Este sábado 26 de diciembre, la Asamblea Nacional (AN) aprobó la Ley del Estatuto de la Transición para preservar la República y el Poder Legislativo, con el objetivo de declarar la continuidad de las funciones del Parlamento electo en 2015, tras las elecciones del pasado 6 de diciembre por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
El informe elaborado por la comisión especial, no se aprobó por unanimidad como consecuencia del voto salvado de la fracción de Acción Democrática; esta reforma prolongará la existencia del Parlamento liderado por Juan Guaidó más allá de su periodo, que vence el próximo 5 de enero.
La fracción parlamentaria de Acción Democrática (AD) salvó su voto al considerar que debe ser la Asamblea Nacional a quien corresponda “la responsabilidad legislativa y controlara” y no a la Comisión Delegada que tiene “funciones específicas”. De igual manera, los diputados de AD ratifican que seguirán “buscando espacios para lograr una Venezuela democrática”.
Por su parte, el bloque parlamentario de la Fracción 16 de julio (16-J) destacó su desconocimiento a los comicios legislativos del pasado 6 de diciembre y votaron a favor de la continuidad de la Asamblea Nacional con Juan Guaidó a la cabeza.
El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Juan Pablo Guanipa, aseguró que desde el parlamento deben continuar “actuando para restablecer el orden constitucional”, de esta manera pidió “estar dispuestos a todos por el rescate de nuestra nación”.
El diputado Sergio Vergara, en nombre de Voluntad Popular, explicó que debido a que no hay quienes puedan suceder a los parlamentarios electos el 6 de diciembre de 2015, la prolongación del mandato es un “principio constitucional”.
La reforma del Estatuto de la Transición y sin reforma del Estatuto no habría continuidad del mandato constitucional de la Asamblea Nacional ni del Gobierno interino. Por esa razón, es urgente y pertinente dejar este piso jurídico.
Enrique Lopez Alfonzo
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