La narrativa del régimen tiránico arregló todo a su favor. No importa acusar inocentes, destrozar vidas y familias, comprar testimonios – en este caso quedó demostrado-utilizaron testigos falsos. Se ofrecieron millones de dólares, para inculpar a otros.
En su oportunidad denuncié las monstruosidades en el poder judicial, dirigidas por una banda, conocida como los enanos. Hasta el día de hoy, actúa a sus anchas, cometiendo fechorías y extorsionando en los tribunales, a través de una red poderosa, que nombra jueces, fiscales y tiene una lista de vividores que sirven como testigos, en decisiones favorables a los intereses personales y del superpoder que los protege. Enano es sinónimo de pran en los estrados.
Del caso del fiscal vienen estos lodos. Telenovela incluida, y donde los actores principales de la trama disfrutan a sus anchas el poder, mientras inocentes, como los hermanos Guevara, llevan 19 años tras las rejas, acusados falsamente por una mafia disfrazada, integrada por José Vicente Rangel, Isaías Rodríguez y Jessy Chacón, quienes son los responsables de enmarañar este crimen, a pesar de las numerosas pruebas que los inculpan. La escogida para actuar en el terreno, apoyada por la banda mencionada, fue la exfiscal Luisa Ortega Diaz. Mucho sabe de este escándalo.
Mientras integré el Tribunal Supremo, observaba en el despacho de la magistrada Luisa Estela Morales, la celebración de numerosos conclaves, donde participaban los ya nombrados, estructurando el macabro plan, que terminó en desastre, tal como suele suceder, cuando se pretende la tergiversación de los hechos. En este caso el montaje del juicio y el diseño de la posverdad resultó grotesco, distorsión deliberada de la realidad y afirmaciones de altas autoridades basada en la manipulación y el engaño.
Anderson planteó a sus supuestos amigos, enanos todos, que conservaba numerosas pruebas, de los principales hechos irregulares de las altas figuras Chavistas. Al delatarlo sus cómplices, la decisión fue instantánea e irrevocable: montar un atentado, involucrando personas ajenas totalmente a los hechos, donde se imputaron inocentes. Unos acusados de autores materiales y otros como intelectuales. Lo que nadie se imaginaba es que ni unos ni otros tenían que ver con el hecho, los que acusaban eran los verdaderos criminales y existen numerosas pruebas al respecto. Al renacer nuestra democracia, tendrán que enfrentar la justicia y pagar por este crimen y por todas sus actuaciones para ocultarlo.
Obtuve de fuentes policiales confiables , y así lo he venido sosteniendo, después de constatar desde el máximo tribunal, los señalamientos ofrecidos por el ex comisario Venezolano Víctor Rivera, quien demostró que los autores fueron los miembros de esta camarilla y un buen número de cómplices militares y civiles, que en su momento también tendrán que responder, no solo por el crimen del Fiscal, también por falseamiento de la verdad en el juicio, donde se priva de libertad, a venezolanos que nada tienen que ver con el hecho. Los hermanos Guevara, fueron escogidos como comodines por Isaías Rodríguez y los enanos, a quienes estos jefes policiales habían investigado por numerosos delitos contra el Estado venezolano.
19 años después del crimen del fiscal, es importante seguir repitiendo: un poder judicial independiente debe actuar, y ofreciendo las debidas garantías procesales, castigar a los verdaderos responsables.
– Ex Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.
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