Entre conspiraciones y ataques
En medio del duelo por la muerte del presbítero Eduardo Ortigoza, el clero zuliano enfrenta una profunda disputa por el control de las principales instituciones educativas y comunicacionales de la Arquidiócesis de Maracaibo.
Fuentes internas confirman a Versión Final que un sector de sacerdotes identificado con el oficialismo busca posicionarse en los cargos de mayor influencia, mientras otro grupo intenta mantener la autonomía eclesiástica y las libertades que históricamente ha defendido la Iglesia frente al poder político.
El conglomerado Niños Cantores del Zulia, que se prepara para celebrar su 50 aniversario, se ha convertido en el epicentro de las tensiones. A la par, también está en juego la sucesión en la Vicaría de Educación y el rectorado de la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica), tras el fallecimiento del padre Ortigoza el pasado 5 de noviembre.
Reunión clave del clero
Para este martes está convocada la Reunión del Clero, presidida por el arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje Ayala, en el Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino. Allí podrían definirse los nuevos nombres que asumirán responsabilidades en las instituciones eclesiásticas más relevantes del Zulia.
“No hay nada seguro, pero los vientos soplan para definir entre ellos dos”, comentó una fuente eclesial que participará en el encuentro, refiriéndose a los sacerdotes Richard Colmenares y Nedward Andrade como principales opciones para ocupar los cargos vacantes.
Dos visiones enfrentadas
El padre Richard Colmenares, actual director administrativo del Instituto Niños Cantores del Zulia, es señalado por su cercanía con Miraflores. Ha compartido encuentros públicos y privados con el presidente Nicolás Maduro, y ha manifestado su convicción de que el respaldo gubernamental puede revitalizar las instituciones creadas por el recordado padre Gustavo Ocando Yamarte, fundador del sistema Niños Cantores y del Canal 11 del Zulia.
En una transmisión televisiva hace un año, el propio Maduro se refirió a la próxima conmemoración de los 50 años de Niños Cantores, a lo que Colmenares respondió: “La mejor forma de honrar al padre Ocando Yamarte es recuperando su obra”.
Del otro lado se encuentra el padre Nedward Andrade, párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, quien representa a un sector que busca preservar la independencia de la Iglesia frente al Estado y rechaza la politización de sus instituciones.
Ambos sacerdotes coincidieron en actos públicos en el Vaticano, durante la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, aunque sus posturas internas se han distanciado.
Las secuelas de la crisis
Según fuentes consultadas, las diferencias entre Colmenares y Ortigoza fueron notorias. El fallecido sacerdote habría expresado su preocupación por el creciente intento de vincular al clero zuliano con el Gobierno nacional. “Ese tema lo atormentó en sus últimos días”, confesó un allegado.
Otros miembros del clero consideran, sin embargo, que el padre Ortigoza concentró demasiadas responsabilidades, lo que dificultó atender problemas internos en las instituciones eclesiásticas.
Un desenlace abierto
La reunión de este martes podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio interno de la Iglesia zuliana. Las decisiones que se tomen definirán no solo quién conducirá el legado de Niños Cantores y la Unica, sino también qué tipo de relación mantendrá la Arquidiócesis con el poder político en los próximos años.
Este tema también ha sido señalado semanas antes, en la columna Caiga Quien Caiga y por lo visto veremos otros capítulos .
