Las verdaderas democracias son diligentes, en la aplicación de manera radical, sin excusas, de la Carta Magna que regula la relación entre el Estado – Sociedad y Ciudadanos Cuando se trata de efectuar las elecciones que correspondan, por aquello de efectuarse de manera libre y justa, todos debemos de ser actores activos.
El debate es parte esencial de su funcionamiento. Es un derecho inalienable de los electores y un deber de los candidatos exponer con serena claridad ideas, lineamientos políticos y programas concretos de gobierno.
En Venezuela NO HAY democracia, hay un régimen utilitario de TRIANGULACIÓN MORTAL que, no respeta el Estado de Derecho y por supuesto, actúa con discrecionalidad e impone las condiciones electorales. Lo que menos quieren son debates de ningún tipo, porque no tienen nada que defender ni proponer y por estrategias políticas, quieren una campaña sin oposición.
Ellos no desean un ejercicio pedagógico que fortalezca la cultura de los pueblos y mucho menos facilitar la orientación del voto; por el contrario, no desean ciudadanos libres, sino individuos que, fácilmente sean pacientes del síndrome de dependencia.
En las elecciones municipales que se efectuarán el domingo 27-07 la candidatura de Adrián Romero Martínez, avanza en una extraordinaria campaña producto de un esfuerzo personal, colectivo y del tino demostrado en el enfoque de los temas que de verdad importan. Claridad, sencillez, coraje y valentía.
Espontaneidad, emoción, disposición a apoyarlos denodadamente y hacer todo lo que corresponda para ganar y defender el triunfo, es la respuesta en TODOS los sectores de la vida social.
Ellos no están solos, muy lejos de parecerlo, aunque hayan medios de comunicación, por compromisos o intereses, ya ni siquiera guardan las apariencias del equilibrio informativo que debieran tener.
La comunidad internacional (aunque pareciera que no les interesara, si les interesa al máximo) lo ha dicho y reiterado que, si el régimen como es su costumbre, actúa de manera delincuencial, como hizo con las presidenciales, las parlamentarias y las de gobernadores, eso sería tomado, como realmente es, un nuevo fraude electoral y no sería reconocido por ningún país democrático del orbe y aumentarían su background delictivo y sin duda, se colocarían en el cadalso de la historia…
Nosotros respetamos y agradecemos ese respaldo que, obviamente ayuda, pero somos los venezolanos con nuestra lucha diaria y permanente quienes debemos establecer nuestras estrategias políticas, siempre con el liderazgo bien definido.
El llamado a la “abstención activa negativa” que a todas luces es irracional de algunos sectores de la oposición de la `plataforma unitaria solo contribuye ´con resultados favorables al régimen. Luego vendrán las lamentaciones cuando ya ellos se terminen de apoderar de todos los espacios políticos y de poder de Venezuela.
El USURPADOR debe dar la cara.
Dejar de un lado los insultos y ofensas a kilómetros de distancia. No eludir el debate de frente. Los pueblos no votan por agradecimiento ni por el pasado; y si son nefastos como los 25 años de la malévola Revolución del siglo XXI, menos. Votan por la esperanza.
El italiano en Maracaibo representa ese pasado y eso no va a cambiar el 92% de rechazo que lo abriga.
El PSUV tampoco tiene nada que ofrecer, ellos también están hundidos en el fango movedizo de la historia. Hay que votar.
El voto es el misil que explotará en el corazón de los criminales del régimen.
Votar es, sin ninguna duda, la mejor decisión en los últimos años de nuestras vidas (defender nuestra casa grande); ello está relacionado intrínsecamente con los aspectos axiológicos que siempre han marcado mi vida, transmitida por mis padres y de igual forma y manera acentuada en la formación de mis hijos y nietos y también marcado hasta en el alma por la Doctrina Social de la Iglesia de la cual he sido un ferviente seguidor.
El USURPADOR, el ductor del italiano corrupto, ese que es en la actualidad, la desgracia por su ideología política, por su sincretismo religioso y por su ejercicio autoritario del manejo del poder de los venezolanos, constituye un elemento contrario al principio de libertad y de justicia en el cual nos formamos políticamente en la mal llamada 4ta república.
En ésta última aprendimos a entender que el mejor camino para la “plenitud ciudadana” es la democracia; aprendimos que ella es la vía expedita para el desarrollo individual y colectivo de toda la sociedad; aquí podemos exigirle a los gobernantes que se dediquen a construir una sociedad política, económica, social y ética, que se manifieste a favor de la calidad de vida de sus integrantes para que genere la participación expansiva, en lo subyacente a ella, del empleo, la salud, la vivienda, la educación, acceso a la alimentación sustentable en tiempo y espacio y por supuesto, todo ello incide en una formación ciudadana de manera integral: física y espiritual.
Votar, es no entregarse al poder; obligará al autoritarismo implantado por los comunistas en Venezuela, a someterse a la modernidad política; que irrespetar los DDHH y violar la CN a su plenitud taxativa, obliga a la justicia nacional e internacional a actuar en contra de esos gobernantes, como ocurre en los actuales momentos con el USURPADOR y la cofradía de bribones que lo acompañan.
Votar, significa en la práctica rechazar actos impropios de los gobernantes, como el control del poder electoral, donde los “trasparentes” rectores que lo integran (nombrados ilegalmente, como lo han hecho en los últimos 15 años).
El mayor daño sufrido por el régimen ocurrió en las elecciones de las presidenciales del 2024; en ellas perdieron por paliza y eso los obligó, robarse de manera infraganti las elecciones con el ánimo de perpetuarse en el poder, a un mayor control de todo el sistema electoral para “voltear” la voluntad popular in situ.
No es ingenuidad, pensar que SI se puede derrotar al régimen con un CNE hecho a la medida de la ideología malvada conformada. La única manera de salir del USURPADOR (causante de todos nuestros males) es con elecciones, por ahora. con toda la legalidad que se exige en el contexto interno como en el concierto de las naciones democráticas del mundo.
Pensar que se puede hacer de otra manera, siendo pasivos a lo interno. no refleja ningún otro interés temático. El tiempo pasa, transcurre y los mafiosos se perpetúan en el poder.
Votar, es darle un respaldo inequívoco a la sociedad humilde de nuestra ciudad que reclaman con fuerza argumentativa, jamás vista, seguir, continuar, con la gestión que empezó de manera exitosa nuestro querido Alcalde Rafael Ramírez Colina (injustamente detenido sin respeto a sus DDHH) y continuada eficazmente por nuestro actual candidato a ese cargo Adrián, como simplemente lo llaman los habitantes en esas comunidades.
Votar, es prepararse de manera inteligente y efectiva para tener la tenacidad en la lucha por alcanzar la verdadera, sin resquicios, “unidad política municipal” para deslastrarnos de la ignominia y barbarie impuestas a conciencia.
Y por último, votar, es una invalorable demostración del pueblo contra la triangulación mortal en el poder, el latrocinio, el narcotráfico (civil y militar del régimen), contra los poderes públicos que están en manos de los cubanos, que aúpan el terrorismo y la presencia de grupos guerrilleros en nuestro país y donde la punta de lanza es nuestro Estado Zulia.
Maracaibo se levanta impertérritamente dejando atrás el estiércol constituido en gestiones como la del italiano y la del innombrable Willy. El 27-07; es la batalla definitiva contra el enemigo común de TODOS los marabinos. Votaremos……
Profesor Universitario
@marlonJ03650037
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