El Zulia no tiembla por fallas geológicas; «tiembla por la economía.» No es una simple liberación de energía lo que se siente, sino un temblor en el bolsillo que resuena con una frecuencia ya tristemente familiar: el alza loca e indiscriminada del dólar brincón.
Esto no es solo un cambio más en la pizarra económica; es un golpe directo a la dignidad y a la posibilidad de vivir decentemente para el ciudadano de a pie.
Mientras la divisa se dispara, nosotros quedamos, literalmente, en modo avión. Cada escalada del dólar se siente como una réplica que pulveriza el salario mínimo y el poder adquisitivo, dejando en terapia intensiva nuestros proyectos, nuestra visión de vida y, para ser sinceros, nuestra paz mental.
Esta inestabilidad nos ha obligado a vivir al día, a navegar en una oscuridad económica donde planificar cualquier cosa se siente como un acto de fe.
Este drama no puede seguir siendo solo una noticia o una queja de pasillo. Es un llamado urgente a dejar de ser espectadores de nuestra propia devaluación como seres humanos.
La crisis actual exige una respuesta que vaya más allá de la política económica centralizada; requiere una revolución económica desde la base, una que ponga al ciudadano y al ecosistema productivo regional en el centro de protección económica.
¿Cuál es el movimiento audaz y de atención?
Debemos construir una «Economía de Resiliencia Zuliana.» La meta no es solo aguantar la pela, sino adaptarnos, protegernos y prosperar a pesar del entorno.
Para lograr esta Economía de Resiliencia, es fundamental rescatar y desarrollar ideas y programas económicos con visión de futuro que le den al Zulia herramientas propias de gestión y crecimiento.
En última instancia, el desafío para la sociedad zuliana es transformar este temblor en la sacudida necesaria para iniciar una revolución económica de base, forjando un sistema verdaderamente soberano, estable y justo para sus habitantes.
Entre las perspectivas que trae consigo el siglo XXI y que debemos impulsar, se encuentran:
- Desarrollar una hacienda pública autónoma y eficiente.
- Zonas Francas: Promover su creación para fomentar la inversión y el comercio regional.
- Turismo Estratégico: Impulsar el turismo como fuente diversificada de ingresos.
- Recuperación del Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDES) para financiar proyectos productivos para el Zulia.
- Asignaciones Especiales: Luchar por la correcta aplicación de la Ley de Asignaciones Económicas Especiales Derivadas de Minas e Hidrocarburos, asegurando que los fondos beneficien directamente a las entidades locales y organizaciones comunitarias zulianas.
- Adoptar estrategias económicas modernas que incorporen la tecnología y el conocimiento como motores de desarrollo.
Debemos luchar cívica y democráticamente para no permitir que se cumpla la pretensión histórica de Guzmán Blanco, cuya ambición era convertirnos en simple playa de pescadores.
DC / Abogado Joaquín Chaparro Oliveros / Demócrata Cristiano.&
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