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Ante la crisis de inseguridad colombianos piden un Bukele de presidente

Opositores del gobierno del presidente Gustavo Petro marcharon en Bogotá (Foto: EFE)

Turistas secuestrados, robos y homicidios

En los últimos meses, la situación de inseguridad en Colombia no fueron sencillos. El 12 de marzo se llevó a cabo una moción de censura contra el ministro de Defensa Iván Velásquez, que fue cuestionado en el Congreso por la ola de robos, homicidios, masacres y ataques de grupos armados y estructuras al margen de la ley.

Si bien las cifras oficiales del gobierno del presidente Gustavo Petro dan cuenta de una breve reducción en materia hurtos y asesinatos en 2023, lo cierto es que la inseguridad todavía golpea con fuerza a ese país, principalmente en ciudades como Bogotá o Medellín.

Cifras de la inseguridad en Colombia

También hay otro aspecto fundamental y es que según una encuesta oficial hecha en el 2023, la percepción de inseguridad entre los colombianos creció. Pasó de 44% a 52,9%. No es el único dato que da cuenta de la situación: Colombia fue el cuarto país con la tasa de homicidios más alta de América Latina en 2023, según Insight Crimen.

De acuerdo con la cartera de Defensa -dato en el que se basa Insight Crime- en ese país se registraron un total de 13.432 personas asesinadas el año pasado. Sólo esta por debajo de Ecuador, Honduras y Venezuela, con una tasa tasa de homicidios de 25,7 cada 100.000 habitantes.

No es lo único. Colombia es la nación sudamericana con mayor criminalidad, según el Índice Global de Crimen Organizado 2023.  El informe indicó que “los actores criminales han aprovechado la inestabilidad que generan los conflictos”. Particularmente en Colombia, resaltó el progresivo fortalecimiento de las disidencias de los grupos criminales de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo.

Bogotá, escenario ideal de la inseguridad

La situación es compleja. Bogotá, la capital del país, puede ser tomada como ejemplo de que la inseguridad es un problema latente, aún cuando la administración del alcalde, Carlos Fernando Galán, logró bajar las cifras de hurtos y homicidios en su primer mes. Sin embargo, enero fue “caliente”.

Los delincuentes hicieron de las suyas y afectaron, principalmente, al sector comercial. Los atracos masivos en concurridos establecimientos comerciales fueron la constante en el comienzo de este 2024.  

De acuerdo con un informe de la Policía Metropolitana de Bogotá, sólo en enero se registraron 402 robos a comercios y aunque hubo una reducción del 65% frente al mismo período de 2023 las cifras alarman, ya que la violencia con la que se ejercieron los asaltos fue extrema. También se contabilizaron 8.814 reportes de hurtos.

Los hechos tampoco distinguen nacionalidad. El pasado 8 de marzo, una mujer de nacionalidad italiana fue víctima de los criminales mientras se movilizaba por el reconocido barrio Bella Suiza, en el norte de la capital colombiana. Fue abordada por dos delincuentes que se transportaban en bicicleta.

La amenazaron con un arma de fuego y le exigieron que entregara sus pertenencias. Le robaron el dinero en efectivo que llevaba consigo.

Según datos de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, entre enero y septiembre de 2023, se registraron por lo menos 109.921 hurtos, lo que representó un aumento del 17,6% en comparación al mismo periodo pero del 2022, cuando se informaron 93.443 casos. En el país, según Defensa, hubo más de 200.000 en los mismos nueve meses.

Infografía de Insight Crime

¿Qué hay detrás de la inseguridad?

Es innegable que el país, y en especial su ciudad más importante, sufre una ola de inseguridad desde hace varios años, por lo menos desde la crisis económica por la pandemia del covid. Sin embargo hay un agravante: los delitos son cometidos cada vez por organizaciones criminales profesionales.

Los robos pasaron de ser simples medios de superviviencia a ser hechos más graves y con un alto nivel de preparación.

El Tiempo Latino habló con el sociólogo Hugo Acero Velásquez, tres veces secretario de Seguridad de Bogotá y uno de los principales expertos en la materia del país, para entender qué está ocurriendo con la inseguridad, tanto en Bogotá, como en otras ciudades. Especialmente luego del estallido de la pandemia.

