pienso del chavizmo. Y se lo digo a toda la caterva de chaviztas enchufados y pendejos.
Venezuela experimenta los efectos de una recesión económica profunda y prolongada, acompañada de una significativa erosión, en las condiciones de vida de sus habitantes.
Una porción importante de la población subsiste en una situación de emergencia humanitaria, sin lograr acceder a bienes y servicios básicos.
El chavismo, socialismo, comunismo, socialdemocracia o como quieran llamarlo, establece la intervención del Estado a grandes escalas, convirtiendo la propiedad en riqueza pública, reemplazando la competencia por la cooperación y además dice que restablecerá el bienestar material de cada miembro de la comunidad.
En el Foro de Sao Paulo se estableció una misión a largo plazo, para convertir a la región en una zona de riesgo, con una ideología que es una enfermedad, que hace que las personas vivan de espalda a los datos, a la ciencia, a la búsqueda de beneficios para la gente.
¡Es una enfermedad del alma que ha creado un Estado deletéreo y una sociedad criminógena!
Cualquier versión del chavizmo es así, una enfermedad, puesto que está basado en la envidia, el odio, el resentimiento, en el trato desigual ante la ley, en el choreo de los recursos y en el asesinato.
Este sistema está lleno de personas perversas que envenenan a la población con sus ideas de desigualdad ante la ley.
Escondiendo sus privilegios de casta detrás de los vulnerables. Por ejemplo, ¿Alguien entre nosotros está de acuerdo con que los recursos públicos se roben o se gasten irresponsablemente?
Existe un estudio del BID que muestra que la ineficiencia técnica de LATAM es de las peores en el mundo, estableciéndose en 4,4% del PIB. Venezuela posee 9,87% en la región desde hace más de 2 décadas.
Y de ese monto, la mitad obedece al choreo del Estado a través de los gobiernos, con sus bandidos llamados “políticos chaviztas”.
El chavizmo cree que la miseria e ignorancia son valores colectivos que el Estado debe definir e imponer por la fuerza.
¿Cómo puede ser que alguien inteligente caiga en la trampa de este pensamiento? Pues, no es posible que gente normal caiga en este pensamiento. A menos que caiga en la envidia, resentimiento y soberbia. La gente que cae no es nada normal, es gente carcomida por la envidia y la maldad, condición esencial y definitoria del chavizmo.
Este razonamiento obedece a la idea de que el ejercicio de la libertad genera desigualdad.
Y como esa desigualdad no es tolerada (por la presencia de la envidia en el alma) hay que investir a alguien con la fuerza monopólica del Estado, para que suprima el ejercicio de esa libertad e imponga un modelo único de hombre, sin diferencias.
Sólo aquellos que hayan sido contaminados por ese virus maldito pueden servir de apoyo a este engendro que ha superado con creces las otras pestes del planeta.
Solo aquellos dispuestos a entregarle a un político chavizta nada menos que su alma pueden ser la carne de cañón para que esta calamidad siga produciendo las mismas penurias que el mundo empezó a conocer de ella hace ya más de 25 años.
Los chaviztas son una suerte de sociópatas que quieren hacernos creer que nosotros somos inválidos mentales, inválidos en todo sentido porque no podemos vivir sino fuera por ellos. En realidad, los que no pueden vivir sin nosotros son ellos.
Si el país se separa entre los que producimos bienes y servicios, por un lado, y por el otro lado queda la mierda de los chaviztas todo este conjunto de parásitos se hunde, se mueren.
Separemos a Venezuela en la Venezuela actual y que se vayan y la Guayana Esequiba, los que estamos dispuestos a laborar nos quedamos en la parte mas pobre del país, aunque se queden con todos los recursos de la Guayana Esequiba, se van a hundir estas ratas porque no sirven para nada, en cambio los que trabajamos, los industriosos, emprendedores que aman las ideas de la libertad que sabemos ganar la vida, nos va a ir bien.
Nosotros somos gente de bien, gente que trabaja y no vivimos abogando por la envidia, el odio, el resentimiento, el robo y el trato desigual ante la ley y esa inmundicia de la justicia social que es lo mas injusto que existe que implica robarle el fruto de su trabajo para dárselo a quien se les dé la gana.
En todo ese proceso de chavizmo del siglo XXI, acabaron con la economía, empobrecieron a la gente, el Estado se multiplicó por 10, y los únicos que progresaron fueron los chaviztas de la política y adláteres de la oposición representativa.