El especialista y exfuncionario dijo que los hechos de inseguridad no pueden ser vistos como simples robos o hurtos. Detrás, hay organizaciones más complejas y con estructuras sólidas.

“A partir de la pandemia, cada vez tenemos homicidios más estructurales. Quiere decir, que están ligados a los negocios y rentas criminales, y también ligados a bandas que ejercen mucha violencia a la hora de ejecutar los hurtos. Son como empresas del delito. Hubo una diversificación de negocios criminales. Fue uno de los sectores que más fácil se acomodó a la pandemia para seguir recibiendo recursos”, dijo Acero.

En ese sentido, el exsecretario de Seguridad de Bogotá sostuvo que, por ejemplo, los homicidios están ahora más ligado a estructuras criminales y que los delitos dejaron de ser de “oportunidad” para ser algo más preparado cuyo objetivo es generar ganancias.

“En la pandemia, la policía tuvo un trabajo triple adicional a los temas de seguridad. O sea, tenía que garantizar la seguridad en los sitios residenciales, en los sitios donde la gente estaba concentrada. Pero también, tenía que lograr que la gente no saliera a las calles. Fue una policía sanitaria también y eso dificultó la tarea”, explicó.

La inseguridad contra el turismo extranjero en Medellín

A fines de 2023, turistas estadounidenses que viajaron a Colombia fueron secuestrados y asesinados. Sólo en Medellín, entre noviembre y diciembre, tuvieron lugar ocho “muertes sospechosas” de ciudadanos estadounidenses.

Uno de estos casos es el del comediante y artista estadounidense Tou Ger Xiong, de 50 años, quien fue secuestrado para pedir rescate, golpeado y luego arrojado por un acantilado. Su cadáver fue encontrado el 11 de diciembre en una de las zonas más peligrosas de Medellín.

Tou Ger Xiong llegó a Colombia como turista a finales de noviembre y alquiló un departamento en El Poblado, uno de los barrios más populares para extranjeros en Medellín.

La fiscalía reconstruyó que había sido atado y torturado en un apartamento antes de ser llevado a una zona boscosa y arrojado por un acantilado. Tenía heridas de arma blanca en el pecho y la cara, y su cráneo había sido aplastado con una piedra.

Preocupación del gobierno de Estados Unidos

La Embajada de Estados Unidos en Bogotá declaró que los incidentes ocurridos parecían no tener relación, pero que varios involucraban circunstancias similares.

Estos episodios más la ola de inseguridad no le fue ajena a las autoridades de la administración del presidente Joe Biden. De hecho, la representación diplomática en Colombia le recomendó a sus ciudadanos extremar los cuidados al visitar el país sudamericano, tras los casos de robos y sicariato en Bogotá.

Advertencia en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá (Foto Joelnix Boada para El Tiempo Latino)

“Los ciudadanos estadounidenses deben estar atentos, tener conciencia del lugar e incorporar prácticas de seguridad personal sólidas para sus actividades diarias”, rezaba el comunicado emitido a finales del mes pasado.

Sin embargo, la Embajada también hizo recomendaciones respecto a aquellos que viajen a Medellín. Esto, a partir de los crímenes de los ochos estadounidenses. Fue por eso que les aconsejó a sus compatriotas evitar el uso de aplicaciones de citas como Tinder, Bumble o Grindr.

“Numerosos ciudadanos estadounidenses han sido drogados, robados e incluso asesinados por sus citas colombianas”, decía el texto de las autoridades. De hecho, en enero, el Departamento de Estado incluyó a Colombia entre los países a los que recomendaba reconsiderar los viajes.

La visión de Acero sobre el problema de la inseguridad en Medellín

Acero dijo para El Tiempo Latino que la inseguridad de turistas no es un tema coyuntural sino que por el contrario, se remonta a hace al menos dos décadas y no sólo en su país.

“El tema existe desde comienzo de siglo no solamente en Colombia, sino en América Latina. Se comenzó a dar un proceso de contar con estructuras cada vez más organizadas; algunas de ellas que no solamente manejan una sola renta criminal, sino varias rentas”, señaló.

-¿Cómo son sus estructuras?

Podríamos decir que son empresas criminales que se dedican a la distribución de drogas, a la extorsión, al secuestro. A la amenaza, al sicariato y ofrecen servicios y de alguna manera esa es una característica. En el caso de Medellín, desde luego hay estructuras criminales que saben que en determinado sector de la ciudad asisten durante la noche o durante el día los turistas, particularmente norteamericanos con buena cantidad de recursos, con tarjetas de crédito y por eso se dedican a robar de manera específica a estas personas. Usan particularmente mujeres que logran atraer a estas personas y finalmente los terminan robando. Desafortunadamente, en algunos casos terminan con muertes”Hugo Acero, ex secretario de Seguridad de Bogotá

Qué soluciones podría haber para la inseguridad

Acero trabajó varios años en la actividad pública en materia de seguridad y logró algunos objetivos. Otros no pudo concretarlos. Para combatir la inseguridad lo que recomienda como principio fundamental es reconocer que hay un problema. Algo que -dice- le cuesta a los gobiernos sin importar su color político.

“Hay que trabajar como lo está haciendo el alcalde (Galán). En equipo y de manera permanente con todas las autoridades de seguridad y justicia. No solamente con todas las autoridades de esas áreas, sino con muchas instituciones del Estado para llegar a las comunidades”, dijo.

En ese sentido, sostuvo que hay que admitir que en la sociedad hay inmersas estructuras criminales mucho más organizadas, que verdaderamente son empresas del delito. “No basta con tener más policías en la calle. Realmente hay que fortalecer dos acciones que han estado también descuidadas y son la investigación criminal y la inteligencia”, aseguró.

-¿Cómo se podría fortalecer?

“Hay que tener muchos más hombres y mujeres profesionales dedicados a la inteligencia, porque es la manera, la única manera que se puede atacar este tipo de estructuras y hay que fortalecer la investigación criminal. Eso supone muchos más policías, hombres y mujeres, muchos más equipos técnicos, pero también muchos más fiscales dedicados y especializados en los distintos delitos. Porque de lo que se trata es precisamente de lograr prevenir a través de la inteligencia, pero también sancionar, detener, identificar, detener y judicializar a quienes cometen delitos. Y para eso se necesita fortalecer la investigación criminal”.Hugo Acero, ex secretario de Seguridad de Bogotá

Más cárceles y una reforma al Código Penal

Acero considera además, que es importante contar con lugares para alojar a los presos, en virtud de la cantidad de detenidos. Sostuvo que Bogotá y el país en general no tiene donde meter delincuentes.

“Las cárceles están hacinadas y no solamente las cárceles, sino que en Colombia existen las estaciones de policía y las URI, que son las unidades de reacción de la Fiscalía, en donde la gente está detenida por delitos. Allí hay más de 23.000”, remarcó.

“Sólo en Bogotá son 3.200 detenidos completamente amontonados en peores condiciones, violando todos los derechos humanos, pero además reproduciendo violencia y delincuencia. Entonces hay que construir cárceles”, añadió.

Finalmente, aconsejó reformar el Código Penal e introducir la figura de la reincidencia como agravante. Es decir, si un delincuente comete un delito varias veces, que no pueda salir de prisión tan fácilmente.

Ranking de países con mayor criminalidad en América Latina (Índice Global de Criminalidad 2023)

“Por ejemplo, la policía detiene gente que se roba celulares. Si el celular es de 1.5 millones de pesos colombianos (unos 390 dólares) no implica cárcel. La Policía se lleva a un delincuente detenido habiendo robado ese celular y el monto no da para que el juez determine que queda detenido. Si esa persona tiene 40 veces que lo detuvieron por lo mismo, va a salir libre siempre”, ejemplificó.

Es por eso que cree que hay que hacer una modificación legal para que la reincidencia tenga un efecto agravante.

“Se requiere realmente una reforma del Código Penal para que haya agravante, para que se tenga en cuenta la reincidencia a la hora de tomar la decisión de privar o no de la libertad a una persona”, recomendó.

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