Debemos identificar al enemigo, el enemigo son ellos los chavistas, hay que ir contra ellos, erradicarlos y exterminarlos del país.
Es un problema espiritual, de valores, y por eso hay que ir sobre nuestras bases filosóficas, religión y de valores, por eso debemos dar la batalla cultural, para acabar con esa enfermedad del alma.
Gervis Medina
Abogado, criminólogo y escritor venezolano.
Repetable Dr. Gervis Medina:
Interesante planteamiento, pero con todo respeto creo que es una hipótesis que parte de una premisas errada.
Pretender otorgarle carácter de patología a una forma de pensamiento que constituye la base ideológica de una parte del colectivo nacional, es algo temerario más aun cuando se trasciende lo meramente orgánico y se irrumpe en la sublimidad de lo espiritual.
Con el riesgo de ser catalogado con los epítetos con los que en su escrito usted define a un chavista, me permito recodarle, enfatizando siempre en el respeto, que las responsabilidades políticas son intuitu personae.
Asegura usted que: “Nadie en su sano juicio, visto todo lo ocurrido en el país durante todos estos años, podría seguir siendo chavizta. Quien lo sea gana plata o no está bien de la cabeza. Esa es una realidad que hay que asumir muy seriamente”. De tal manera que partiendo de esta premisa y tomando como referencia el resultado de la última consulta electoral presidencial y lo que pueda ocurrir esta 28J, existen en el país cerca de 6.248.864 ciudadanos afectados mentalmente; porque creo, no existen esa cantidad de venezolanos ganando mucho dinero por ser chavista.
Fundamenta usted su hipótesis en los muy importantes razonamientos económicos del Dr Ludwig von Mises. Pero yo fui formado en las ciencias básicas y como norma partimos del razonamiento de que cualquier aseveración que emitimos puede estar equivocada y tal cual lo plantea el sistema oriental del YIN y el YANG, existe un balance entre dos ideas que se oponen. Donde razón y equivocación son complementos necesarios que fundamentan la verdad.
De este modo cobra valor la ley de la unidad y lucha de contrarios y en tal sentido desde la óptica anterior; puntos de vista como los de científicos sociales Oscar Varsavsky, István Mészáros, Enrique Dussel o interesantes posiciones desde el pensamiento crítico como la asumidas por Noam Chomsky o el mismísimo Jorge Mario Bergoglio, aun cuando tienen substanciales y severas posiciones en contraposición al pensamiento materialista que favorece un modo de producción que se riñe con el bien común y el respeto a la dignidad de la persona humana; para nada tampco son un indicativo de quien es mejor y quien es peor. (NI LO UNO NI LO OTRO)
El complejo ecosistema de una sociedad se mueve bajo las reglas de múltiples factores naturales y sociales. No debería entonces ser analizado con una visión meramente economicista; puesto que se corre el riego de asumir posiciones maniqueas que pueden rayar en el segregacionismo y la discriminación por razones ideológicas y aquí si debemos ser cuidadoso pues este si puede ser el umbral de una patología que comprometa lo espiritual e incluso trascienda a lo orgánico.
El advenimiento de la mecánica cuántica nos presenta una interesante forma de ver e interpretar el mundo material. Nuestro entorno es la materialización de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones de esta manera lo que percibimos no es otra cosa que nuestra proyección representado en el entorno.
Nunca dejaran de existir oficialistas y oposicionistas y el intercambio de roles entre la dirigencia que los conforma. No se es malo o bueno porque se está de uno u otro bando. Los delitos vinculados a la mala gestión y a la corrupción son de orden personal en grado superlativo y no son patrimonio exclusivo de un orden ideológico,
Ambos oficialistas y oposicionistas han demostrado tener una dirigencia bien entrenada que daría cátedra a los más renombrados carteles y organizaciones criminales de este y el siglo pasado.
La mala gestión y la corrupción no es patrimonio exclusivo de ninguno de los dos sectores ni viene por defecto endosado a u pensamiento ideológico. Estos veinticinco años del siglo XXI lo han puesto de manifiesto
Trascender y no un cambio, es la verdadera salida, salto cuántico para pasar del oposicionismo fútil a una alternativa real que aun perdiendo represente el contrapeso capaz de erigirse como ente contralor y capaz de controlar a quienes ejercen el gobierno. Que sean verdaderamente aptos de asumir las acciones implícitas en la ley de la unidad y lucha de contrarios.
Pero lo anterior es una utopía que queda demostrada en la ridiculez presentada por el oposicinismo en esta elección, que me llevan a concluir esta reflexión convencido que el problema no es ideológico es de delincuencia.
Douglas Millán
Maracaibo, 18/07/24
9:23 pm GMT-4
Respetable Dr. Gervis Medina:
Interesante planteamiento, pero con todo respeto creo que es una hipótesis que parte de una premisas errada.
Pretender otorgarle carácter de patología a una forma de pensamiento que constituye la base ideológica de una parte del colectivo nacional, es algo temerario más aun cuando se trasciende lo meramente orgánico y se irrumpe en la sublimidad de lo espiritual.
Con el riesgo de ser catalogado con los epítetos con los que en su escrito usted define a un chavista, me permito recodarle, enfatizando siempre en el respeto, que las responsabilidades políticas son intuitu personae.
Asegura usted que: “Nadie en su sano juicio, visto todo lo ocurrido en el país durante todos estos años, podría seguir siendo chavizta. Quien lo sea gana plata o no está bien de la cabeza. Esa es una realidad que hay que asumir muy seriamente”. De tal manera que partiendo de esta premisa y tomando como referencia el resultado de la última consulta electoral presidencial y lo que pueda ocurrir esta 28J, existen en el país cerca de 6.248.864 ciudadanos afectados mentalmente; porque creo, no existen esa cantidad de venezolanos ganando mucho dinero por ser chavista.
Fundamenta usted su hipótesis en los muy importantes razonamientos económicos del Dr Ludwig von Mises. Pero yo fui formado en las ciencias básicas y como norma partimos del razonamiento de que cualquier aseveración que emitimos puede estar equivocada y tal cual lo plantea el sistema oriental del YIN y el YANG, existe un balance entre dos ideas que se oponen. Donde razón y equivocación son complementos necesarios que fundamentan la verdad.
De este modo cobra valor la ley de la unidad y lucha de contrarios y en tal sentido desde la óptica anterior; puntos de vista como los de científicos sociales Oscar Varsavsky, István Mészáros, Enrique Dussel o interesantes posiciones desde el pensamiento crítico como la asumidas por Noam Chomsky o el mismísimo Jorge Mario Bergoglio, aun cuando tienen substanciales y severas posiciones en contraposición al pensamiento materialista que favorece un modo de producción que se riñe con el bien común y el respeto a la dignidad de la persona humana; para nada tampco son un indicativo de quien es mejor y quien es peor. (NI LO UNO NI LO OTRO)
El complejo ecosistema de una sociedad se mueve bajo las reglas de múltiples factores naturales y sociales. No debería entonces ser analizado con una visión meramente economicista; puesto que se corre el riego de asumir posiciones maniqueas que pueden rayar en el segregacionismo y la discriminación por razones ideológicas y aquí si debemos ser cuidadoso pues este si puede ser el umbral de una patología que comprometa lo espiritual e incluso trascienda a lo orgánico.
El advenimiento de la mecánica cuántica nos presenta una interesante forma de ver e interpretar el mundo material. Nuestro entorno es la materialización de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones de esta manera lo que percibimos no es otra cosa que nuestra proyección representado en el entorno.
Nunca dejaran de existir oficialistas y oposicionistas y el intercambio de roles entre la dirigencia que los conforma. No se es malo o bueno porque se está de uno u otro bando. Los delitos vinculados a la mala gestión y a la corrupción son de orden personal en grado superlativo y no son patrimonio exclusivo de un orden ideológico,
Ambos oficialistas y oposicionistas han demostrado tener una dirigencia bien entrenada que daría cátedra a los más renombrados carteles y organizaciones criminales de este y el siglo pasado.
La mala gestión y la corrupción no es patrimonio exclusivo de ninguno de los dos sectores ni viene por defecto endosado a u pensamiento ideológico. Estos veinticinco años del siglo XXI lo han puesto de manifiesto
Trascender y no un cambio, es la verdadera salida, salto cuántico para pasar del oposicionismo fútil a una alternativa real que aun perdiendo represente el contrapeso capaz de erigirse como ente contralor y capaz de controlar a quienes ejercen el gobierno. Que sean verdaderamente aptos de asumir las acciones implícitas en la ley de la unidad y lucha de contrarios.
Pero lo anterior es una utopía que queda demostrada en la ridiculez presentada por el oposicinismo en esta elección, que me llevan a concluir esta reflexión convencido que el problema no es ideológico es de delincuencia.
Douglas Millán
Maracaibo, 18/07/24
9:23 pm GMT-4